Ocurre con frecuencia que, tras una cena copiosa o una situación de tensión o desasosiego dormimos mal. En España, cuando se sufre un sueño agitado se dice que uno tiene una pesadilla, algo que tiene su expresión peculiar en todos los idiomas.
En inglés, por ejemplo, se tiene una nightmare, una “yegua nocturna” textualmente. En alemán, la palabra es Alptraum, “ sueño de los Alpes”, y en francés, couchemar, que podría traducirse literalmente como tumbarse o acostarse en una ciénaga.
En Italia, cuando uno padece un sueño intranquilo o angustioso, se afirma que ha tenido un incubo, que es un pequeño y entrañable “demonio familiar”.