Si somos propietarios de una vivienda que no usamos y estamos pensando en obtener un rendimiento de ella, es muy probable que nos asalten dudas acerca de la mejor opción para ello. ¿Es mejor alquilar nuestra casa o venderla? Esta es la pregunta que solemos hacernos y debemos sopesar, ya que una vivienda es un bien muy preciado que no debe gestionarse a la ligera.
Aun así, tener una casa vacía que no aprovechamos al máximo, es una forma de desperdiciar un recurso muy importante, concretamente en estos tiempos actuales en los que la bonanza económica es bastante discutible. Para ello, vamos a ponernos en la situación de alquilar nuestra casa y así ver qué ventajas nos aporta frente a la venta.
Antes de poner nuestra vivienda en alquiler, simplemente debemos saber como alquilar un piso y los pasos a seguir para que todo esté en orden. Tendremos que tener la cédula de habitabilidad, el certificado de eficiencia energética y el contrato de alquiler correctos según las normativas actuales vigentes.
De todas maneras, siempre es bueno ponerse en manos de un profesional para conocer nuestros derechos y obligaciones de forma correcta. Así nuestro alquiler será seguro y tendremos la certeza de estar cumpliendo con la ley.
Ventajas del alquiler
Vamos a enumerar algunas virtudes de alquilar nuestra casa:
Ingresos mensuales
Hay que recordar que cobrar un alquiler todos los meses, supone recibir un ingreso mensual fijo que podremos administrar con mejor perspectiva a lo largo del tiempo. No es lo mismo recibir la cantidad de la venta de nuestra vivienda y administrar mal ese dinero, que cobrar todos los meses una cifra mientras conservamos nuestra casa.
Permite decisiones para solucionar futuros imprevistos
Una vez que hemos vendido, ya no disponemos de ese patrimonio. Sin embargo, tener una propiedad o segunda casa, nos permite poder tomar decisiones sobre ella. El futuro es incierto, y nunca sabemos si necesitaremos disponer de esa vivienda más adelante o bien querremos dársela como herencia a nuestros hijos, por poner algunos ejemplos. También nos permitirá decidir si nos decantamos por vivir en un sitio u otro. Incluso hay gente que dispone de una casa para alquilar a modo de plan de pensiones.
Tomar decisiones tácticas
Mientras no sabemos qué hacer con una vivienda, podemos alquilarla y así realizar pequeños cambios para aumentar su valor. Como el mercado inmobiliario fluctúa de manera imprevista a lo largo de los años, podemos esperar a que nuestra casa obtenga una revalorización. Con ello conseguiremos aumentar su tasación respecto al precio por el que la compramos.
Opción exenta de problemas
Una de las dudas respecto al alquiler reside en si vamos a cobrar cada mes o debemos preocuparnos por los desperfectos por el uso del inmueble. Pero eso es cosa del pasado, ya que actualmente podemos gestionar el alquiler de nuestro hogar con un servicio profesional que nos asegure el cobro puntual y el buen estado de nuestra casa. Estas empresas actúan como puente entre el inquilino y nosotros, dándonos la garantía de que no tendremos que preocuparnos por nada.
Desventajas de la venta de un inmueble
Sin embargo, las gestiones de compra-venta de una casa son bastante tediosas y conllevan la intervención de terceros, como pueden ser notarios o agencias inmobiliarias. Esto puede traducirse en un incremento del tiempo y en unos costes adicionales abultados. Hay que recordar que si vendemos una casa, luego tendremos que dar una buena parte de ello a Hacienda con motivo del «incremento de patrimonio».
Como puedes comprobar, existen muchas razones de peso para escoger alquilar nuestra casa. Por eso lo mejor es analizar nuestra situación actual y futura con el fin de decidirnos por la opción correcta.