Actualmente existen dos clases de tarifa para nuestros dispositivos móviles: la de contrato y la de prepago. Aunque la de contrato se utiliza bastante, también es verdad que recientemente la modalidad de prepago está experimentando un auge debido a sus numerosas ventajas.
Particularmente es una de las mejores opciones si lo que queremos es controlar nuestro consumo para no tener sorpresas en la factura. También su flexibilidad es importante, ya que no suele llevar ningún compromiso de permanencia, y nos permite escoger la tarifa que mejor se adapte a nuestras necesidades, sin más ataduras.
En el éxito de las tarifas prepago ha contribuido también un factor primordial: sus precios económicos. Y es que con la aparición de los numerosos operadores móviles virtuales, también han llegado unas tarifas sumamente competitivas, a veces con precios más bajos incluso que los de muchas tarifas de contrato. Y lo mejor es que no carecen de prestaciones, ya que suelen tener datos móviles y minutos de llamadas suficientes para contentar las necesidades de la mayoría de usuarios de telefonía móvil.
Un ejemplo lo tenemos en las tarifas prepago que ofrece LlamaYa, que cubren todos los precios y necesidades que pueda tener cualquier usuario. Si echamos un vistazo a las tarifas que tienen ahora mismo, veremos que disponemos de muchas para elegir, de modo que podremos escoger fácilmente la adecuada dependiendo de nuestros requerimientos.
Llama la atención su tarifa de 5 euros, con 150 minutos en llamadas y 3 gigas de datos de Internet. Actualmente es de las poquísimas en España que nos ofrece un precio tan imbatible y aun así, con unas prestaciones que cubren perfectamente las necesidades del usuario común.
Si no queremos estar pendientes de los minutos de llamadas, una opción muy suculenta es la de 10 euros, en la que nos ofrecen llamadas ilimitadas y 3 gigas de datos de Internet. Esta tarifa es perfecta para despreocuparse de los minutos de llamadas si no usamos muchos datos de Internet, y todo ello con un precio muy competitivo para el terreno español.
Luego existen otras tarifas prepago que se pueden adaptar a nuestras necesidades teniendo en cuenta nuestro presupuesto mensual. ¿Que tenemos bastante con 150 minutos de llamadas porque no solemos hablar mucho, pero esos 3 gigas de datos se nos quedan escasos? Pues podemos optar por la modalidad de 7 gigas por 10 euros, en la que obtendremos como beneficio más del doble de gigas que la otra tarifa de igual precio, a cambio de tener 150 minutos de llamadas en vez de ilimitadas.
Aquí entra ya en juego encontrar la tarifa que mejor se adapte a nuestro uso habitual mensual. Lo que está claro es que las tarifas prepago de LlamaYa son de las más económicas respecto a sus prestaciones. Y esto lo digo con conocimiento de causa, ya que llevo mucho tiempo rastreando estas tarifas porque yo también soy usuario de telefonía móvil y últimamente he estado buscando las más baratas.
Ventajas de las tarifas prepago
Una vez que sabemos que podemos tener una tarifa prepago por precios y prestaciones tan competitivas, nos queda conocer las ventajas que nos ofrece la modalidad prepago si la comparamos respecto a una tarifa de contrato.
No tenemos compromiso de permanencia
Cuando obtenemos una tarjeta prepago, nuestra tarifa no tendrá un compromiso de permanencia. Si alguna vez hemos sufrido esta clase de atadura, sabremos que es un punto a tener en cuenta, ya que el día que nos interese, podremos cambiar de compañía sin tener que dar explicaciones.
Y mucho mejor, sin tener que enfrentarnos a papeleos o gestiones por teléfono, algo que otras compañías hacen para que nos cansemos y continuemos con sus abusivas tarifas. El día que nos interese cancelar nuestra tarifa, simplemente dejaremos sin renovar nuestra tarjeta prepago. Así de fácil.
Control de consumo
Este es otro punto muy importante. Si con una tarifa de contrato, podemos excedernos al sobrepasar ciertas prestaciones ya definidas, o bien nos cobran en base a cada prestación (nos tarifan cada llamada, minuto, mega o giga), con una tarifa precontrato no tendremos sorpresas en nuestra factura mensual.
Como cada mes, pagaremos nuestra cuota prepago, y si llegáramos a pasarnos en algún servicio extra, como SMS, llamadas a números especiales o cualquier otra clase de desbarajuste, nunca gastaríamos más allá de dicha cuota mensual.
Esto viene de fábula si la tarjeta prepago la va a utilizar alguna persona que tenga problemas para controlar su consumo, frecuentemente por desconocimiento. Por ejemplo, para los niños y personas mayores es estupenda, pues nunca rebasaremos cierto consumo. Lo mismo se aplica para cualquier persona que no se aclare con los dispositivos móviles y tenga riesgo de efectuar gastos improvistos.
