La escalera de caracol es una estructura alternativa a la escalera recta en pendiente sobre la que se aposenta una sucesión de peldaños. Aunque la escalera de caracol normalmente suele estar construida en torno a un poste, también puede estarlo en torno a un eje imaginario en el que la rampa o los peldaños están fijados a las paredes. Es este último caso el que produce los efectos más bellos en toda la estructura, que ha sido empleada en numerosos edificios y construcciones muy conocidas. Vamos a hacer un TOP 10 representativo de escaleras de caracol extraordinarias o sorprendentes, que en muchos casos cuentan con una estructura más helicoidal.
Arco de Triunfo en París
Para adentrarnos en el interior del arco y ascender a la parte de arriba, debemos subir una escalera de caracol de 286 peldaños que delimitan la terraza del suelo. La recompensa merece la pena, ya que arriba podremos recrearnos con las maravillosas vistas de los Campos Elíseos y el Barrio de la Defensa. La escalera está construida en metal, aunque mirándola desde abajo no se pueda apreciar.
Galería de Arte de Ontario, en Toronto
Esta escalera de diseño destaca por su calidez y sinuosidad, pudiendo encontrarse en la Galería de Arte de Ontario, un museo artístico que se halla en la ciudad de Toronto. Fue diseñada por Frank Gehry cuando el museo se amplió en 2008 y se añadió esta escalera que conecta con el quinto piso, aunque desde fuera pareciera que asciende hasta el cielo.
La escalera tiene ciertas peculiaridades, como su estrechez, que fue ideada con la intención de favorecer un acercamiento entre los asistentes al museo. Frank Gehry, su diseñador, comentó: «Quería que tuvieran un contacto cercano y empezaran una historia de felicidad. Y esto es debido a que, antes que nada, esto es lo que quiere significar Canadá: un abrazo necesario rodeado de madera». Aun así, es tan angosta que sólo cabe una persona y los que bajan tienen que esperar a que no suba nadie para pasar, y viceversa. También cabe destacar su presente olor a madera, del que los visitantes comentan: «llega una fragancia tibia a serrín que resulta muy apaciguadora».
London City Hall, en Londres
Esta escalera helicoidal tiene una longitud de 500 metros, y es similar a la del Museo Guggenheim de Nueva York. Se encuentra en el London City Hall, el Ayuntamiento de Londres, y sirve para ascender las diez plantas de la construcción. Fue diseñada por el arquitecto británico Norman Foster, al igual que el novedoso edificio con forma ovalada o de cúpula que lo contiene y fue inaugurado en 2002, con una estética futurista de gran belleza estética.
Castillo de Liubliana, en Eslovenia
El Castillo de Liubliana es una construcción medieval situada en la denominada Colina del castillo, en la localidad eslovena de Liubliana. En esta extensa estructura hallamos una impresionante escalera de caracol de unos 150 peldaños, la cual sirve para llegar a la parte superior de la torre. En dicha atalaya, edificada en 1848 (aunque la base del castillo fue construida en el siglo XII d. C. y ya existía una primitiva escalera de madera en su lugar) moraba un vigilante que anunciaba eventos o advertía de incendios disparando cañonazos.
Podemos percatarnos de que no existe pasamanos de escalera y en su lugar encontramos unos barrotes que recorren verticalmente toda la estructura como medida de seguridad. Lo curioso de esta escalera es que es doble, formada por dos escaleras en forma de caracol independientes, pero situadas en el mismo espacio vertical. Esta característica tenía un origen táctico, evitando que los soldados que subían, no se cruzaran con los que bajaban, y viceversa.
Pozo iniciático del Palácio da Regaleira, en Portugal
En el Palácio da Regaleira de Sintra, Portugal, encontramos un foso subterráneo con una escalera en espiral de gran belleza. Posee unas columnas esculpidas para sujetar la estructura confeccionada en piedra, como toda la construcción. La escalera se divide en nueve rellanos, que separan 15 peldaños cada uno, y contiene alusiones a La Divina Comedia de Dante, ya que representaría los nueve círculos del infierno.
De hecho el pozo está plagado de referencias ocultistas, como la rosa de los vientos encima de una cruz templaria que se encuentra en el fondo del pozo, enlosada en mármol. Esto se debe a que el pozo fue utilizado en ritos iniciáticos masones y Rosacruces, muchos de ellos relacionados con el nacimiento y la muerte. Por ejemplo, se desconoce el simbolismo de los 23 nichos situados bajo los peldaños de la escalera, los cuales están estructurados en grupos de 17, 1 y 5 celdillas y pueden ser vistos mientras bajamos el pozo. La única hipótesis es que hiciera referencia al año 1715, que fue cuando Francisco Alberto Guimarães de Castro adquirió la propiedad.
Basílica de San Esteban, en Budapest
La Basílica de San Esteban se encuentra en Budapest y es la construcción religiosa más grande de toda Hungría, pudiendo contener unas 8.400 personas en su interior. Aunque existen dos ascensores para llegar a la cúpula, también podemos subir utilizando su preciosa escalera de caracol compuesta por 364 peldaños bajos. Una vez hayamos llegado, nos encontraremos en el punto más alto de Budapest (a la par que el edificio del Parlamento), unos 96 metros. La construcción se realizó en honor a Esteban I, primer rey de Hungría, del que se conserva su mano derecha embalsamada en una de las capillas de esta basílica.
