Las primeras familias convencionales surgieron muy pronto, entendiéndose por ella a la asociación de un hombre y una mujer junto a sus hijos. Presumiblemente hace cuatro millones de años, los primitivos homínidos ya constituyeron esta clase de uniones.
Como el cuidado de los hijos se alargaba en el tiempo, la cooperación entre hombres y mujeres se hizo indispensable.
Por otra parte, la desaparición del celo en la mujeres fomentó la existencia de parejas más o menos duraderas. Según el libro «La ciudad antigua: estudio sobre el culto, el derecho y las instituciones de Grecia y Roma«, publicado en 1864 por el historiador francés Fustel de Coulanges, las familias antiguas estrecharon lazos a raíz del culto a los antepasados, que ya se contemplaba en los Neandertales.
Los historiadores han analizado la familia como el comienzo de las civilizaciones: asiria, griega (fratria) y romana (gens), entre otras.
Ese libro me lo he leído y es buenísimo pese a lo antiguo que es.
Un abrazo.