El pasado que vuelve, el futuro que nunca viene o lo hace de manera súbita, el temor a un medio hostil como el vacío espacio, otros planetas y seres desconocidos. Mundos fantásticos tan auténticos que casi podemos tocarlos con nuestras manos, como si siempre hubieran estado ahí. Espacios en los que la ensoñación se entremezcla con la realidad. Situaciones en las que lo certero se desdibuja hasta la incertidumbre. El infinito cosmos transformado en millones de contiendas entre el bien y el mal, navegando a través de realidades paralelas, incontables dimensiones y vidas tras la muerte.
Amigos, todo esto y mucho más es lo que representa el género de la ciencia ficción, una temática que enamora a los amantes de la fantasía y el conocimiento. Y precisamente es en el mundo del celuloide donde puede desplegar todo su esplendor para transmitirnos relatos inimaginables y toda la emoción de historias fantásticas a través de vistosos efectos visuales.
Sabemos que realizar una lista de las mejores películas de cualquier temática es un asunto muy arriesgado, porque entran en juego normalmente los gustos personales y preferencias, que no tienen porqué ser siempre del agrado general. Pero en este caso vamos a seleccionar diez películas que representan perfectamente el mundo de la ciencia ficción. Muchas de ellas comparten otras temáticas, como el terror, la acción, el suspense o la aventura, ya que se nutren de diversos títulos de literatura fantástica y forman parte del imaginario de nuestra sociedad actual. Si no habéis visionado alguna de estas obras maestras, os animo a hacerlo en este portal de Peliculas online en el que encontraréis estos títulos y otros más de ciencia ficción u otras categorías.
Y sin más, arrancamos motores en 3, 2, 1…
10 – ‘Gattaca’, de Andrew Niccol (1997)
Esta obra de Andrew Niccol nos traslada al futuro, en el que parte de la descendencia se concibe in vitro y a través de selecciones genéticas. Vincent (interpretado por Ethan Hawke), que fue concebido de manera natural, es un joven miope poco agraciado en cuanto a salud; y esto es un hándicap en un mundo donde solo tienen éxito los mejores embriones escogidos por la mano del hombre.
Pero la ambición de Vincent no tiene límites y anhela vivir en un mundo que no le corresponde, por eso pone todo su esfuerzo en formar parte de una misión espacial hacia Titán, la cual está reservada en exclusiva a los humanos físicamente superiores. Y ahí empieza el desafío del protagonista a través de una aventura en la que la mentira significará el éxito de su periplo.
Vincent tendrá que ayudarse de Jerome Morrow (interpretado por Jude Law), un humano genéticamente sobresaliente, para terminar el destino que su empeño y obstinación habían escrito para él. ‘Gattaca’ es en realidad un drama intenso por la superación y la aceptación, algo inocente en sus exposiciones conservadoras sobre los avances de la ciencia, pero que cuenta con una puesta en escena envidiable y un ambiente inolvidable (sublime fotografía y dirección artística). Michael Nyman fue el encargado de crear su imborrable banda sonora.
9 – ‘Moon’, de Duncan Jones (2009)
Algo extraño ocurre en la cara oculta de la Luna. La historia nos narra la vida del astronauta Sam Bell (interpretado por Sam Rockwell), que se encuentra viviendo en la soledad de una base lunar dedicada a la minería. Allí se encarga de supervisar la extracción del Helio-3, un material muy codiciado en nuestro planeta. Su única compañía es el robot ayudante llamado GERTY y los vídeos que su esposa le envía desde la Tierra.
Justo cuando acaba su estancia de tres años en la base y está a punto de llegar su relevo, comienzan las situaciones extrañas. Empieza a sufrir alucinaciones, desvaríos, fiebres y se suceden eventos que rompen por completo su realidad, mostrando una verdad dolorosa y caótica. El director británico Duncan Jones conquistó el corazón de gran parte del «fandom sci-fi» con esta cinta de corte «indie», la cual primero triunfó en el Festival de Sitges y posteriormente transitó por todo el mundo siendo ampliamente vitoreada.
El film trata temas tan interesantes como la soledad, el significado de la vida o el peligro que supone la tecnología para los humanos; también muestra una visión del humor mordaz y despiadado, conformando un título austero pero sumamente fuerte. El tono de suspense se mantiene hasta el último momento, planteándonos si lo que vemos es la realidad o una ensoñación. Clint Mansell se encargó de componer la sublime banda sonora del film.
