Unos 39 km de largo, 2 km de ancho y una profundidad media de 150 metros que en algunos puntos alcanza los 300. Se trata de uno de los lagos más famosos del mundo, no tanto por la ancestral belleza de los parajes que lo rodean, sino por el misterio que atesora. Es el lago Ness, situado en las High-Lands escocesas. Los primeros avistamientos del monstruo, conocido cariñosamente con el diminutivo de Nessie, se remontan al año 565 d. C. cuando, según la Crónica de San Columbano, un hombre falleció tras ser atacado por una criatura monstruosa que había emergido reptando del agua del lago.
Pasaron algunos siglos hasta que, a comienzos del siglo XX, se volvió a hacer mención del monstruo, esta vez pudiendo atestiguarlo con pruebas fotográficas. Hay quien afirma haberlo visto atravesar la carretera con una oveja en la boca para después lanzarse al lago; quien ha ofrecido una jugosa recompensa por su cabeza; quien ha encontrado en la orilla del lago huellas enormes similares a las de los hipopótamos. Y a todo esto hay que sumar más de 4.000 avistamientos, fotos y videos caseros.
Primeros retratos: Esta famosa fotografía de Nessie -que resultó ser falsa- fue publicada en 1934 por un periódico de Inverness, Escocia, y se conserva en la Biblioteca Municipal de la ciudad.
¿Realidad o leyenda?
Muchas pruebas han resultado ser fraudulentas: las huellas, por ejemplo, fueron realizadas por un bromista empleando patas de hipopótamo disecadas. Pero aun así, el misterio sigue sin ser resuelto. Muchas son las coincidencias entre diferentes avistamientos narrados por personas que no estaban en contacto. Pero por desgracia, la exigua calidad de todas las pruebas fotográficas y filmaciones en vídeo impide que se desarrolle un análisis en condiciones. Las descripciones de testigos oculares lo detallan como un enorme reptil anfibio, con una pequeña cabeza al final de un largo cuello. Más bien parecen describir a una criatura que evoca a los plesiosauros del mesozoico, periodo comprendido entre 225 y 65 millones de años atrás, los cuales se extinguieron durante la Extinción masiva del Cretácico-Paleógeno (hace 66 millones de años).
¿Un fotomontaje?: Bajo estas líneas, las ruinas del castillo de Urquhart, que dominan el lago Ness, y detrás, gigantesco, el monstruo. ¿Realmente esconden estas tranquilas aguas una criatura misteriosa que ha sobrevivido durante siglos?
La investigación científica
Desde los años sesenta, la tecnología ha permitido realizar numerosas exploraciones con radar y sónar. En 1962 se creó La Loch Ness Investigation Bureau (Oficina de Investigación Lago Ness), que pretendía examinar el lago con los medios más modernos. La falta de fondos y el hecho de no haber logrado ni una sola fotografía, obligaron a cerrar la oficina en el año 1972. Ese mismo año, mediante un sónar y otros equipos de rastreo, se obtuvo una fotografía de lo que parecía ser una aleta de la presunta criatura. En 1975 se examinó de nuevo el lago y, entre las cuantiosas fotografías recabadas, solo en una se apreciaba lo que parecía ser una criatura con un cuello largo y dos cuernos en la cabeza.
Un misterio aún sin resolver
Hemos citado solo algunos ejemplos. En algunos casos, los expertos han detectado la presencia de animales gigantes que nadan a gran velocidad en el fondo del lago. Los estudios han desechado que se trate de bancos de peces. Por lo tanto, Nessie no se encontraría solo, lo cual tiene cierta lógica, porque de lo contrario sería una criatura inmortal. Definitivamente, Nessie parece destinado a seguir avivando nuestra fantasía durante mucho tiempo todavía.
Abajo, Nessie en una ilustración por ordenador realizada según la teoría que lo considera una criatura similar a los plesiosauros.
Los plesiosauros
Eran reptiles de cuerpo robusto, poseían cuatro articulaciones en forma de remo, cola corta, cabeza larga y cuello pequeño. Vivían generalmente en la superficie del agua. Aunque no eran diestros nadando, podían llegar a grandes profundidades. Realmente, si analizamos su aspecto, resulta difícil creer que hayan perdurado durante millones de años ante la competencia de seres aparentemente más hábiles. Pero los abundantes fósiles hallados en diferentes zonas del planeta ratifican que estos reptiles vivieron por todo el mundo y durante mucho tiempo antes de su extinción.
Otras criaturas terroríficas
En la Biblia se habla del Leviatán, criatura mitad serpiente mitad dragón, presente también en la mayor parte de las filosofías orientales en Europa. Los primeros relatos fueron de navegantes escandinavos, como Olaus Magnus, que, en 1555, habló de una criatura de 60 m de largo y 6 m de diámetro, un animal negro con una especie de melena y ojos brillantes. En el siglo XVIII se habló de una serpiente de mar gigantesca en las costas noruegas.
Monstruos antiquísimos: Abajo a la izquierda, Leviatán tal y como aparece representado en un manuscrito hebreo de finales del siglo XII. Abajo a la derecha, representación de una serpiente marina gigantesca.
En los últimos años se oye hablar cada vez más de calamares gigantes. Tuvo mucho eco el ataque de uno de estos «monstruos» a un petrolero de 15 t y 150 m de largo, que navegaba por las costas de Hawai. El calamar atacó al barco en tres ocasiones, y finalmente se abrazó al casco; pero, al no poder aferrarse al metal, la hélice terminó por hacerlo pedazos. Los pocos ejemplares capturados alcanzan los 16 m de largo, pero los restos encontrados en el estómago de las ballenas, sus depredadores naturales, indican que existen ejemplares de hasta 36 m, y por las cicatrices encontradas en la piel de estos enormes cetáceos se podría hablar de calamares de hasta 45 m de largo.
Abajo, representación ficticia de un Kraken, que es un calamar o pulpo gigante perteneciente a la mitología escandinava.