Esta conocida imagen fue tomada en 1936, y en ella podemos ver a un fantasma al que se ha denominado «la mujer de marrón», el cual vaga por la mansión Raynham, en Inglaterra (Reino Unido). Esta imagen se ha considerado como una de las fotografías de fantasmas más famosas y aparece en numerosas publicaciones como un estandarte de la existencia de espectros y fantasmas.
Según cuenta la historia, el fantasma de la mujer de marrón de Raynham pertenece a la vizcondesa de Townshend, Dorothy Walpole, nacida en 1686 y hermana de Robert Walpole (primer ministro de Inglaterra en 1721 durante 21 años). Dorothy se había enamorado de un joven, Charles Townshend, pero su padre les prohibió contraer matrimonio.
Entonces Dorothy sostuvo una relación con otro hombre, Lord Wharton, una persona derrochadora y libertina, y Charles Townshend por su parte se casó con Elizabeth Pelham (la hija del Baron Pelham de Laughton). De esta manera se separaron y tomaron distintos caminos, convirtiéndose su amor en algo prohibido y clandestino. Pero el azar les dio otra oportunidad en 1711, cuando la mujer de Charles Townshend falleció misteriosamente por causas desconocidas. Al quedar Charles libre, Dorothy pudo desposarse con Charles Townshend en 1713 (dos años después), un hombre que tenía fama de ser algo violento.
Pero tras contraer matrimonio, Charles se enteró de las infidelidades de su mujer, que seguía viéndose a escondidas con su antiguo amor, el señor Lord Wharton. Charles entró en cólera y mandó encerrar a Dorothy en su habitación de Raynham Hall, la mansión en la que vivían, situada en la ciudad de Norfolk, Inglaterra.
Nunca permitió que Dorothy saliera de aquella casa, ni dejó que viera a a sus cinco hijos (los cuales retuvo durante su cautiverio permanente) o su familia, permaneciendo allí hasta su muerte el 29 de marzo de 1726, a la edad de 40 años, debido a una presunta viruela. Otra versión de los hechos más macabra relata que Charles la tiró por unas escaleras y ella se desnucó.
En años posteriores, mucha gente contó haber visto al fantasma de Dorothy en la mansión de Raynham Hall, lo que confirmaba que nunca abandonó aquel lugar. Aquí algunos testimonios:
A comienzos del siglo XIX, el rey Jorge IV pudo verla mientras estaba en su cama. Relató que contempló a Dorothy mirándole fijamente desde detrás del camastro; vestía un traje marrón, tenía la cara pálida y los pelos alborotados.
En 1835, el Coronel Loftus también pudo verla en una habitación de la mansión durante unas vacaciones de Navidad. De camino a sus aposentos en una de aquellas noches, contempló una silueta de pie en el salón frente a él. La figura vestía de nuevo un vestido marrón, pero cuando intentó verla mejor, la mujer desapareció fugazmente.
A la semana siguiente, el Coronel Loftus volvió a percibir la figura, aunque esta vez pudo reconocerla mejor. Contó que poseía la apariencia de una mujer aristócrata, que portaba el mismo traje marrón satinado, y que su piel brillaba con un débil resplandor. Para su espanto, pudo comprobar que sus ojos parecían haber sido arrancados, mostrando las órbitas vacías.
El Coronel Loftus narró estas experiencias a otras personas, y muchas de ellas corroboraron sus avistamientos. Pronto empezaron a decir que ellos también habían estado viendo la extraña estampa. Un artista llevó un retrato de “la mujer de marrón” (como se le empezó a conocer a partir de esos sucesos), y la pintura fue colgada en una pared de la habitación donde había aparecido con más frecuencia.
Frederick Marryat
Pasados unos años, el Capitán Frederik Marryat se hospedó en la mansión de Raynham Hall. Quiso pasar la noche en la habitación donde el fantasma se había manifestado más veces; estudió la pintura de Dorothy con la esperanza de que apareciese, pero esta no se dejó ver aquella noche.
Unos días más tarde, mientras bajaba junto a dos amigos las escaleras que comunicaban con el salón, la mujer de marrón se manifestó de repente llevando un candil y pasó deslizándose al lado de ellos, aunque estos se habían ocultado tras una puerta. Según la historia relatada por Marryat, la efigie de Dorothy les sonrió de una forma diabólica, y antes de desaparecer, Marryat consiguió salir de detrás de la puerta para dispararle con una pistola que llevaba. La bala pasó a través de Dorothy y se incrustó en la pared, mientras ella desaparecía fantasmagoricamente.
A lo largo del siguiente siglo, más personas contaron haber visto a la mujer de marrón, aunque el caso mejor documentado de su aparición ocurrió el 19 de septiembre de 1936.
El Capitán Provand e Indre Shira eran dos fotógrafos que fueron enviados a Raynham Hall con el fin de realizar un reportaje para la revista “Country Life”. De acuerdo al testimonio de Shira, sucedió lo siguiente:
“El Capitán Provand realizaba las fotografías mientras yo le alumbraba con un foco. En uno de los momentos que nos estábamos preparando para otra instantánea, yo me encontraba situado a su lado, tras la cámara y con la luz enfocada hacia las escaleras. De repente, noté una presencia etérea cubierta con un velo bajando las escaleras. Ante aquella manifestación, le dije a Provand: -¡Rápido, rápido, hay algo!- y pulsé el botón de la linterna. Después de realizar la foto y cerrar el obturador, el Capitán Provand retiró la tela de la cámara y me preguntó: -¿A qué vino tanto escándalo?”
Cuando revelaron la foto, descubrieron que habían conseguido fotografiar a la mujer fantasma, que se supone que era la mujer de marrón bajando las escaleras. La fotografía se publicó en la revista «Country Life» el 16 de diciembre de 1936. Lo particular de este suceso, es que no es usual fotografiar fantasmas mientras son observados en el momento de tomar la foto, nadie se percata de ellos mientras se realiza la instantánea, sino que suelen descubrirse posteriormente en el revelado.
Los escépticos argumentaron que la fotografía no era genuina. El analista de imágenes Joe Nickell investigó la foto y concluyó que se trataba de un fotomontaje elaborado con dos imágenes superpuestas.
Aunque la fotografía pueda clasificarse como fraude, tampoco se puede decir que la mujer de marrón de Raynham no existió. Desde el año 1936 ha sido avistada pocas veces; por ejemplo, la Marquesa de Townshend narró a Dennis Bardens en 1960 que percibió su aparición varias veces.
La ausencia de la Señora Townshend en Raynham Hall, puede ser debida al hecho de que se ha visto también morando por la casa Sandringham. En esa mansión, Dorothy se deja ver con una apariencia joven y alegre, mientras que en Raynham se presenta como la inquietante mujer de marrón.
También existen otras versiones de apariciones en Raynham Hall, que cuentan con el Duque de Monmouth, dos niños fantasmales o el fantasma de un Cocker Spaniel entre los testimonios narrados.
Yo no me creo estas cosas de fantasmas y espectros en fotográfias..tendría que verlo en persona o verme en la situación para creermelo