Y finalmente, terminamos esta serie de grupos de Facebook con nombres tronchantes.
Señoras que tienen las piernas como un futbolista de segunda B.
No soy borde, ni antisocial, solo asquerosamente selectivo.
Yo también he sentido que alguien me sigue.
No vayas a rezar a mi colegio y yo no ire a pensar a tu iglesia.
Señoras que no se conocen y se comentan indignadas lo que tarda el autobús.
Amigos pocos… Conocidos muchos… Falsos demasiados…!
Llevas los pantalones tan ajustados que te puedo leer los labios.
Señoras que podrían hacer fuego al batir un huevo.
El gato encima de un teclado que puso el nombre al volcan Eyjafjallajökull.
Yo también creo que la voz de Dios es la de Constantino Romero.
Gases nobles que miran con superioridad a los demás elementos.
Señoras que piensan que un iMac es una hamburguesa.
Niñas que señalan y dicen «Antes de la bomba, todo esto era mi colegio».
Nunca sé por donde se sale de El Corte Inglés.
Yo no tengo resaca, tengo depresión post-party!
Señoras que dicen Oyoyoyoyoyoyoy cuando se enteran de un cotilleo.
En los atascos me pregunto por qué no habrá más madrileños por el mundo.
Mensajes de colegas indescifrables que te dan ganas de decir COMPRO VOCAL.
No necesito divertirme para beber.
Señoras que dicen en las noticias que su vecino asesino «siempre saludaba».