Hola de nuevo, seres de raza inferior. Tenemos para hoy, un reportaje acerca de las irregularidades cometidas por los soldados norteamericanos y británicos en una zona de la Tierra llamada Irak.
Desde la federación galáctica, estamos consternados por estos sucesos que solo acontecen en vuestra patética sociedad política.
Primeramente, el terrícola Quaid nos ha mandado un video donde vemos cómo el diálogo y el pacto están a la orden del día en el ejército británico, así como la salud mental de la gente que graba estas transmisiones, pero como Youtube lo ha retirado, no puedo ponerlo.
Violación de los derechos en Irak
La tortura y otros abusos contra los detenidos bajo la custodia de los Estados Unidos en Irak fueron autorizados y habituales, incluso después del escándalo de Abu Ghraib en 2004, según las declaraciones de soldados recogidas en un informe de Human Rights Watch publicado en julio de 2006. El informe contiene testimonios de primera mano de personal militar estadounidense y se detallan los abusos en un centro dentro de una zona cerrada del aeropuerto de Bagdad y en otros centros de detención de Irak.
En “No Blood, No Foul: Soldiers’ Accounts of Detainee Abuse in Iraq” (“Si no hay sangre no hay falta: Testimonios de soldados sobre el maltrato a detenidos en Irak”) los soldados describen cómo se sometió habitualmente a los detenidos a duras palizas, dolorosas posturas incómodas, privación severa de sueño y la exposición a temperaturas extremas de frío y calor. Los testimonios proceden de entrevistas realizadas por Human Rights Watch, complementados con memorandos y declaraciones juradas contenidas en documentos desclasificados.
“Se dijo a los soldados que los Convenios de Ginebra no eran aplicables, y que los interrogadores podían usar técnicas abusivas para hacer hablar a los detenidos”, dijo John Sifton, autor del informe e investigador senior sobre terrorismo y antiterrorismo de Human Rights Watch. “Estos testimonios refutan las afirmaciones del gobierno estadounidense de que la tortura y el abuso en Irak no fueron autorizados y fueron excepcionales -por el contrario, fueron permitidos y empleados habitualmente”.
Los testimonios revelan que el maltrato a detenidos fue una parte establecida y autorizada de los procesos de detención e interrogatorio en Irak durante gran parte del período 2003-2005. También sugieren que los soldados que intentaron denunciar el abuso fueron repulsados o ignorados.
Algunos de los abusos más graves detallados en el informe están relacionados con una fuerza de tarea especial que operaba en un centro de detención de una zona cerrada del aeropuerto de Bagdad, llamado Campamento Nama. En el informe también se describe los graves abusos ocurridos en un centro cercano al aeropuerto de Mosul y en una base cerca de al-Qaim, en la frontera con Siria.
Según los testimonios de los soldados, los detenidos en el Campamento Nama no fueron registrados con el Comité Internacional de la Cruz Roja, en violación del derecho internacional, siendo regularmente desnudados y sometidos a palizas, ejercicios forzosos, privación severa de sueño y varias formas de tratamiento degradante e inhumano. Un interrogador que sirvió en el Campamento Nama dijo que los responsables de su unidad de interrogatorio fomentaron el maltrato. “La gente quería tratar con más y más dureza a todos”, señaló. “Creían que ese era su deber y lo que tenían que hacer, y que tenían que hacerlo todo el tiempo”, agregó.
Los testimonios ofrecidos por los soldados revelan que la cadena de mando militar autorizó muchas técnicas abusivas. Un interrogador localizado en un centro cercano a Mosul en 2004 mencionó el caso de un oficial responsable de su unidad de interrogatorio que le ordenó a él y a otros interrogadores que emplearan técnicas abusivas con una serie de detenidos. Utilizaban perros en los interrogatorios, a la par que forzaban a los detenidos a hacer ejercicios duros, soportar posiciones de estiramiento, arrodillarse en la grava y caminar de rodillas sobre ella, estar de pie con los brazos estirados sosteniendo botellas de agua en las manos durante períodos prolongados, todo con la ayuda cómplice de los guardias de la prisión.
Aquí refrescamos un poco la memoria, con un caso antiguo que ocurrió el año pasado:
Una audiencia militar estadounidense examinó testimonio de cómo tres soldados se habrían turnado para violar a una niña iraquí de 14 años en marzo pasado, en la población de Mahmudiya.
La niña y tres de sus familiares fueron presuntamente asesinados por cuatro soldados estadounidenses.
Detalles gráficos del ataque que ocurrió en la casa de la familia, salieron tras una declaración jurada de uno de los acusados, James P Barker.
La audiencia premilitar decidirá si los cuatro soldados son enviados a la corte marcial.
El caso forma parte de una serie de atrocidades de las que se responsabiliza a las fuerzas armadas de EE.UU. desplegadas en Irak.
El especialista Baker está acusado de violación y asesinato, junto con el sargento Paul Cortez, y los soldados Jesse Spielman y Bryan Howard.
Los cuatro habrían ayudado al ex soldado Steven Green -quien se fue de baja del ejército tras el ataque- a planificar, llevar a cabo y encubrir el ataque.
Green se ha declarado no culpable en una corte federal y será enjuiciado de forma separada en Estados Unidos.
Un quinto soldado habría mentido para cubrir a sus colegas.
Whisky y golf
El investigador Benjamín Bierce entrevistó a Barker de 23 años el 30 de junio y le tomó su declaración, expresó Bierce a la audiencia en una base militar estadounidense en Bagdad.
El día del ataque los soldados habrían estado bebiendo whisky iraquí mezclado con una bebida “energizante” y practicaron golf en un punto de control al sur de Bagdad, señala la declaración de Barker.
De ser declarado culpable Steven Green podría enfrentar la pena de muerte.
Uno de los soldados, Steven Green, habría indicado que él “quería ir a una casa y matar a algunos iraquíes”.
Los cuatro eventualmente fueron a una casa a unos 200 metros de donde se encontraban y pusieron a los padres y a su hija de cinco años en el dormitorio, pero se quedaron con la hija mayor de la familia en la sala de estar.
De acuerdo a la declaración de Barker, él y Cortez se turnaron para violar o intentar violar a la niña.
Barker escuchó disparos que venían del dormitorio y Steven Green salió con un fusil AK-47 en sus manos diciendo: “Todos están muertos. Los acabo de matar”.
Según el testimonio, posteriormente Green también abusó de la niña y luego la mató.
Su cuerpo fue rociado en queroseno y luego se le prendió fuego.
En el primer día de la audiencia el domingo, un médico militar iraquí describió cómo encontró los cuerpos de los cuatro miembros de la familia.
El médico le dijo a la parte acusadora que se enfermó por semanas tras haber sido testigo de la escena del crimen.
Como veis, no hay ningún salvador de zonas entre la Tierra y en todos los lugares se cometen delitos, tanto por una parte como por la otra.
Morbo nombra alimaña de la semana a todos los humanos que abusan de los otros seres humanos usando la violencia física o psíquica.
¡Hasta la próxima edición de Las crónicas de Morbo!