Alcahuetear, que es un sinónimo del verbo cotillear, es según ciertos entendidos del tema, un comportamiento que genera la liberación de endorfinas, neurotransmisores del cerebro que nos hacen sentir bien y causan una sensación de alegría.
Según la antropóloga social Kate Fox, del Social Issues Research Centre (SIRC) de Oxford, la costumbre de cotillear, es decir, «hablar por gusto sobre las pequeñas faltas de los demás o contar cosas que afectan a otros», según reza el diccionario de Maria Moliner, es una necesidad primitiva básica para nuestra felicidad mental, social y física.
Siempre que se efectué privadamente y no perjudique la intimidad ni la integridad moral de nadie, no debe tomarse como algo negativo. Porque cuando ese «por gusto» se transforma en «por dinero», el resultado no es tan neutral.
El mal denominado «periodismo del corazón» o «prensa rosa», no es más que un término ambiguo para disimular y sacar partido del cotilleo de intimidades, propio de alcahuetes y correveidiles.
¿Te gusta cotillear?
En España es el deporte nacional, nacemos con el cotilleo en la sangre.
A mí me encanta cotillear, pero sobre gente que conozco de mi alrededor no de gente desconocida que sale por la tele. El “periodismo” del corazón apesta pero cotillear nos gusta a todos y el que diga que no miente.
Desconocía que fuera una necesidad para nuestra felicidad mental.
Aunque no soy muy de cotillear, reconozco que lo hago alguna ocasión, pero siempre con alguna amistad muy intima, y si que me ha gustado hacerlo.
Sobre el cotilleo publico del periodismo del corazón, pienso que a veces hacen demasiado daño.
Pues si, lo que no sabia lo bueno que era, jajaja, así que yo a lo mío
Recuerdo que el cotilleo era muy propio de pueblo, porque todos se conocían.
En la capital casi nadie conoce a nadie y es difícil criticar sin conocer… y entonces surgió la forma ideal del cotilleo que es la TV, así todos conocen a todos y todos pueden opinar y cotillear a gusto…
Creo que existe una inclinación natural al cotilleo,en términos generales, es decir hablar de lo que les ocurre a los otros.
Pero la buena educación y el respeto a los demás nos exige ser discretos y no dañar la imagen de nadie, así como no comentar nada que perjudique a los otros. Tampoco no «traspasar» a terceros las confidencias que nos hacen familiares y amigos.
Siempre huyo de contar algo íntimo o personal a gente cotilla.
Los cotilleos de la televisión me parecen deplorables y los evito.
La curiosidad de este post es haber descubierto esa parte «positiva» que tiene el cotilleo para nuestro organismo. ¿…?
Un saludo
Por eso vemos a mucha gente tan feliz hablando d elas demas personas y se ven bien. PEro creo que tiene su lado negativo el ser cotilla. Es como todo..
Saludos