Los haikus son poemas sin rima de origen japonés, con una estructura extraña llena de sustantivos por doquier. Suelen formarse con unas 17 sílabas, que componen tres versos (5-7-5), por lo que suelen ser cortos.
Según los poetas japoneses del siglo XVII, el haiku (o haika) es una forma de contar lo que ocurre o se ve en ese mismo momento, y muchos de ellos reflejan la naturaleza, paisajes, impresiones o dramas.
El origen del haiku proviene del haikai, otra forma poética humorística que también derivó en otra forma y estilo llamado “Renga”. El haiku empezó a usarse en el siglo XV bajo el nombre de “haikai no renga”.
Los primeros escritores en formalizar este estilo fueron Yamazaki Sokan (1465–1553) y Arakida Moritake (1473–1549). Otros exponentes del haikai posteriormente, fueron Matsunaga Teitoku (1571–1653), el fundador de la escuela Teimon, y Nishiyama Sōin (1605–1682), el fundador de la escuela Danrin.
La escuela Teimon apostaba por la popularidad del haiku, aunque tuviese muy presente los juegos de palabras. La escuela Danrin, se ocupaba de explorar la vida diaria de la gente para obtener otras fuentes, aunque terminaba siempre con una visión más frívola.
Matsuo Basho (1644-1694) es considerado el padre del haiku, ya que dotó a este estilo de una interpretación literaria a un guiño de la naturaleza, todo ello desde la visión de que también era un camino al Zen.
El haikai fue evolucionando en estilo a través de varios gurús, como Yosa Buson (1716-1783), un pintor que daba importancia a las fuentes paisajísticas y la belleza, y finalmente el poeta Masaoka Shiki (1867-1902), que revisó y renovó el estilo del haiku que conocemos hasta nuestros días.
Una de las palabras clave, llamada “kigo”, refleja la estación del año en que transcurre el haiku. Los haikus combinan 3 diferentes poupancas, con unas pausas gramaticales distintivas llamadas “kireji”, y que se suelen estar al final de la quinta y la séptima “morae” (sílaba), por lo que en las traducciones se sustituyen por comas o saltos de línea. Aunque en japonés el haiku se escribe en una sola línea, en occidente se suele separar en tres frases.
Tres haikus de una noche de primavera:
Consciente de amarlos,
pasa el otoño
devorando tus labios.
Ahora el viento se mece
en el columpio.
En silencio queda el niño.
No morir, sino pasar.
Eso nos pide
la lluvia sobre el pecho.
Haiku de una chica decepcionada por su amante
“Ahora vengo”, me dijo.
Y me pregunto porqué
estuve esperándolo, tontamente,
desde que salió la luna
hasta la luna del alba.
Haikus famosos de Basho
La rana que salta a un estanque
Un viejo estanque (Furu ike ya)
salta una rana ¡zas! (kawazu tobikomu)
chapaleteo. (mizu no oto)
Luna de agosto.
Vagué junto al estanque
la noche entera.
Por esta senda
no hay nadie que camine:
fines de otoño.
Relampaguea.
Después en las tinieblas
grazna una garza.
En ruiseñor
sueña que se convierte
el grácil sauce.
Miré y había
pan-y-quesillo en flor
cerca del seto.
Bajo un mismo techo
durmieron las cortesanas,
la luna y el trébol.
Lía budines,
con la otra mano alisa
el pelo de su frente.
Serenidad.
Se incrustan en las rocas
chirríos de chicharras.
Aroma del ciruelo,
y de pronto el sol sale:
senda del monte.
Leyendas de Yuzu-Nembutsu (1329)
Buenisismo, gracias por el post
Buena recoplicación y muy clara, la información sobre el haiku.
Delicados y preciosos los dibujos japoneses. ¡Completo el post!
A mi me gusta hacer haikus, cuando veo algo que me inspira, generalmente una imagen, en el momento de verla o al evocarla. La asocio a un pensamiento y luego me divierte encontrar las palabras, con las silabas justas, para expresarlo. Es como un ejercicio mental.
Un abrazo.