Llevar a nuestros hijos a la guardería tiene sus ventajas, pero también algunos inconvenientes. Vamos a exponer varios de estos puntos para tener claro todos los aspectos más favorables y los más adversos, para que de esta manera, podamos realizar mejor nuestra elección. Las alternativas para que nuestro hijo esté bien cuidado son numerosas y diferentes, el secreto reside en hallar la guardería que se adapte mejor a nuestras necesidades o situación personal.
Las virtudes de una guardería
Una de las utilidades más importantes de llevar a nuestro hijo a la guardería es que comienzan a socializarse antes de ir al colegio. Este mundo permite a nuestro pequeño hacer nuevos amigos y conocer las reglas esenciales en las relaciones personales, como el respeto o el acatamiento de normas. También a comer fuera de casa y disfrutar de nuevas experiencias más allá de la protección del hogar, al que sabe que volverá al final de la tarde.
Aun así, cabe señalar que este asunto resulta la mayoría de veces controvertido. Muchos padres piensan que hasta que el pequeño cumple tres años, sólo requieren la atención y cuidados del padre o la madre. En oposición a esta disyuntiva, hallamos aquellas teorías de caracter más conductivo que promueven los beneficios de la socialización. Como sostienen varios pediatras, lo más probable es que la clave se encuentre en la edad.
Sobre este asunto, no hay duda de que la guardería como hemos explicado, es una forma de cuidado infantil que permite a nuestros pequeños relacionarse con otros niños, pero también posibilita conocer a otros padres y, por ende, entablar relaciones de amistad con otros progenitores en los pasillos.
Otro beneficio añadido es que ahora se cuida mucho la seguridad en las guarderías, por lo que son entornos tan confiables como nuestra casa, con una higiene preservada al máximo, avalada por inspecciones que se efectúan regularmente. Esto hace que nuestro temor como padres se disipe, ya que cualquiera de las partes busca en todo caso no tener ningún problema. Lo mismo ocurre con la formación del equipo de una guardería, que siempre está cualificado y preparado para afrontar cualquier problema, así como las funciones más normales del día a dia, como son vigilar y educar a los más pequeños.
Para tranquilidad nuestra, otro provecho de la guardería es el no tener que preocuparnos de cocinar comidas, al menos la de sobremesa. Esto es bueno para que el niño experimente nuevos sabores y texturas alejado de las cómidas del círculo familiar, y de paso sirve para aportar otra variedad de alimentos con gran aporte nutricional.
Comentando otra utilidad de la guardería, podemos pensar en algo lógico, y es que en estos centros realizan actividades muy variadas, ya sean en el ámbito lúdico como educacional. También que la guardería siempre funciona, y no depende de nuestros estados individuales, pues no enferma ni se ausenta, como nos puede ocurrir a nosotros. Siempre habrá personal de confianza al cargo de la guardería.
Aparte, posibilita la armonía familiar y laboral, pues no supone un lastre económico significativo. Se puede trabajar fuera de casa, y conforma una de las alternativas más económicas. Por último, un asunto bastante importante: no debemos preocuparnos de trámites administrativos ni de contratos, ya que la guardería se encarga de todo y nosotros tan sólo debemos ocuparnos de pagar las mensualidades.
Los inconvenientes de una guardería
Realmente los puntos negativos de una guardería no son tan importantes y preponderan más los beneficios que los inconvenientes. Uno de los primeros puntos, es que es difícil lograr una plaza en una guardería pública. Para encontrar guardería en Madrid u otra ciudad grande nos las vemos y deseamos, más que nada porque buscamos el centro más adecuado y eso nos hace ser muy selectivos.
Las guarderías son algo ruidosas. Aunque para un niño de tres años esto no supone gran problema, puede ser más molesto para un bebé de 4 meses, ya que necesita más reposo y tranquilidad. También que la guardería es un ámbito menos personalizado, donde las necesidades individuales están menos detalladas. Esto a priori puede suponer algo ventajoso si pensamos que el pequeño aprende a que no siempre se puede conseguir lo que se quiere, como ocurre en nuestra vida adulta. Aun así, son muchas las guarderías que también se preocupan de adaptarse a las necesidades personales de los niños.
Si nuestros horarios son algo dispares, viajamos mucho, o tenemos acontecimientos laborales inesperados, los horarios de apertura y cierre de la guardería están acotados y son fijos, por lo que nos costaría ajustarnos a ellos.
Uno de los puntos que más preocupan a los padres es el de si nuestros pequeños se pondrán malos. Se supone que llevar a nuestros hijos a una guardería, puede causar un aumento en la incidencia de enfermedades infantiles, pero tampoco existen estudios concluyentes acerca de este aspecto. Muchos pediatras sostienen que si nos preocupa este tema, lo ideal es llevar nuestros hijos a la guardería a partir de los 18 meses, ya que los primeros meses es cuando los niños pueden verse más aquejados.
De todas formas, y como en todo asunto existe otra cara de la moneda, debemos pensar que la exposición prematura a elementos patógenos puede desempeñar una labor moduladora en la respuesta inmunitaria. Esto producirá beneficios en el organismo a medio-largo plazo, aparte que debemos pensar en las oportunidades de enseñanza y adaptación que suponen para el pequeño, ya que muy poca gente se plantea no llevar a sus hijos a centros de educación primaria o secundaria por esta razón.
Y como último punto, dependiendo del carácter del niño, la adaptación a la vida en la guardería a veces puede ser difícil, sobre todo entre los 8 y 16 meses.
Como encontrar la guardería adecuada puede ser una tarea ardua, podemos utilizar un buscador de guarderías para simplificarnos este cometido. Con esta herramienta realizaremos búsquedas de guarderías cercanas a nosotros, por zonas y ciudades, pudiendo refinar los resultados dependiendo de la edad de nuestro pequeño, los horarios requeridos, si necesitamos que el niño sea atendido en algún idioma, o si la guardería es pública o privada.
Para terminar de esclarecer nuestras dudas, disponemos de los datos necesarios para contactar con la guardería y poder preguntar personalmente cualquier tema. Se muestra siempre su localización en un mapa, su teléfono y página web en caso de tenerla. También disponemos de un formulario de contacto para dirigirnos a la guardería directamente, algo que nos puede suponer un ahorro considerable de tiempo si tenemos que contactar con muchas guarderías a la vez.
Y es que, una vez más, Internet demuestra que puede hacernos la vida más fácil y ayudarnos a la hora de buscar la guardería más adecuada para nuestros pequeños.