Las mujeres que conviven juntas, llegan a experimentar una sincronización de los ciclos menstruales, producto de estar expuestas a las feromonas del sudor de la otra compañera.
Las mujeres pueden provocar dos efectos al influir sobre la hormona luteinizante, retrasando o adelantando su concentración máxima (el llamado “pico” de LH). La LH es una hormona de gran importancia para el ciclo menstrual, ya que es la máxima encargada de producir la ovulación.
1- Las feromonas que se producen antes de la ovulación (al final de la fase folicular, días 10-13 del gráfico de abajo) en las mujeres, abrevian el ciclo ovárico de las demás. (Debido a la aceleración del pico (concentración máxima) preovulatorio de la hormona luteinizante (LH)).
2- Las feromonas que se producen justo en el momento de ovular (días 14-15 de la imagen de abajo), tienen el efecto opuesto, ya que alargan el ciclo de menstruación de las demás mujeres. (Debido al retraso en el pico preovulatorio de la hormona luteinizante (LH)).
Se han realizado diversos estudios demostrando estos efectos. Como el que hicieron en el Centro de Investigación en California, donde descubrieron cómo algunas mujeres marcaban la predisposición menstrual de otras, y hacían que otras mujeres se sincronizaran a sus periodos de menstruación.
Los expertos realizaron unas pruebas donde colocaban algodones debajo de las axilas de las mujeres del grupo “alfa” durante un día. Después de eso, disponían dichos algodones sobre el labio superior de 5 mujeres, tres veces a la semana. Pasados cinco meses, 4 de estas 5 mujeres acabaron por menstruar al mismo tiempo que las mujeres «alfa».
Fué la psicóloga Martha McClintock quien descubrió este fenómeno en el año 1971 y fue precursora de estos estudios, por lo que se empezó a denominar a este hecho como “Efecto McClintock” o “Regulación Social de la Ovulación”.
McClintock halló este fenómeno por primera vez, cuando se dio cuenta que siete mujeres socorristas comenzaban el verano con periodos totalmente desajustados y que, al cabo de tres meses, poseían ciclos menstruales prácticamente idénticos.
Estudios posteriores se realizaron en una residencia universitaria donde 135 chicas llegaban a sincronizarse a los cuatro meses, aunque la sincronización era perfecta a los siete meses.
La hipótesis que se baraja y daría una explicación a estas sincronías, reside en un vestigio evolutivo de nuestra época prehistórica, cuando era normal que los hombres tuvieran múltiples parejas, y una reproducción eficiente donde todas las mujeres se sincronizaban, era esencial para la supervivencia de la especie humana.
Otros datos y mitos sobre la menstruación:
– Si la mujer no está expuesta a la luz artificial, su periodo menstrual se sincroniza con las fases lunares. De esta manera, la ovulación sucede en luna llena y la menstruación empieza el primer día de la fase de luna nueva. Aun así, esto sólo se ha “demostrado” en una experiencia personal de alguien que vendía un libro sobre ello. La experiencia personal era sólo sobre 27 personas, sin ningún control ni estudio en regla y cuando se han hecho estudios serios sobre la luna y la menstruación, se ha comprobado que no siguen ninguna relación. Así que esta aseveración no tiene respaldo científico.
El ciclo menstrual no se sincroniza con la luna, es un viejo mito consecuencia de que el ciclo menstrual dure 28 días y la luna un tiempo similar. Lo que sí se ve influenciado, es por los ciclos de luz y oscuridad, así que si eliminamos la luz artificial, es normal que existan cambios en los ciclos menstruales. Otra cosa es que estos vayan sincronizados con la luna.
– Cuando la mujer está ovulando, sus sentidos de la vista y el olfato son mejores y posee una mayor sensación de bienestar.
– Durante la menstruación, las mujeres están más predispuestas a problemas cutáneos, como acné y herpes. En esta fase también son más proclives a infecciones vaginales.
– Durante la menstruación, el aliento de algunas mujeres huele como a cebolla y se denomina a este hecho con el nombre de “aliento menstrual.”
– En ciertas culturas, los hombres emulan una menstruación simbólica cortándose en la zona genital, provocando que les fluya sangre. Los aborígenes australianos varones de las etnias Arrernte o Luritja, seccionan su uretra a lo largo de todo el pene para formar labios vaginales simbólicos y causar un período menstrual figurado.
A este proceso se le denomina subincisión. El hecho de que los hombres quieran representar la menstruación, nos muestra que debe existir algún beneficio recibido del periodo, y no quieren que sólo las mujeres lo posean.
Todos los que hemos tenido madres y hermanas en la misma casa hemos comprobado de sobra este efecto cuando las venía a todas a la vez.
No veas que grima lo de las culturas ancestrales que se trepanan las partes pudendas.
Saludos.
Que aumenta el sentido del olfato mientras estamos ovulando, lo he comprobado algunas veces.
Es muy curioso lo de la sincronización menstrual, eso nunca lo he observado.
Es totalmente cierto.
Sí que es verdad que se supone que las mujeres sacamos un beneficio de todo esto, la renovación de una parte de la sangre mensual, con lo que nuestras células sanguíneas son siempre más jóvenes.
Hasta que llega la menopausia claro.
Madre mía que locos que estan estos aborígenes. Ya son ganas ya…
Los hombres siempre podemos renovar la sangre acudiendo regularmente a donar sangre, que es lo que hago yo
:P