En 1982, los periodistas italianos Enza Massa y Roberto Pinotti se hallaban en la Biblioteca Nacional Italiana de Roma, cuando se encontraron con un sorprendente descubrimiento, un manuscrito de 1629 titulado «Nostradamus Vaticinia» (su nombre completo es «Vaticinia Michaelis Nostradami de Futuri Christi Vicarii ad Cesarem Filium D. I. A. Interprete«).
Michel de Notredame, el nombre del autor, aparecía anotado en el interior de aquel libro que consta de 80 páginas ilustradas. Este códice, que nunca fue publicado con anterioridad por Nostradamus, fue legado a su hijo César. Como se adivina por un epílogo inscrito en el libro por los bibliotecarios de la Orden de los Cartujos, más tarde César regalaría el manuscrito al cardenal Maffeo Barberini (1631-1685), que posteriormente se convertiría en el papa Urbano VIII. Luego tuvieron que pasar 400 años para que el libro fuese rescatado del olvido. El documento puede encontrarse en esa misma biblioteca con el título «Fondo Vittorio Emanuele 307».
Conocido como «Vaticinios de Nostradamus«, este libro es considerado a menudo como el libro de profecías finales referentes al fin del mundo tal y como lo conocemos.
Las crípticas ilustraciones que aparecen en él varían de lo extraño a lo bizarro, con imágenes de papas, decapitaciones, extrañas criaturas, objetos simbólicos, cartas, estandartes cruzados, cornetas, velas o incluso tres estilos de escritura. Algunas de estas escrituras parecen formar figuras similares a números romanos o referencias ocultas a nombres personales.
Como se sugiere en varias inscripciones añadidas, estas ilustraciones fueron inspiradas por las profecías papales del abad Joaquín de Fiore, un monje calabrés cisterciense del siglo XII. Basándose en sus predicciones bajo la Apocalipsis de San Juan, Joaquin da Fiore indicó que el apocalipsis empezaría en el año 1260.
La imagen de la derecha ha sido interpretada como el vaticinio de Nueva York, ya que Nostradamus siempre habló de una Ciudad Nueva (dentro de la rueda se divisan unos edificios).
Otra anotación revela que las ilustraciones fueron realizadas por el propio Nostradamus, aunque no existen evidencias actuales de que el adivino fuese el pintor o el autor del trabajo, cuyo contenido de hecho parece haberse creado cientos de años antes de su existencia, y no apareció en imprenta hasta después de la muerte de éste.
De hecho, la postdata señala el año 1629, y una nota en la cubierta (que no pertenece a la escritura de Nostradamus) de la que deriva el título de Nostradamus, no podría pertenecer a una fecha anterior a 1689 (de acuerdo a su contenido). Mientras, una de las notas interiores refiere a fuentes que datan de 1343.
Existe una carta de César de Nostradamus (el primer hijo de Nostradamus) escrita al científico francés Fabri de Peiresc, en la que se mencionan unas miniaturas pintadas por César y un libreto que estaba destinado a ser un regalo para el rey Luís XIII en 1629, pero no existen evidencias o conexiones demostradas entre este libreto y los Vaticinios.
Este vaticinio ha sido interpretado como el atentado que sufrió Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981. Se puede ver al papa siendo atacado por un soldado con una cimitarra (espada árabe), en alegoría al turco Mehmet Ali Agca que atentó contra Juan Pablo II.
El origen del libro parece ser claramente una serie de profecías manuscritas del siglo XIV relativas a los Romanos Pontífices, recogidas en un códice titulado «Vaticinia de Summis Pontificibus«. En él se pueden observar varias imágenes que luego aparecerían en el libro perdido de Nostradamus casi de manera calcada. Aunque se podría pensar que estos vaticinios también pertenecen a Joaquin da Fiore, otras hipótesis descartan esto y simplemente se cree que fueron creados con un fin propagandístico, para influir en las elecciones papales en curso.
Esta es una edición cualquiera de «Vaticinia de Summis Pontificibus»:
COMPARACIONES ENTRE «NOSTRADAMUS VATICINIA» Y «VATICINIA DE SUMMIS PONTIFICIBUS»
En estas imágenes queda demostrado que las ilustraciones del libro perdido de Nostradamus, pertenecen enteramente a «Vaticinia de Summis Pontificibus».
Esta imagen del libro de Nostradamus…
Proviene del «Vaticinia de Summis Pontificibus», como puede verse en todas estas distintas ediciones del libro, que comparten el mismo dibujo y simbología.
