Fecha de creación: 1985
Desarrollador: Capcom
Distribuidor: Capcom
Género: Recreativa de dificultad extrema
Plataforma: Arcade
Ghosts’n Goblins fue uno de los primeros éxitos de Capcom, la compañía japonesa fundada en 1979. En él nos encontramos con sir Arthur, caballero de extrema valentía que debe rescatar a la clásica damisela en apuros de las manos del villano de turno.
En nuestro camino deberemos combatir a gran variedad de enemigos como zombis, plantas carnívoras, demonios, murciélagos…, además de enfrentarnos con los enormes jefes finales de cada una de las zonas, entre los que descubriremos ogros o incluso dragones. Tampoco debemos olvidarnos de los difíciles saltos y plataformas que pueblan los escenarios, lo que unido a los imprevisibles movimientos de nuestros enemigos hace que nos encontremos ante un juego tan complicado que seguramente redefinirá tu concepto del significado «difícil» aplicado a un videojuego…
Para facilitarnos un poquito las cosas —pero solo un poco—, sir Arthur luce una flamante armadura desde el principio de la aventura que le protegerá del primer impacto que reciba, dejando a nuestro pobre caballero cubierto únicamente por unos calzoncillos tipo bóxer cuando esta desaparezca, mientras que un segundo impacto le reducirá inevitablemente a un montón de huesos…, como se puede comprobar, este juego no está exento de un cierto toque de humor.
Por supuesto que la caída a un abismo supondrá la muerte segura e inmediata de sir Arthur, por lo que estaremos obligados a medir con sumo cuidado cada salto y cada precipicio. En Ghosts’n Goblins dispondremos de cinco tipos de armas diferentes, cada una de las cuales tiene sus propias características, lo que en algunos casos supondrá una dificultad añadida más que una ayuda:
Lanza: es el arma con la que se comienza el juego. Se mueve en línea recta y, a buena velocidad, es una buena arma.
Cuchillo: similar a la anterior, pero aún más rápida. Sin duda, la mejor opción.
Antorcha: quemará todo lo que toque durante un corto periodo de tiempo, lo que la convierte en un arma dañina pero poco útil a causa de su corto alcance.
Hacha: al igual que la anterior, se mueve creando un arco de corto alcance, es más destructiva al poder traspasar enemigos, pero es muy difícil de usar.
Crucifijo: su movimiento es igual al de la lanza pero con menor alcance. Los dos últimos jefes finales solamente pueden ser derrotados con esta arma.
La gran ambientación que Capcom supo dar a este juego es una de sus características más destacables. Gráficamente, las siete fases que lo componen se encuentran muy bien diferenciadas, cada una de ellas representa una parte del castillo o los alrededores del mismo, y todas tienen un gran diseño: deberemos guiar a nuestro caballero por un cementerio, un pueblo abandonado, unas cavernas, un puente de fuego, la parte inferior y la parte superior del castillo y, por último, si aún nos quedan fuerzas, debemos enfrentarnos a nuestro temible enemigo Astaroth.
Por si esto fuera poco, para poder disfrutar de la escena final en la que sir Arthur se reencuentra son su amada princesa, deberemos superar el juego otra vez comenzando desde el primer nivel y con una dificultad aún mayor.