Existen ocasiones en las que podemos perder información muy importante de nuestros discos duros. Desde el caso más usual, por fallo de hardware o cese de la vida útil del dispositivo, a casos más extremos como una inundación, un incendio o un virus. En cualquier caso, la pérdida puede ser desastrosa, y más si en vez de contener información personal, pertenece al ordenador de una empresa en la que existe información vital para el negocio.
La mayoría de ocasiones en las que se ha producido la pérdida de datos de un disco duro, es a causa de fallos en el hardware, ocurriendo este problema el 43% de los casos. Le sigue de cerca con un 33% los errores humanos, que pueden ir desde una utilización indebida a una manipulación deficiente del disco duro. Y en menores porcentajes también existen casos en los que el fallo del dispositivo se debe a virus o malas gestiones de programas y software.
Aunque nos pueda parecer que el disco duro está estropeado, la información no es del todo irrecuperable y, para nuestro alivio, es posible extraer la información que contenía. Esta segunda oportunidad para la recuperación de datos puede ser realizada por servicios profesionales, que tras estudiar el disco duro, su condición y la razón del fallo, están preparados para la extracción de datos.
El proceso de reparación se realiza en una cámara limpia, algo vital para garantizar que una vez abierto el disco duro, no existan partículas de polvo que se adhieran al disco. Y esto se hace así porque a la hora de leer el dispositivo, las partículas de polvo harían saltar el lector. Algunas veces, los datos que se han corrompido o los sistemas de almacenamiento masivo que se han visto degradados, se pueden restablecer a través de Internet gracias a un servicio de recuperación a distancia, lo que abre otro camino a la restauración.
Otro de los consejos que se dan para evitar empeorar el estado del disco duro es no intentar ponerlo en marcha por nuestra cuenta, ya que podríamos agravar los daños. Ante todo es vital no realizar ninguna acción con el dispositivo y ponerse en manos profesionales cuanto antes, ya que cualquier operación podría empeorar el estado del aparato y su mecanismo.
Una vez clonada la información del dispositivo, se extraen los datos que serán entregados al cliente finalmente. Y es que, no hay cosa que dé más rabia que perder datos valiosos, por eso se aconseja realizar copias de seguridad periódicas de nuestra información para evitar males mayores, o no copar los discos duros hasta su límite.