Más ejemplos de comparaciones entre el libro de Nostradamus y diferentes ediciones de «Vaticinia de Summis Pontificibus» (a la izquierda las de Nostradamus, a la derecha las de diferentes ediciones de «Vaticinia de Summis Pontificibus»).
Un escrito similar a este es Marston MS 225, que puede encontrarse en un libro de la biblioteca de la Universidad de Yale (New Haven, Estados Unidos). Este manuscrito proviene de las zonas germanas de Babaria y Bohemia, probablemente de las cortes de los emperadores Federico III y Maximiliano I. Se cree que este documento podría haber causado un gran impacto en varios soberanos del Sacro Imperio Romano Germánico.
Se dice que, tanto en las pinturas representadas, como las estrofas que aparecen en el libro, Nostradamus llegó a predecir las guerras relámpago o «Blitzkrieg» de los nazis, el atentado contra el Papa Juan Pablo II, los incendios petroleros de Kuwait por los iraquíes, la lucha de España y Francia por el control del Vaticano, el segundo Concilio Vaticano, la Guerra de Bosnia o el ascenso al poder de Boris Yeltsin.
Esta ilustración ha sido interpretada como los atentados del 11 de septiembre a las Torres Gemelas, pero le veo más parecido al arcano de La Torre. Ni siquiera el dibujo de Nostradamus representa los dos edificios del World Trade Center.
Algunas de las pinturas revelan nuevas profecías, mientras que otras se mantienen indescifrables o hacen referencia a estrofas previas que no son indicadas. Entre las ilustraciones podemos ver a un papa con cuerpo de perro, sacerdotisas, clérigos siendo atacados y un papa de tez negra.
Algunas imágenes son bastante misteriosas y pueden estar relacionadas con las estrofas de Nostradamus. Por ejemplo, una imagen representa uno de los dos unicornios, otra una anguila con una cabeza humana apareciendo de un lago. Posiblemente este sea el pez venenoso de la estrofa III.21 de Nostradamus, que él predijo que aparecería en el mar Adriático, y que inspiró la película «La Dolce Vita» de Federico Fellini.
La última imagen representa el éxodo de una ciudad fortificada gobernada por un papa de tez negra (¿el papa negro?) y su corte, mientras alrededor de ellos se ve una matanza de clérigos de distintas razas. Esta imagen ha sido hipotéticamente conectada con el tercer secreto de Fátima.
En todo caso, queda claro que Nostradamus no realizó los dibujos, ni las estrofas pertenecen realmente a él, y seguramente la mente calenturienta de la gente ha sacado conclusiones erróneas de las ilustraciones.
Más imágenes del libro «Nostradamus Vaticinia»:
El papa Pío VII (nacido Barnaba Chiaramonti), que fue apresado en Francia por Napoleón y sus revolucionarios, está representado en la imagen de abajo vestido de monje, con una rosa en una mano y una hoz en la otra. Una letra B está dibujada en el suelo y se pueden divisar unas montañas en el fondo (chiarimonti significa «montañas claras»).
Esta imagen de abajo parece representar un procedimiento cabalístico: un hombre de larga barba emplea una hoja con espacios para leer el libro que sostiene, y de esa forma extrae un mensaje empleando un sistema cabalístico de salto de letras. Según Cesare Ramotti, el cábala de Nostradamus corresponde a la secuencia de extracción 1-5-5-5, un código similar al empleado por escolares judíos para extraer «mensajes ocultos» del Tora.
La imagen de abajo representa el año 2012, según predicciones calculadas. La página en blanco indica que ninguna persona quedará viva para poder escribir la historia. La rueda de la vida aparece ahora sin puntas.
Esta imagen muestra al papa Benedicto XVI con su cruz de fuego y varias personas dándole la espalda a él y a sus enseñanzas, excepto una pobre mujer que se arrodilla humildemente ante el mismo.
Esta imagen de abajo se supone que predice la sentencia de guillotina de Luís XVI.
La imagen de abajo muestra al papa Juan Pablo II y su ministerio sacerdotal. Un religioso enfadado ha tomado la cruz del papa y su bastón, simbolizando todos los religiosos que han buscado el poder y el control de la iglesia en detrimento del papa, la iglesia y el mundo.
Imágenes del documental que le dedicaron a «Nostradamus Vaticinia» en el Canal Historia.
En la imagen de la izquierda vemos al papa y Luisa Piccarreta sosteniendo el «Libro del cielo» con una pequeña monja (Madre Teresa de Calcuta) que sostiene el báculo del papa.
Menudo artículo! SIgo pensando que son interpretaciones, aunque si es verdad, algunas han coincidido, por lo que tengo entendido ¿no?