Para clasificar a esta tan numerosa como variada familia, los naturistas han estudiado los pies, el modo de andar, el pelaje, los cuernos y los dientes de los animales mamíferos. Se observó que el oso apoyaba enteramente el pie en el suelo, al paso que andaba el gato sobre los dedos y el caballo corría sobre la punta del pie ensanchado en casco. Por eso se ha podido decir que: el oso es un plantígrado, el gato un digitígrado y el caballo un ungulígrado.
Todos los animales mamíferos tienen una piel gruesa, cubierta de pelos que pueden ser suaves y sedosos, rígidos o duros y punzantes.
La llama tiene una lana abundante, como también el yak; puesto que ambos habitan en lugares fríos; en cambio el jaguarundí, que vive en climas cálidos, tienen un pelaje raso. El erizo está cubierto de púas, el elefante sólo tiene unas pocas crines rígidas sobre la piel rugosa. El color del pelaje varía según el lugar, las estaciones, el sexo y la edad.