Ningunos labios ardieron
Como su pico en mis manos
Ninguna testa ha caído
Tan lánguida en mi regazo
Ninguna carne tan viva
He padecido o gozado
Viborean en sus venas
Filtros dos veces humanos
Del rubí de la lujuria
Su testa está coronada
Y va arrastrando el deseo
En una cauda rosada
Agua le doy en mis manos
Y él parece beber fuego
Y yo parezco ofrecerle
Todo el vaso de mi cuerpo
Y vive tanto en mis sueños
Y ahonda tanto en mi carne
Que a veces pienso si el cisne
Con sus dos alas fugaces
Sus raros ojos humanos
Y el rojo pico quemante
Es sólo un cisne en mi lago
O es en mi vida un amante
Al margen del lago claro
Yo le interrogo en silencio
Y el silencio es una rosa
Sobre su pico de fuego
Pero en su carne me habla
Y yo en mi carne le entiendo
A veces ¡toda! soy alma
Y a veces ¡toda! soy cuerpo
Hunde el pico en mi regazo
Y se queda como muerto
Y en la cristalina página
En el sensitivo espejo
Del lago que algunas veces
Refleja mi pensamiento
El cisne asusta de rojo
Y yo de blanca doy miedo.
Visto en Damisela