Aquí algunas fotos de las que salieron publicadas en la revista Maxim donde veíamos a Patricia Conde en un entorno de colores suaves y en plan seductora. Podéis leer también una selección de dos entrevistas para conocer más cosas de esta guapa y simpática presentadora.
«Soy Paty, nací en Valladolid el 5 de octubre de hace 24 años. Nada más empezar el instituto me ofrecieron un desfile de moda”. Así se presenta Patricia Conde en el libro Lady Kaña, publicado por La Esfera de los Libros. Patricia Conde se ha orientado profesionalmente hacia la comedia. Y no le ha ido mal. Esta vallisoletana de 29 años fue modelo, se presentó al certamen de Miss España como Miss Palencia pero ha demostrado ser algo más que un rostro bonito.
De reportera de ‘El informal’ saltó la interpretación a través del humor, con el montaje teatral ‘5 mujeres.com’ o ‘El club de la comedia’. El triunfo más rotundo le ha llegado con el programa revelación de La Sexta ‘Se lo que hicisteis…’, que ha superado las cien emisiones y saltó de espacio semanal a diario. No le ha mareado la popularidad, tiene sus objetivos claros y asegura que desea casarse un día, disfrutar del marido y los hijos.
¿Qué recuerdos tienes de aquel día?
Mi madre dice que tengo una memoria selectiva superdesarrollada. Me llamaron unos amigos cuando tenía 15 años para desfilar. Todas éramos yogurinas y estábamos encantadas. Me chiflaba maquillarme, peinarme y vestirme.
A tus amigas se les debieron de poner los dientes largos…
Quizá, porque me ganaba un dinerito que me permitía comprar ropa, ir al cine, pagarme mis coca-colas y alguna escapada que otra.
Entraste muy joven en un mundillo donde la anorexia y la bulimia están presentes…
Siempre he comido lo que he querido. No entendía que las niñas se privaran de comer hamburguesas. Otras vomitaban después de comer.
¿De verdad que no te preocupa el asunto de las tallas?
Mientras sea feliz, qué importa una talla más o menos. Muchos veranos, tenía casi una 42. Mis amigos decían: “Liberad a Willy”. Y yo me reía con ellos.
¿Eres de las que se visten o te disfrazas?
Visto de sport, aunque a veces, me entra la vena artística, veo una foto de Cameron Díaz con gorrita, jersey de rayas, pañuelo al cuello, vaquero y digo: “Lo tengo todo”. Y me disfrazo de Cameron. Otros días voy de Sara Jessica-Parker…
¿Has llegado a ese punto de madurez de comprar sólo la ropa que vas a ponerte?
Tengo ropa en el armario con la etiqueta colgando y me pregunto para qué la he comprado. Me bebo las revistas pero adapto la moda a mi personalidad.
¿Qué enseñas y qué ocultas con la ropa?
Me gusta enseñarme a mí misma tal como soy, y no me tapo nada. No tengo complejos. Si tengo más barriguilla, me pongo una camiseta más larga.
¿El tacón de 12 centímetros sirve para algo más que para igualarse a un príncipe?
Sirve para destrozarte los pies, claro. Te lo pones y estás 15 minutos tan mona. Después no puedes ni andar. Y eso que yo aguanto, que conste.
¿Compras a saco en las rebajas?
Compro a saco fuera de rebajas porque me gusta ir de tiendas cuando no hay gente. Tengo etapas compulsivas y luego pasan tres meses y no he comprado nada.
¿Te dejas convencer por los estilistas?
Si no es mi rollo, se lo digo. Soy de lo más normal: me pones una falda vaquera y una camiseta blanca y voy tan contenta.
¿Tu ropero está ordenado o hace falta llamar a los antidisturbios para despejarlo?
Está ordenado durante un mes. Luego termina todo mezclado. Tiras de una cosa y se caen los pantalones… ¡Un horror! Entonces vacío todo el armario encima de la cama, y casi lloro.
