Si ya hace varios años que conocemos las bombillas de bajo consumo como una alternativa más ecológica y económica para ahorrar electricidad, os quería comentar sobre la aparición de unas bombillas que ahorran si cabe aún más. Las bombillas LED consumen menos energía y nos ayudan a ahorrar en la factura de la luz, siendo también más duraderas en cuanto a horas de vida.
Lo único malo es que suelen ser más caras, pero aun así suponen una buena inversión, porque estando el precio de la electricidad tan caro, a la larga consigues ahorrar. Si uno no puede desembolsar mucho dinero de golpe, siempre puede ir cambiando cada mes unas pocas bombillas de la casa según sus posibilidades, empezando por las que más utilice.
Mi único consejo respecto a la compra de las bombillas LED, es referente al tipo de luz que da, ya que no todas nos pueden dar el resultado esperado. Primeramente debemos fijarnos que la luz sea fría, aunque esto va según los gustos, ya que es una luz algo azulada a la que cuesta acostumbrarse, pero es la que ilumina más por los pocos vatios que consume. Las bombillas de luz cálida, por lo que he visto, dan menos luz y son de un tono apagado.
Ahora también han aparecido bombillas LED con luz cálida y fría a la vez en el mismo casquillo, así que pueden ser una buena opción para tener bastante luz y que no sea una luz tan fría. Lo mejor es comprar una bombilla y probarla antes de comprar más, para asegurarnos de que dan la luz que queremos. Eso sí, siempre sopesaremos la luz que da la bombilla para los vatios que va a gastar. Quizás en una habitación no nos hace falta una luz muy potente y podemos colocar una bombilla que no gaste mucho con una iluminación aceptable.
Para asegurarnos de que la luz es fría, tenemos que mirar los kelvin que emite (expresados con la letra K), que son el baremo para conocer el color de luz que tiene una bombilla (aunque ya suelen especificar lo de luz cálida o fría). Aquí tenéis un gráfico explicando la escala Kelvin.
Y en esta imagen os explican la diferencia entre la luz cálida y la fría o blanca.
En esta imagen podéis ver como muestra varias bombillas de diferentes kelvin y su sensación lumínica.
La imagen de una bombilla LED que os he puesto de ejemplo abajo dice tener 2700K, que son 2700 de temperatura en la escala Kelvin. Esos 2700K nos indican que la luz es cálida. En este caso la bombilla sería bastante mala a mi parecer, pero yo conseguí unas bombillas como estas con temperatura de 6400K, que es una luz blanca que ilumina mucho y sólo gastaban 1,9 vatios. Nunca he vuelto a ver bombillas como aquellas, que gastando apenas 2 vatios, iluminaran tanto.
Pero no sólo debemos tener en cuenta el color de la luz, ya que también hay que ver la cantidad de lúmenes (proveniente de lúmen, expresado con las siglas LM) que tenga la bombilla. Los lúmenes nos señalarían la sensación lumínica real que emitirá la bombilla, ya que es una medida de potencia luminosa. En la imagen de arriba, la bombilla figura como de 85 LM o lúmenes. Esto en realidad no alumbra apenas nada, así que es una bombilla desaconsejable y poco óptima, porque aunque gasta poco, no da apenas luz.
Con este gráfico os podéis guiar un poco en relación a la sensación luminica de los lúmenes, tomando como referencia las antiguas bombillas y los vatios que gastaban.
Lo ideal sería encontrar bombillas LED de unos 6400 kelvin y de unos 150 a 450 lúmenes que gasten lo mínimo posible de vatios. Lo malo es que por más que busco, no encuentro que gasten tan pocos vatios, ya que muchas gastan 5 vatios o más. No sé si las que compré en el chino en realidad no gastaban esos 1,9w que prometían o qué, quién sabe, pero lo cierto es que ya no encuentro bombillas de 2w de gasto y que alumbren tan bien.
Imagino que las que tengo iluminan unos 150 lúmenes y gastan 1,9w porque llevan menos diodos LED. Esto también es un factor a tener en cuenta, porque aparte de que han aparecido numerosos modelos de bombillas, cada una tiene una diferente cantidad de bombillitas o diodos LED, y eso es lo que debe influir en el gasto final de la bombilla. Cuantos más diodos LED, más gastará. Ante todo revisad bien la información de lúmenes, que he visto que algunas bombillas baratas no muestran.
Normalmente estas bombillas que os digo tienen los LEDs de color amarillo (incluso diría que tirando a un verde fosforito). Así que el único truco está en buscar un equilibrio entre la luz que queremos que dé la bombilla LED y los vatios que gaste. Ahora mismo sólo encuentro bombillas que gastan 3 vatios y tienen 240 lúmenes, que imagino que están bastante bien como alternativa económica. Si nos movemos a los 5 vatios, ya podemos encontrar de 500 lúmenes. Así que todo es decidir lo que queremos gastar y revisar la luz que necesitaremos. Quizás nos interese tener una única bombilla de 5 vatios, o lo mismo tener dos bombillas de 2,5 vatios repartidas en la habitación.
Por cierto, antes que comprarlas en el chino, mirad y rebuscad bien en tiendas de iluminación, que seguramente las podréis encontrar a mejor precio. Cuanto más pinta de venta de saldo tenga la tienda, mejor, porque en los chinos y las grandes superficies no siempre tienen precios económicos.