Hace años murió el lingüista y académico Fernando Lázaro Carreter, uno de los más reconocidos y perseverantes cuidadores de nuestro idioma. Sus siempre divertidos “dardos” han hecho tomar conciencia de la importancia del lenguaje y de usarlo correctamente en los medios de comunicación, a los que a menudo sacaba los colores.
Como contribución a su memoria, rescatamos uno de sus artículos en el que denuncia la expresión “a punta de pistola”, dada la llamativa falta de punta de las armas de fuego. Decía Lázaro que parecía lógico señalarla en aquellas armas que la tienen, lo que permite hablar con corrección de un atraco realizado a punta de navaja.
Pero ¿hace falta decir, se preguntaba, que la pistola, aunque te la metan en los riñones, no está destinada a pinchar, entre otras cosas, porque no puede? De modo que aconsejaba sustituir la desdichada frase por la más lógica “pistola en mano”, inapelable descriptivamente y dotada también del necesario dramatismo. Un maestro.