La testosterona y el estradiol, son dos moléculas con una gran semejanza. Son diferentes tan sólo en la estructura del anillo de la izquierda y en el hidrógeno (ó OH) que se encuentra unido al mismo.
No obstante esa minúscula diferencia en las moléculas, establece toda la diferencia del mundo que conocemos. La molécula mostrada abajo es la testosterona, que es la principal hormona sexual masculina. La producción de testosterona en nuestro cuerpo comienza en la pubertad y determina todas las características sexuales masculinas secundarias en los seres humanos.
La molécula que hay en la imagen de abajo es el estradiol, la principal hormona sexual femenina en los seres humanos. La producción del estradiol comienza también en la pubertad y desaparece una vez llegada la menopausia. El estradiol se encarga de controlar las características sexuales secundarias femeninas.
Esto demuestra de que no es necesario realizar un cambio muy importante en una molécula para producir un cambio muy grande en los organismos en los que se encuentra dicha molécula.
Por cierto, somos los hombres los que sufrimos modificaciones del patrón básico para ser hombres…o sea que el patrón origen es el femenino.