Aunque no se sabe a ciencia cierta, se siguen desarrollando investigaciones al respecto. De hecho, Craig Venter, fundador y ex-director de Celera Genomics (empresa que logró completar la secuencia del genoma humano), tiene el proyecto de crear un organismo vivo en laboratorio. Para ello, Venter pretende identificar el menor número de genes que permita la existencia de un organismo capaz de crecer y reproducirse de forma autónoma.
La respuesta se halla en bacterias como Buchnera aphidicola, pariente con la famosa bacteria Escherichia coli, habitual del intestino del hombre, pero que ha padecido una evolución por reducción de su material genético, llegando a tener un tamaño genómico casi ocho veces inferior al de E. coli. Es una de las bacterias de menor tamaño genómico que se conocen.
Las bacterias con genomas minimalistas son consecuencia de su forma de vida, pues habitan en simbiosis en el interior de otras células.