A mi en concreto me ocurrió algo parecido en la táblet de mi suegra, una persona mayor. No sé cómo lo hizo, pero por lo visto tenía una aplicación (no desinstalable) o función en la tablet que le mostraba una publicidad emergente. Pues bien, gracias a esa publicidad, que era presionada sin querer por esta persona mayor, se iba dando de alta en empresas de servicios de juegos.
Por lo visto, una que vez que pulsaba en la ventana de publicidad emergente, recibía un SMS con la aceptación de estos servicios, que le iban cobrando si mal no recuerdo, de forma mensual. Lo malo era que se iba apuntando a muchos de estos servicios que proveían de juegos y al final la factura se inflaba bastante. Recuerdo tener que estar llamando a varios teléfonos para enfrentarme a máquinas automáticas con las que darme de baja de estos servicios, algo que es una tarea bastante engorrosa porque dificultan mucho el darse de baja.
Este es simplemente un ejemplo de un gasto incontrolado en una persona con un manejo bastante inconsciente de los dispositivos móviles. Si hubiera tenido una tarifa prepago baratita, de 5 euros por ejemplo, el mal no hubiera pasado a mayores. También nos hubiera alertado antes del problema, ya que cuando nos dimos cuenta, se había dado de alta en varias empresas de estas que proveían de servicios de juegos.
Precios competitivos
A día de hoy se puede decir sin temor a equivocarse, que las tarifas prepago mejoran las ofertas económicas de las de contrato, al menos hablando en líneas generales. Atrás quedaron los días en los que parecía que por tener tarjeta prepago, pagabas más.
De hecho ahora podemos llegar a ahorrarnos muchísimo dinero con nuestra tarteta prepago. Y con ese dinero que nos ahorramos, podemos comprarnos nuevos móviles o táblets. Ya no hace falta que sucumbamos a los regalos envenados que nos hacen algunas compañías por elegir sus tarifas de contrato, en las que pagamos en exceso el precio de esos regalos.
Y lo mejor es que tampoco tendremos compromiso de permanencia como modo de extorsión por ese regalo. De este modo, con lo que nos ahorremos con nuestra tarifa prepago, podremos cambiar de terminal cada año, por poner un ejemplo.
Ideal para los más pequeños de la casa
Como ya hemos especificado en el punto «Control de consumo», las tarifas prepago son ideales para los móviles de los niños. De esta forma podremos saber con certeza que no gastarán más dinero del estipulado cada mes, lo que les llevará a tener un uso responsable del móvil.
Si les educamos a controlar su consumo de llamadas y datos, puede suponerles hasta una forma de aprendizaje en el empleo responsable de las tecnologías modernas.
Incluso puede servirnos para darles una tarifa prepago con datos para su tablet. Y es que existen muchas aplicaciones educativas que les sirven para aprender y pasar sus ratos de ocio, así que con una tarjeta prepago, podrán usar la táblet incluso si están fuera de casa o no tienen red wifi.
Con esta tarjeta no habrá sustos ni excesos en la factura, pudiendo localizar pronto cualquier anomalía en el consumo. También resulta ideal para cuando los niños tienen su primer dispositivo y necesitamos que tengan una línea móvil económica.
Personas que no utilizan el móvil apenas
Todos conocemos a personas que apenas usan el móvil y que no están pendientes del Whatsapp ni las redes sociales, generalmente personas mayores. Aun así, necesitan una línea de móvil para recibir llamadas o estar localizables, por ejemplo.
En estos casos, una tarifa prepago de consumo mínimo es perfecta, ya que tendrán un móvil funcional igualmente, y por una cuota minúscula.
Contratamos lo que necesitamos
Cuando escogemos nuestra tarifa prepago, nos quedaremos con la que mejor se adapte a nuestras necesidades. De esta forma, no pagaremos de más por servicios que no utilizaremos. Incluso si nos quedamos cortos o nos sobra algo, podremos elegir otra tarifa más escasa o más potente en la misma empresa, dependiendo de nuestro caso. Este procedimiento suele ser muy sencillo de efectuar.
Datos bancarios
Si queremos salvaguardar nuestra privacidad y no nos interesa dar nuestros datos bancarios a la ligera, una tarjeta prepago es la opción ideal. Al no tener una cuenta bancaria asociada a la tarjeta, podremos pagar físicamente en los establecimientos autorizados de nuestra compañía telefónica (locutorios, por ejemplo), o por tarjeta bancaria si buscamos una mayor autonomía.