Interesante video donde nos relata todos los hechos acontecidos este año respecto a este satélite de Saturno.
Video que simula un aterrizaje en Encelado.
En el año 2005, la sonda Cassini realizó tres sobrevuelos en Encélado, la sexta luna -en tamaño- de Saturno (comenzando por Titán, la mayor). Descubierta por Herschel en 1789, se trata de una luna pequeña (algo más de 500 km de diámetro), se suponía que era helada y ligera, y que orbitaba a algo menos de 250.000 km del planeta, justo en el borde interior del anillo E. De Encélado.
Antes de la Cassini, se sabía poco y se suponía mucho: por ejemplo, su cercanía a ese anillo de Saturno invocaba, a partir de los datos de las Voyager, una relación entre ambos. Algo que se confirma, por cierto, con los datos de Cassini. También se pensaba que era principalmente, una luna de hielo, de baja densidad por lo tanto.
Pero los resultados preliminares que los responsables de la misión han ido dando a conocer en los meses anteriores fueron abriendo la caja de las sorpresas -aunque fueran sorpresas previstas, en parte, por los geólogos-: a partir de los datos de las órbitas de Cassini se vio que la densidad de Encélado era algo mayor de lo esperado, posiblemente debido a la presencia de silicatos y hierro, en mayor proporción que en otras lunas.
Es decir, sería probable la existencia de un núcleo rocoso o incluso metálico. Los nuevos datos, además, comenzaban a permitir entender que Encélado, sometida a importantes fuerzas de marea por el gigante Saturno, podría tener un núcleo fundido, y por lo tanto una importante fuente de energía interna. Un mundo activo, por lo tanto, o al menos en parte.
Las imágenes de los polos de Encélado mostraron un terreno helado pero fragmentado. Ya lo comentaban en la nota de prensa del 30 de agosto desde la página de la misión: “bandas atigradas” fue el apelativo de los expertos al ver los datos de las imágenes en visible y en el infrarrojo.
Más aún, esas bandas resultaban ser bastante jóvenes (entre 10 y 1000 años sólo), y notables, como las más jóvenes que tenían unos 130 km de longitud y estaban separadas unos 40 km, desarrollándose de forma paralela. Una especie de enormes bloques helados que se están fracturando… posiblemente debido a la existencia de algún motor térmico.
En los artículos de Science, se presenta la detección de un “punto caliente” en la región polar meridional de la luna, cerca de esas bandas. En las zonas oscuras, más profundas, se produce emisión de materiales calientes desde el interior (calientes, pero aún así helados). Esas zonas tienen, probablemente, una mezcla de hielo de agua, de hielo seco (dióxido de carbono) y de materiales orgánicos, frente al resto de la superficie que es, probablemente agua helada. Y esta composición apunta a actividad geológica reciente.
El 5 de diciembre se veía que Encélado tenía más sorpresas. Se habían captado eyecciones de material desde la luna. Unas “fuentes de Encélado” que mostraban a las claras un mundo activo. Decía entonces Carolyn Porco, la responsable del equipo de imagen de la Cassini en el Instituto de Ciencias Espaciales en Boulder, Colorado (y autora principal del reporte en Science), que se trataba de un descubrimiento “de los que te dan un vuelco al corazón, sin duda uno de nuestro más sorprendentes resultados”. Por supuesto, un chorro o pluma de material levantándose 500 km sobre el planeta es para darte un sofocón.
‘Sabemos que ésta es una conclusión radical – que podríamos tener evidencia de agua líquida dentro de un cuerpo tan pequeño y tan frío’, dijo la Dra. Carolyn Porco. ‘Sin embargo, si estamos en lo correcto, hemos ampliado significativamente la diversidad de ambientes en el sistema solar en los que podríamos encontrar talvez condiciones adecuadas para los organismos vivos’.
Algunas imágenes de alta resolución de la Cassini muestran helados chorros y altas columnas de vapor lanzando grandes cantidades de partículas a gran velocidad. Los científicos examinaron varios modelos para explicar el proceso y determinaron que hay demasiadas partículas saliendo del polo sur como para que la fuente sea simplemente niebla congelada condensándose a partir de una columna de vapor de agua. Tampoco creen que las partículas estén siendo lanzadas por chorros de vapor de agua que salgan del hielo tibio. En cambio han encontrado evidencia de una posibilidad mucho más emocionante. Los chorros podrían estar haciendo erupción desde bolsas de agua líquida a más de 0 grados Celsius, cercanas a la superficie; una especie de versión fría del géiser Old Faithful (viejo fiel) en Yellowstone.
‘Anteriormente sabíamos de a lo más tres lugares donde hay actividad volcánica: La luna de Júpiter, Io, la Tierra y posiblemente Tritón, la luna de Neptuno. La Cassini cambia todo esto, haciendo de Encelado el miembro más nuevo de este exclusivo club y uno de los lugares más apasionantes del sistema solar’, dijo el Dr. John Spencer, científico de la Cassini en el Instituto de Investigación Southwest en Boulder, Colorado.
‘Otras lunas en el sistema solar tienen océanos de agua líquida cubiertos por kilómetros de corteza helada’, dijo el Dr. Andrew Ingersoll, miembro del equipo de imágenes y científico atmosférico del Instituto de Tecnología de California en Pasadena. ‘La diferencia aquí es que las bolsas de agua líquida pueden estar a no más de unos cientos de metros bajo la superficie’.