8 – ‘Solaris’, de Andrei Tarkovsky (1972)
Esta cinta es una deliciosa composición visual de intriga, secuencias extensas y un halo de tristeza. El argumento nos detalla la historia de un psicólogo llamado Kris Kelvin (interpretado por Donatas Banionis), al que destinan a una estación espacial que se encuentra orbitando el planeta Solaris. Este astro es básicamente un planeta acuático, transitado plenamente por océanos de veleidosas olas, pero también es una enorme conciencia que trastoca las mentes y pensamientos de los tres astronautas que residen en la estación espacial.
Pronto los hombres se verán rodeados por fantasmas espectrales de carne y hueso que les serán familiares y removerán las entrañas de sus memorias y recuerdos. De esta manera Kris, que es una persona fría y lógica, comenzará a fantasear con su mujer Hary (interpretada por Natalya Bondarchuk), la cual se había suicidado hace diez años. Debido a esta memoria vivida, Kris conseguirá madurar sus propias exigencias emocionales. El film ‘Solaris’ es una adaptación de la novela homónima de Stanislaw Lem, y consiguió hacerse con el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes, siendo un referente de culto en el género de la ciencia ficción.
En plena Guerra Fría, fue la respuesta de la URSS a la producción estadounidense ‘2001: Una odisea del espacio’ de Stanley Kubrick. La película consigue cautivar al espectador con su innegable predisposición al infinito. También se presta a una infinidad de lecturas conmovedoras sobre la existencia de los humanos, la realidad y sus paradojas, y la importancia de las heridas que impiden la cura del alma. «No necesitamos otros mundos, simplemente necesitamos un espejo».
7 – ‘La guerra de las galaxias’, de George Lucas (1977)
Sin lugar a dudas nos enfrentamos a la película más famosa de esta lista y que ha dado pie a una prolífica saga que a día de hoy sigue con muy buena salud. ‘La guerra de las galaxias’ aúna distintos referentes y los mezcla para ofrecernos un producto soberbio: un poco de ‘Flash Gordon’, un poco de películas del oeste, las correrías del mundo de los samurais…
Y es que esta película tiene mucha acción y ficción, aunque apenas tenga toques de ciencia (incluso los desafía) pero, ¿a alguien le importa acaso? Este primer film de la franquicia, concebido al cobijo del mejor «pulp» y «space opera», en verdad es el cuarto episodio de la saga si tomamos los hechos desde un punto de vista cronológico. Este título rompió los moldes al completo. Y no es para menos, ya que nos sumerge en un mundo de fantasía espacial a través de unos efectos especiales de impecable factura para la época.
También cuenta con unos protagonistas tan carismáticos que consiguieron incluso convertir a Darth Vader, el villano, en un icono del Lado Oscuro. Hasta los personajes secundarios como los robots C3po y R2d2, o el wookie Chewbacca, han terminado siendo sumamente reconocibles y queridos por el público general. El director del film, George Lucas, logró numerosos hitos en cuanto a imaginería o merchandising, pues no hay más que ver lo profundo que calaron elementos como las naves de La Estrella de la Muerte, el Halcón Milenario, los Caza TIE, los vehículos AT-AT o los famosos sables láser imitados infinitas veces por los niños (o no tan niños) en ficticias luchas imaginarias.
6 – ‘Matrix’, de Lilly y Lana Wachowski (1999)
En esta lista no podría faltar esta increíble ocurrencia que nos adentra en los mundos digitales. Y no solamente merece estar en este palmarés por el estupendo apartado técnico que crearon las Hermanas Wachowski para esta trilogía, sino también por el interesante argumento que plantearon.
Y es que según este film, el mundo en el que estamos viviendo no es real, sino que todo es una ilusión orquestada por un programa informático llamado Matrix. Gracias a esta ilusión, las máquinas emplean a los humanos en su propio beneficio para desarrollar la energía que las mantiene con vida. Aun así existe un mundo real que las máquinas no han conseguido controlar y al que se puede acceder tomando una pastilla roja. En esta otra dimensión los humanos rebeldes luchan como una resistencia contra las máquinas.
Lo que hizo que la película se convirtiera en un gran exponente de la ciencia ficción para el público en general, fue su apabullante puesta en escena llena de memorables escenas de efectos especiales. Secuencias como Neo esquivando balas a cámara lenta mientras se flexiona hasta el extremo, o Trinity volando y manteniéndose en el aire mientras la cámara gira, junto a muchas más, han pasado a la historia «sci-fi» por méritos propios.
5 – ‘Interstellar’, de Christopher Nolan (2014)
Interstellar transcurre en un futuro tan próximo que parece el de ayer, en un mundo donde el hombre subsiste plantando maíz mientras lucha contra infinidad de plagas. Parecen los últimos coletazos de la vida humana en La Tierra, la cual se apaga inexorablemente y tiene puestas sus esperanzas fuera del planeta como único recurso para perdurar. Con esta premisa, el director británico Christopher Nolan despliega un filme que se convierte en toda una epopeya espacial y analiza casi toda la historia del pensamiento.
