El cine está considerado un arte, concretamente el séptimo, y a través de la historia del mismo, nos ha regalado auténticas maravillas cinéfilas que forman parte de nuestra cultura e imaginario colectivo en ciertos aspectos. Es verdad que algunas películas han pasado sin pena ni gloria por las taquillas y otras han sido encumbradas como joyas del séptimo arte. Pero… ¿qué determina que una película sea buena?
Me fijé en este artículo de las mejores películas de la historia donde se reúnen algunas de ellas, para darme cuenta de lo que importaba en un film a la hora de valorarlo. No es una tarea fácil realizar una recopilación de las mejores películas de nuestra historia, pero el artículo consigue mostrarnos con gran soltura y eficacia las más emblemáticas.
Aparte de componer una lista general de las películas más significativas, también se atreve con los diferentes géneros o temáticas, ya que una de las dificultades de crear una lista suprema, es que se debe prescindir de algunos títulos. Me parece normal y hasta necesario realizar esas otras sublistas basadas en las temáticas principales de los filmes. De hecho, y conociéndome, seguro que yo mismo acabaría realizando una segunda, tercera, etc. lista general de películas con tal de no dejar fuera algunas de ellas.
Y es que aunque vayamos a cumplir 123 años de historia del cine y esa cifra nos pueda parecer escasa (o respetable), tenemos muchas películas que pueden considerarse obras maestras, y lo difícil es escoger las que merecen quedarse en la criba. El artículo que os he referido antes cumple esa tarea holgadamente, pues el mismo autor ha dejado la lista en modo pendiente, algo que también considero necesario. Nunca se sabe cuándo tendremos que añadir una película al inventario, ni creo que podamos realizar una lista blindada o inamovible, sino que es mejor dejarla que pueda fluir si es necesario.
Cada película del artículo viene correctamente acompañada de una especie de ficha técnica en la que podemos ver bajo un prisma personal, las razones por las que esa película está considerada una de las mejores de la historia. También le acompaña un fragmento en vídeo con el tráiler de cada película, que es una manera estupenda de rememorarla rápidamente, y un poco sobre la sinopsis y argumento del film para igualmente ponernos en situación sobre la historia que narra.
El único pero de esta recopilación, es que echo en falta algunos géneros de sublistas, como el cine de intriga o suspense, musicales, románticas, o incluso de serie B; pero como el propio autor confiesa que la lista se podrá ampliar en el futuro, entiendo que no hay prisa por completarla en cuanto a géneros. También imagino que habrá que tener la mente fría para condensar realmente las películas importantes y no irse por las ramas con eternos subgéneros, ya que podemos acabar con un proyecto disperso y poco claro que empiece a incluir películas más mediocres.
Otra dificultad a la hora de realizar una lista de las mejores películas de la historia tiene que ver con nuestros gustos. Y es que debemos tener el suficiente criterio para ser objetivos dejando de lado nuestras preferencias. Por ejemplo, sobre gustos personales, siempre consideré «Alien el octavo pasajero» mi película preferida de todos los tiempos, pero lo veo más un gusto personal, que una película emblemática que pueda incluirse entre las mejores películas per se, aunque sí la veo perfecta para cualquier lista de películas de terror, suspense o incluso ciencia ficción.
Una vez un experto en cine me dijo que la mejor película de terror era «Blancanieves». Sí, esa película de animación icónica que Walt Disney produjo en 1937 y en la que una chica pizpireta tendía la colada ayudada por pájaros. Sinceramente, será que no soy entendido o no comprendo la profundidad de las películas como para tener tal punto de vista, y es que me parece extraño que una película Disney pueda ser de terror, y de las mejores encima.
En teoría podríamos fijarnos en el dinero recaudado en las taquillas para determinar si una película es buena, o realizar diferentes sondeos a lo largo de todo el planeta y en diferentes épocas para conformar una especie de lista consensuada. Pero también debemos entender que esta percepción puede estar nublada por el marketing. Si conseguimos vender una película bien, es más que probable que consigamos que sea un éxito y guste a más personas, siendo mejor valorada en general.
Es entonces cuando aparece lo que se llama la crítica. O sea, entendidos del mundo del cine que saben apreciar las películas de una forma más pura y experta para dar una valoración en teoría más valiosa. Y una situación que podemos comprobar muchas veces, es que sus opiniones no tienen por qué coincidir con las del público general, que como decíamos antes, pueden estar más influenciadas por el marketing, las modas o tener el criterio más nublado.
Algunos de los valores o características que determinan que una película sea buena pueden ser:
Originalidad: El que llega primero, se queda. Ser precursor te da muchos puntos para realizar un buen film, y es que si antes de una película ya se han realizado tropecientas mil de la misma manera o empleando el mismo argumento, es probable que la gente se canse de ver lo mismo otra vez. Por ejemplo, «2001: Odisea del espacio» consiguió un gran éxito de crítica y taquilla al ser una película precursora en cuanto a la ciencia ficción espacial realizada con exquisito gusto científico y los primeros efectos especiales realistas.
Coherencia: Este principio hay que tenerlo en cuenta, ya que los personajes deben adoptar determinaciones por alguna causa. Si Superman es un héroe que posee un estricto código moral que debe emplear para el beneficio de la humanidad, y luego lo viéramos dañando a cualquier ser humano, la coherencia del personaje se perdería. En el espectador crearía desconcierto, pues el perfil del personaje de desdibujaría. Algunas películas han conseguido con gran éxito quebrantar esa antigua congruencia para constituir una nueva, pero aun así es recomendable poseerla con el fin de que la obra se comprenda.
Calidad técnica: En esta regla podemos englobar varios aspectos sobre la factura del film, los cuales deben entrarnos visualmente de manera agradable o interesante. Algunos ejemplos serían, la fotografía de calidad, un sonido que acompañe bien las escenas, decorados aceptables, belleza de los entornos, iluminación, e incluso en los últimos años, los gráficos generados por ordenador que ayuden a realzar los efectos especiales.
Servir de provecho: Aquí reside el factor de que la película debe contarnos algo que nos aporte. Por ejemplo, si es un drama social puede exponernos una situación mundial, contarnos una perspectiva particular sobre un acontecimiento histórico, o reflejar una opinión acerca del tema que trate. Concluyendo, una película tiene más valor si nos sirve de provecho, nos instruye o estimula.
Emociones: Este principio es bastante evidente para el público en general. Y es que una película buena debe generarnos alguna clase de emoción, ya sea afecto, melancolía, simpatía, etc. Si un film nos da igual y nos deja fríos, es imposible que nos guste, por muy bien que esté confeccionado.
El éxito: Ya hemos hablado de este factor antes, pero lo incluimos entre los determinantes para una buena película. Y es que si una película gusta a mucha gente y es un éxito de taquilla, tiene muchas papeletas para que sea buena. Ya sea por medios de comunicación o el boca a boca, una película de éxito es aquella de la que conocemos su existencia antes de verla. Y por la inercia de la sociedad, no vamos a quedarnos sin ver esa película de la que todo el mundo habla. Aun así generalmente siempre existe una relación entre éxito y calidad bastante aceptable.
La estética: Si la ambientación estética de la película es lo suficientemente original o atractiva, es muy posible que nos atrape en su mundo y nos llegue mejor. Existen películas precursoras en ciertas estéticas que se han convertido en joyas del cine. Por ejemplo, «Blade Runner» posee una estética muy marcada en un futuro distópico que ha servido de inspiración para muchas películas de ciencia ficción, donde el futuro es oscuro y decadente.