Bajo las condiciones de casi-vacío que hay en la superficie de la luna, el agua líquida se evaporaría hacia el espacio, haciendo erupción hacia el vació y llevando partículas de hielo y agua líquida junto con el vapor. El análisis de los chorros y columnas indica que la mayor parte de las partículas finalmente volverán a caer sobre la superficie de la luna, dándole al polo sur su brillantísimo barniz. Las partículas que escapan a la gravedad de la luna caen en órbita alrededor de Saturno, formando el anillo E.
Las imágenes de la Cassini han revelado la geología de Encelado a un nivel de detalle increíble, incluyendo cráteres relajados y extensas fracturas y dobleces en la superficie. Los científicos de imágenes reportan que la luna ha tenido actividad geológica durante los últimos cuatro mil millones de años hasta el presente y que el activo polo sur es el único lugar en el que puede haber hoy en día agua cerca de la superficie.
Los reveladores rasgos geológicos del hemisferio sur de Encelado también dan indicios de un cambio en la forma del cuerpo a través del tiempo. Los científicos creen que éstos están relacionados a un episodio de intenso calentamiento en el pasado de la luna que podría a su vez explicar el anómalo calor y la presente actividad en la región del polo sur.
Las fuentes de este calor son un gran enigma. Alguna combinación de efectos de marea y calentamiento del interior por material naturalmente radioactivo podrían proporcionar el calor para dar energía a los géiseres, los cuales casi con certeza hacen erupción desde las estrechas y cálidas fracturas llamadas “rayas de tigre” que cruzan la región del polo sur de Encelado. Sin embargo, todavía es un problema obtener suficiente energía para reproducir el calor que ha sido observado emanando desde el polo sur.
Varios artículos analizan este surtidor de Encélado, poniéndolo en conexión con el anillo E de Saturno, que se llena de material procedente del chorro, ionizado, aunque parte de él cae como nieve sobre Encélado. ¡En Encélado nieva! Eso puede explicar el blanco tan blanco de las planicies heladas. Material caliente bajo la superficie es el que se eleva, llenando además la atmósfera exterior de Saturno de Oxígeno, algo que ya había sido detectado antes.
Se ha calculado que lleva en erupción al menos durante los últimos 15 años, y que el material es principalmente agua, con dióxido de carbono, metano y propano, pero también amoniaco. Aparte de polvo. Gases, hielo y polvo a gran velocidad. Se ha analizado también la interacción de este chorro con la magnetosfera de Saturno, que crea una situación dinámica que explica las variaciones observadas con los magnetómetros de la sonda espacial.
Como los géiseres, el material caliente de debajo de la superficie escapa a gran velocidad, posiblemente de reservorios de agua líquida muy cerca de la superficie. A unos pocos metros bajo ella. Algo que nunca había sido visto fuera de la Tierra, aunque en nuestro planeta esto sucede a temperaturas mayores (pásense por Lanzarote, por ejemplo).
Uniendo unas cosas y otras, la estructura de la superficie de Encélado puede explicarse con un modelo tectónico similar al que se produce en las banquisas y campos de hielo polares de la Tierra: las masas heladas estarían, se especula, flotando en un material bastante líquido. ¡Océano! Y posiblemente de agua. ¡Agua! ¿No ven que tenemos ya todos los ingredientes para una historia impresionante? En efecto, algo parecido sucedió con los datos de la Galileo de la luna Europa de Júpiter, cuya superficie helada y fracturada habría sufrido un proceso similar.
Lo que aparece en Encélado, en cualquier caso, es una serie de proceso mucho más activos de los que se habían visto en otros lugares del Sistema Solar. Y los científicos, aparte de estar como niños con zapatos nuevos con los datos de Cassini, esperan poder aprender más en los próximos sobrevuelos que hará la sonda a esta luna.
“Nos damos cuenta de que se trata de una conclusión radical, el que hayamos encontrado purebas de la existencia de agua líquida en un cuerpo tan pequeño y tan frío”, afirma Carolyn Porco en la nota de prensa de NASA sobre el tema del agua líquida. Y continúa: “Sin embargo, si tenemos razón, hemos ampliado significativamente la diversidad de los ambientes en los que se podrían dar, en nuestro Sistema Solar, condiciones adecuadas para encontrar organismos vivos.”
El Dr. Torrence Johnson, uno de los coautores del artículo de Science y experto en satélites del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA señala: “Los géiseres de agua activos en la pequeña Encelado son una sorpresa mayúscula. Aún nos intrigan los detalles y las fuentes de energía pero lo que es emocionante es que obviamente Encelado encontró cómo hacerlo. Ahora nos toca a nosotros desvelar el misterio”.
En la primavera de 2008, los científicos tendrán una nueva oportunidad de observar a Encelado, cuando la Cassini vuele a unos 350 kilómetros, pero queda mucho por hacer después de que terminen los cuatros años de la misión primaria de la Cassini.
‘No hay duda de que, junto con la luna Titán, Encelado debería tener una prioridad muy alta para nosotros. Saturno nos ha dado dos apasionantes mundos para explorar’, dijo el Dr. Jonathan Lunine, científico interdisciplinario de la Cassini en la Universidad de Arizona en Tucson.