No hay nada más digno que trabajar en un entorno limpio y ordenado, y en oficinas donde prime la pulcritud y la higiene. Pero las personas que lograron semejantes estampas desde luego están a caballo entre el síndrome de Diógenes y la guarrería más absoluta.
No se puede decir que este informático tenga su ordenador limpio.
Cuando terminamos de comer, dejamos envases y cartones donde uno pille.
Para algo tiene que servir no tener un monitor plano…
¿Dónde estará el papel de la contribución de enero de 2003?
Lo mismo bajo ese montón de colillas hay un cenicero.
Plano cenital del escritorio-estercolero.
Y esto es una sugerencia de decoración para las oficinas sin váter. Menos remilgos y vergüenzas, uno puede ponerse a jiñar en este cómodo retrete mientras a escasos metros tu colega pasa a Word un documento.
No veo el papel higiénico. Bueno, no pasa nada, lo útil de esto es que siempre puedes pedirle a un compañero que te acerque un rollo o que en su defecto, te pase folios.
Más bien diría que son unos guarros los que trabajan ahí, sobretodo las primeras fotos
Viendo estas, creo que nosotros no tenemos que limpiar esta semana.
jaja, qué risa con lo del váter. Y que horror trabajar con tanta suciedad y desorden.
Jajajaja Que risa, lo del WC, que fuerte, alá hay en medio a hacer de vientre XD jajajaja. Besos.
El del retrete no puede ser real XD
Que risa me ha dado con estas fotos :-)