La historia se presta a miles de hipótesis gracias a la controversia sobre la Cuarta Dimensión, estando basada en un relato original del físico teórico estadounidense Kip Thorne. De este modo, la película constituye un retrato donde se trata el humanismo y los entresijos cósmicos a partes iguales, con un elenco de actores soberbio: Matthew McConaughey, Jessica Chastain, Matt Damon, Anne Hathaway y Michael Caine.
Este título posee una técnica narrativa y artística refinada de forma meticulosa, en la que el director nos sumerge sin florituras en temas como la espiritualidad, la filosofía y la existencia del ser humano, pero a la vez nos muestra la complejidad enardecedora que la ha hecho inimitable. La única indicación que se le da al espectador es dejarse llevar sin convencionalismos ni manuales, fuera de los confines espacio temporales, ya que «si algo puede suceder, sucederá».
4 – ‘Alien, el octavo pasajero,’ de Ridley Scott (1979)
Esta obra maestra de Ridley Scott empieza con la nave espacial Nostromo despertando a la tripulación hibernada para alertarles de una señal de socorro proveniente de un planeta extraño. Aunque recelosos, no les queda más remedio que mandar a parte del equipo a rastrear la superficie de abajo. Lo que ocurre en el planeta da el pistoletazo de salida para una terrorífica historia que sucederá cuando el equipo vuelva a la nave.
La esencia de la angustia y la incertidumbre suben a bordo del Nostromo para que los cinéfilos queden embaucados en sus espeluznantes pasillos. La atmósfera lúgubre y angosta de los corredores de la nave genera una intensa escalada de tensión, temor y pánico refinado que transmite, aparte, un reguero viscoso de repugnancia. El guión, desarrollado por Dan O’Bannon, es pura ingeniería narrativa; también hay que alabar la dirección artística en la que destaca el buen saber hacer del artista suizo H. R. Giger para fusionar las estructuras metálicas con las orgánicas, como si de una pesadilla se tratara.
Este thriller es un espectáculo soberbio, con un protagonista, el ‘octavo pasajero’, conformando una de las criaturas más inquietantes del repertorio de películas de terror y ciencia ficción. El alien, que acertadamente apenas aparece visualmente en todo el metraje para incentivar el miedo a un enemigo del que desconocemos su forma, también fue creado por H. R. Giger y fue caracterizado por Bolaji Badejo, un masai de 2,18 metros de altura.
La cinta fue concebida sin pretensiones, y de hecho dieron el visto bueno a su producción por el reciente éxito que había tenido ‘La guerra de las galaxias’, por lo que no todo fue un camino de rosas en su elaboración. Pero gracias al buen saber hacer y talento de su director Ridley Scott, se consiguió un estupendo film de terror espacial. Debemos sumar la excelente intervención de Sigourney Weaver como la teniente Ripley, una feroz y sensata heroína superviviente; y también una de sus escenas míticas, cuando el bebé alien eclosiona del pecho de Kane (interpretado por John Hurt). Estas y más escenas constituyen esta película de culto de la que podemos ensalzar su opresiva atmósfera.
3 – ‘Metrópolis’, de Fritz Lang (1927)
Esta película puede considerarse la antiutopía expresionista más remarcable de la historia del cine, reflejo de una sociedad ficticia con un panorama desolador. La historia cuenta cómo la clase trabajadora más pudiente se deja la vida trabajando bajo tierra en interminables turnos laborales, mientras la clase adinerada vive una vida de lujo y excesos en la superficie.
Freder (interpretado por Gustav Fröhlich), hijo del dirigente de Metrópolis, se enamora de María (interpretada por Brigitte Helm), una obrera que encabeza con sus mítines secretos, una revuelta latente a la espera de que un «corazón» benévolo libere a la clase oprimida. Freder sigue a María hasta las profundidades de la tierra y conoce de primera mano el sufrimiento y penurias que padecen los de abajo para mantener a la clase privilegiada de Metrópolis. El amor que siente Freder por María consigue que este se convierta en el «corazón» que sirve de puente entre el «cerebro» y la «mano», alegorías empleadas para narrar cómo Freder se enfrentará a su padre (interpretado por Joh Fredersen) para hacer justicia a la clase pobre.