Abadía benedictina de Melk, en Austria
Este monasterio cristiano es uno de los más conocidos del mundo por su encanto y magnificencia, del que se puede destacar su biblioteca con más de cien mil ejemplares y su elaboración de manuscritos. La escalera de caracol que podemos encontrar en su interior posee igualmente una cautivadora belleza, sobre todo vista desde abajo, ya que nos deja apreciar su exquisitez barroca de estilo rococó en tonos rosas y dorados. El monasterio, de 900 años de antigüedad, está cerca de Viena, domina las vistas al Danubio y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2003.
Faro de Eckmühl, en Penmarch, Francia
El faro de Eckmühl se inauguró en el año 1897 y mide unos 65 metros, estando emplazado en Penmarch, en el finisterre francés, Bretaña. Fue construido en tan sólo cuatro años empleando granito, roble, caoba, bronce, ópalo, y toda suerte de materiales lujosos; esto pudo hacerse gracias a que la marquesa Adelaide Louise de Eckmühl financió desinteresadamente su levantamiento con el fin de honrar la memoria de su padre, que fue general de las tropas de Napoleón.
Para llegar a lo alto, es necesario subir por la impresionante escalera de caracol que consta de 307 escalones. Mientras subimos, podemos apreciar los azulejos de las paredes, que son realmente opalinas que siguen la estructura curvada de la pared; esta curvatura consigue que emitan leves reflejos azulados que dan más vida al interior de este faro. Otro toque elegante lo confiere la plancha de bronce pulimentado que cubre la escalera; o también que al finalizar las escaleras de piedra, el suelo de mármol emita el reflejo centelleante de la estrella de los mares. Una vez terminada la escalera de caracol, accedemos a la terraza que hay antes de llegar a la linterna, desde la que podemos deleitarnos con unas impresionantes vistas al mar y las islas cercanas, Glénan y Sein.
Capilla de Loreto, en Santa Fe, Nuevo México (Estados Unidos)
Esta escalera de caracol de seis metros y dos vueltas completas, puede hallarse en la Capilla de Loreto, en Santa Fe, Nuevo México (Estados Unidos), y se trata de una extraordinaria obra de carpintería, aunque su origen está envuelto en un mar de misterios. La historia de su construcción, que tuvo lugar en 1878 y está posiblemente tergiversada y mitificada, relata unos hechos algo extraños. Las monjas que habitaban la escuela para niñas de la cual formaba parte esta capilla, necesitaban subir al coro que está en el piso superior; como no poseían medios para construir nada, pidieron ayuda a San José durante nueve días seguidos de rezos y oraciones. Justo en ese noveno día, un extraño hombre se presentó en la capilla y les prometió construir la escalera pidiendo a cambio sólo que le dejaran aislado en el recinto.
Tras tres meses, el forastero terminó la escalera y desapareció sin revelar su identidad ni dejar rastro, y tampoco pudo recibir el pago por su trabajo. Se dice que solamente empleó una escuadra, una sierra y agua caliente, y lo curioso es que las maderas utilizadas no parecen ser autóctonas de la zona. Lo asombroso es que la estructura en espiral se sostiene por sí misma, ya que no cuenta con ninguna columna central que la sujete, aunque posteriormente se realizaran algunos añadidos, como la barandilla o un soporte que une la espiral exterior con un pilar cercano. También que fueran empleadas clavijas de madera en vez de clavos de metal para los remaches. Considerada un milagro, la construcción de esta escalera estaría efectuada por el propio San José en persona, aunque otra hipótesis menos religiosa apunta a que se mandó construir en Francia y se armó con piezas ya prefabricadas en el interior de la capilla; esto se deduce por los materiales utilizados y algunas características de las técnicas empleadas, explicando la rapidez en su construcción y desterrando la idea de un milagro divino.
Escalera de Bramante en los Museos Vaticanos
Esta hermosa construcción se compone de una escalera de doble hélice que podemos hallar al finalizar la visita de los Museos Vaticanos, en el Estado de la Ciudad del Vaticano. Su espectacular iluminación es posible gracias a un dosel superior que procura la luz necesaria para iluminar la escalera. También es extraordinario el efecto de profundidad que posee, pareciendo más extensa de lo que es en realidad, debido a que está compuesta por una doble hélice enroscada, así que tenemos una escalera para subir y otra para bajar en el mismo espacio vertical.
Cabe aclarar que esta escalera realmente no es la original que diseñó el arquitecto Bramante, sino que se trata de otra totalmente distinta, pero inspirada en la de Bramante y que fue realizada por el arquitecto Giuseppe Momo entre los años 1929 y 1932. La escalera de caracol original se halla cerrada al público y raramente se efectúan visitas guiadas. Donato Bramante la diseñó en 1512, está construida con granito y la rampa queda sostenida por unas columnas dóricas, siendo en su momento una estructura innovadora por su diseño y tamaña envergadura. Fue ideada para que el Papa Julio II pudiera entrar en su residencia privada con su carruaje tirado por caballos, y unir el Palacio Belvedere de Inocencio VIII a la ciudad. A continuación, la auténtica escalera de Bramante.