¿Realmente sabemos qué es el bienestar y la relación que existe con una actitud positiva?
La actitud positiva tiene un gran impacto en tu vida, en tu bienestar y en tu salud mental. Hace que cada momento que vives y experimentas valga la pena vivirlo, incluso aquellas situaciones que pueden parecer negativos y desagradables. Al pensar en positivo, uno no puede dejar de ser optimista. Como resultado, obtienes más bienestar, un estado de ánimo más sano y un sentimiento de más satisfacción con la vida en general. Los beneficios del pensamiento positivo son múltiples y numerosos. Entonces, ¿cómo entrenas tu cerebro para pensar en positivo?
El sentimiento de bienestar y plenitud no es algo tangible o que podamos comprar en una tienda, sino que es algo que debemos construir y potenciar. Se hace palpable en la forma en la que vives; en la importancia que le asignes a las cosas que te ocurren y en donde pongas el foco de atención.
¿Qué opinan los expertos sobre la actitud positiva?
Fco Javier Zamora Bilbao, director y psicólogo de la plataforma web “Psicologo online Colecciona sonrisas”, especializado en terapia de pareja, ansiedad, depresión y autoestima asegura que el bienestar depende de nuestra actitud. La plenitud y el sentimiento de felicidad se encuentra directamente relacionado con los pensamientos, conductas y emociones que puedas tener frente a la vida. Es más, asegura que una visión positiva se puede trabajar, educar y ejercitar para conseguir mejorar la actitud de una persona y lograr así mayores cuotas de bienestar personal. Cuando aprovechas el poder de la positividad, es sorprendente el impacto que puede tener en la vida. La actitud que mantengas ante los hechos que te ocurran, marcará la diferencia. Si por el contrario, pensamos o tenemos la firme convicción de que la felicidad depende de las circunstancias que te han tocado vivir, de tener más o menos objetos de valor o poder económico…, estaremos poniendo el foco en aquello que nos falta en lugar de centrarnos en lo que ya tenemos y que nos hace feliz.
Muchas personas mantienen una mirada negativa en todo lo que les ocurre, no son capaces de ver más allá de lo negativo. Generalmente, no sabemos disfrutar de los pequeños y buenos momentos que nos ofrece la vida. No los celebramos ni ponemos nuestra atención en ellos. Simplemente los dejamos pasar casi sin darles importancia. Aprende a valorar esos pequeños momentos como por ejemplo; ver alegre a alguien al que amas, invitar un café a un compañero de trabajo, hacer sonreír a alguien, un abrazo, un te quiero… ¿Te has parado en apreciar y dar importancia a estos pequeños regalos que la vida tiene y te ofrece?
La investigación científica ha puesto de manifiesto que el mero hecho de reflexionar sobre algunas de las cosas buenas que nos suceden en el día a día, contribuyen a nuestro bienestar. Al hacer esto, comenzamos a notar y dar importancia lo que va bien, cambiando nuestro foco a lo positivo, en lugar de a lo negativo. Incluso en un mal día hay algunas cosas buenas que suceden, por pequeñas que sean. Es importante que lo aceptemos, aprendamos a fijarnos en esos detalles y lo analicemos con una actitud positiva.
¿Cómo conseguir una actitud positiva?
Mantener una actitud positiva no significa siempre sonreír y parecer alegre, sino que se refiere más a la perspectiva general de la vida y a su tendencia a centrarse en todo lo que es bueno y positivo, que sin duda, lo hay. Es cuestion de cambiar el foco y tender a centrarse en el lado positivo, esperando resultados positivos y abordar los desafíos de la vida con una buena perspectiva. Tener una mentalidad positiva significa convertir el pensamiento positivo en un hábito, buscar continuamente el lado bueno de las cosas y sacar lo mejor de cualquier situación en la que te encuentres.
Fco Javier Zamora Bilbao, psicólogo online “Los pensamientos negativos y las emociones asociadas a estos también tienen su importancia y su consideración, ya que nos permiten enfocar la atención en los peligros y amenazas reales y potenciales. Esto es vital para la supervivencia. Sin embargo, tenemos que ser conscientes que la actitud y el pensamiento positivo amplían y construyen nuestros recursos y habilidades, abriéndonos muchísimas posibilidades de crecimiento y desarrollo. Se trata de buscar el equilibrio entre ambas posturas y análisis”.
Cambiar nuestra actitud es posible, lleva tiempo y esfuerzo pero es posible. Es la llave que abre la puerta hacia el bienestar. Un buena manera de empezar es cambiando la mirada con la que vemos las cosas, pasando del color negro a otros menos oscuros, apreciando los pequeños momentos.
Ideas y actividades para cambiar el foco y promover una actitud positiva
Hay multitud de opciones y alternativas. Señalamos algunas muy sencillas de realizar, respaldados por la evidencia científica y que sin duda provocarán cambios significativos en tu vida:
- Comience el día con frases y afirmaciones positivas
- Enfócate en todas las cosas pequeñas y buenas que te ocurren a lo largo del día. Dalas valor. Escríbelas en un diario y repasalo en lo momentos en lo que estés con un estado de ánimo más bajo
- Aplica el humor en aquellas situaciones desagradables que puedas vivir
- ¡Convierte los fracasos en lecciones y aprende de ellos!
- Transforma el diálogo interno negativo en otro mucho más positivo y constructivo.
- Concéntrate en el presente en lugar de enredarte en el pasado o perder tu tiempo en lo que pueda ocurrir en un futuro.
- Amplíe su círculo de amigos, mentores y compañeros que puedan apoyarlo, animarlo y reafirmarlo
- Reconceptualiza lo que te ocurre. Los retos son oportunidades de crecimiento.
- No te dejes arrastrar por las quejas de otras personas.
- Aprender a respirar para relajarte y lograr paz interior
- Provoca que la gente de tu entorno sonría más. Se amable y cuidadoso son ellos.
Con estas 11 alternativas, empezarás el camino para hallar el bienestar en ti mismo. Te recomendamos tres libros de psicología, que sin duda, te ayudarán a potenciar tu autoestima, tu bienestar y tu salud emocional. Contienen ejercicios prácticos para alcanzar mayores cuotas de bienestar y plenitud, para educarnos de nuevo en lo que de verdad importa, en qué aspectos debemos fijarnos y qué actitudes podemos mostrar ante la vida en general.
Terminamos con una frase motivacional que nos anima a continuar y no caer en el desánimo cuando las cosas no ocurren como deseamos. Dice así: