En esta broma de Just for Laughs, podemos comprobar porqué no hay muchos cajeros de avanzada edad. Las personas que se ponen en esa caja, maldicen su mala suerte cuando observan cómo al hombre le entran los tembleques y cobra varias veces cada artículo. La gente mira para los lados, buscando a alguien a quien quejarse, mientras en el monitor de la caja aparecen repetidos los cobros de los artículos. Y para rizar el rizo, muy buena la actuación de este hombre con parkinson cuando empieza a mirar en el monitor los errores que les señalan los clientes.