Esta obra maestra del cine mudo alemán, es en realidad una fábula a través de la que su director Fritz Lang nos adentra en una fascinante aventura distópica, que acaba siendo más bien una quimera si lo vemos desde un prisma realista. Aparte nos expone diferentes debates ideológicos, como el socialismo, nacionalismo o capitalismo; también temas teosóficos y éticos llenos de sombras y luces, como el bien y el mal, el hombre y la máquina, la torre de Babel y el Apocalipsis, que incluso a día de hoy siguen vigentes. Y aunque el filme esté a punto de cumplir el siglo dentro de pocos años, se debe elogiar la potencia visual que su director imprimió a la puesta en escena, ideando un futuro icónico en el que se recrea esta obra culmen del expresionismo alemán. Intenta vaticinar conceptos técnicos y arquitectónicos del futuro para regalarnos una imaginería magnánima a gran escala e incluso nos ofrece una representación aventajada para su época: la mujer robot.
Por primera vez en la historia del celuloide, una película muestra la grandiosidad de una ciudad llena de rascielos (como los de Nueva York de aquella época). Para lograr esto, Fritz Lang y su acostumbrado equipo de efectos especiales, encargados de decoración y luminotecnia desarrollaron, gracias al proceso Schüfftan, pequeñas maquetas de la ciudad que engañan a la vista humana para transmitirnos la grandeza de Metrópolis. No cabe duda que Metrópolis es la primera gran película del cine de este género y como tal se le debe un merecidísimo reconocimiento entre los títulos de ciencia ficción.
2 – ‘Blade Runner’, de Ridley Scott (1982)
Otra gran obra del mundo de la ciencia ficción. Desde que naciera hace ya 37 años, la andadura de este clásico de Ridley Scott ha experimentado un sinfín de lecturas, críticas y defensas, pero nunca ha perdido ese ambiente de distopía lúgubre, caos y sabor a cine negro que la hicieron inigualable.
Existen varias escenas míticas, en las que vemos por ejemplo al replicante Roy (interpretado por Rutger Hauer) afligido por su destino y la pérdida de sus memorias «como lágrimas en la lluvia», o a Rachel (interpretada por Sean Soung) siendo sometida al test de empatía para pasarlo con éxito. El universo opresor, oscuro y desolador, pero igualmente cautivador, es el medio en el que los androides luchan por su supervivencia. El cazador de replicantes Rick Deckard (interpretado por Harrison Ford), es el protagonista que se ve embelesado por una femme fatale, el androide Rachel, llevándole a una continua persecución por conocer la verdad que existe tras ella.
El filme se basa en la novela ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’ de Philip K. Dick, aunque Ridley Scott le añadió una escala de simbolismos y una dirección artística que la elevaron a otro nivel.
1 – ‘2001: Una odisea del espacio’, de Stanley Kubrick (1968)
En esta privilegiada posición del ranking, reside otra gran película de culto. Con esta producción, el mundo de la ciencia ficción se hizo más preciso y exquisito, sentando precedentes para posteriores creaciones del celuloide. El mimo con el que se cuidaron los detalles en este film y se tuvieron en cuenta las leyes de la física, hizo que el nivel de profesionalización en el cine de ciencia ficción se elevara hasta límites insospechados.
Un simio que aprende a asesinar. Un ordenador central, el famoso HAL 9000, descubre su dominio sobre los hombres y sufre un cortocircuito emocional. Un astronauta que se hace viejo en una sala del siglo XVIII con el fin de lograr la perfección: volver al útero universal, transformarse en un nuevo ente, y así ser el Niño de las Estrellas… Estas escenas quedan fusionadas en esta película por la enigmática aparición de un monolito del espacio exterior, que surge ante los seres humanos en puntos clave donde se producen saltos evolutivos. Y entre medias, florece un universo cautivador de fotogramas espectaculares, conformando una experiencia sensorial estremecedora donde el conocimiento del hombre (o su reflejo en la máquina) es el protagonista principal.
El director Stanley Kubrick se documentó consultando a biólogos, químicos, astrólogos, teólogos, e incluso fabricantes de naves espaciales con el fin de no cometer errores científicos en la exposición de este prodigio. El guion fue desarrollado por él junto al escritor Arthur C. Clarke., aunque está basado en la novela «El centinela», que escribió este último.
‘2001: Una odisea del espacio’ ha dejado grabadas en nuestras retinas algunas secuencia míticas, como la escalofriante mirada roja de HAL 9000 y su lastimoso balbuceo infantil antes de ser apagado; la puerta sideral que nos transporta a un fantástico viaje al infinito; o en nuestros oídos el empleo meticuloso y magistral del sonido y la música. Y también, aquel hueso que pasa de ser una amenaza a llegar a las estrellas y convertirse en la nave espacial Discovery, condensando millones de años en un simple cambio de plano por corte.
gracias muy buenas reseñas felicidades , buena pagina