Cuando entre un hombre en tu casa tendrás que poner su ropero en la bañera…
Siempre dejo un poco de espacio para cuando viene alguien. Si me planteo compartir mi casa y mi vida con alguien, ya haré separación de armarios. Pero como de momento no tengo compañía…
Da la impresión de que en el programa se lo pasan bien, se divierte mucho con su compañero, Ángel Martín.
Desde que me están maquillando me lo paso bien. Yo procuro reírme todos los días de mi vida. Es la mejor terapia.
¿Se ríe mucho?
Yo soy muy tímida y muy reservada, bastante seria con mi trabajo. Ya sé que suena raro haciendo comedia, pero tengo mucho respeto al humor. Yo me río de las situaciones que me ocurren a mí en la vida, jamás del vecino. Una risa muy sana y muy normal.
¿La televisión hay que tomársela a broma?
No hay que tomarse nada a broma. Hay momentos para todo en la vida, para reír y para llorar. Se puede hacer una crítica constructiva y divertida, pero al medio hay que tenerle mucho respeto. Tengo sentido del humor, si no lo tuviera haciendo el trabajo que hago estaría trastornada.
¿Qué programas le llaman más la atención?
Algunas cosas de lo poquito que veo, como ‘La hora Chanante’, ‘Padre de familia’, ‘Prision Break’ o ‘Friends’ me encantan y tengo la colección de todas las temporadas. Y las series que están bien hechas en diferentes cadenas. Me encanta que haya ficción, y cuanta más mejor porque al fin y al cabo es lo que hacemos nosotros.
¿Y qué le causa rechazo en el medio?
Simplemente me parece un pérdida de tiempo el hecho de estar frente a la tele sin que te entretenga nada. Pero no es rechazo.
¿Presentaría un programa rosa?
Es que soy actriz, no presentadora. Ahora hago un papel dentro de un programa. En realidad lo que hacemos es la parodia de un programa, que no deja de ser ficción. Pero, en cualquier caso, no me llaman la atención los programas a los que se refiere.
Choca que actores y presentadores populares sean grandes tímidos, como usted.
Es así. Haces tu trabajo como otro cualquiera. Procuro poner todo mi empeño y ya está. No me da vergüenza hacer mi trabajo.
¿Cual sería su aspiración?
Ser una buena ama de casa, una buena madre, una buena mujer para mi marido. No pido más porque ya tengo lo que quiero. Ahora mismo, con el programa, he llegado al tope que yo me puse. A partir de aquí, todo lo que venga será maravilloso. Sigo con el proyecto de vida que tenía hace diez años. Quiero casarme, tener hijos, una casita y hacer meriendas gigantes para toda la familia y los amigos. Esa es la auténtica felicidad. Si es que nos vamos a morir. Qué más nos da. ¿Para que quiero aspirar a más?. Tengo mi programa. Y punto. Luego, ir al supermercado, a la tintorería…. Una vida normal, y poco a poco, si me dejan, conseguiré ser una persona que tiene un trabajo que la convierte en popular pero absolutamente normal. Algún día me voy a morir. Y me gustaría estar en la camilla y decir: ‘qué familia he creado, cuantos nietos y qué bien me lo he pasado!’. Y ya está.
Es decir, que no es ambiciosa en el terreno profesional….
¿Yo?. Nada. Todo en la vida llega. El destino ya está escrito para todos, sólo hace falta encauzarlo un poquito. Ya te he dicho que tengo lo que quiero. ¿Si me dan más?, pues mira que bien. La felicidad y la vanidad son incompatibles.
Es un rostro habitual de las revistas rosa…
Nunca les doy bola. Me hacen cuatro fotos, se imaginan no sé qué, manipulan la información y se inventan algo. Jamás he hablado de nada, nunca podrán poner nada en mi boca. Me río mucho porque nunca sacarán nada morboso ni jugoso.
¿Su físico es un aliado?
El físico tiene fecha de caducidad. Por muy mona que seas, si no demuestras que tienes algo dentro estás perdida, en todos los sentidos. No puedes ir por la vida siendo un envoltorio porque para un catálogo está muy bien tener buen tipo y ser guapa, pero para hacer un programa en directo de lunes a viernes yo creo que tienes que tener algo más que una cara bonita.
