Los países que viven en latitudes más cálidas, parecen tener una ventaja para frenar la transmisión de los contagios por coronavirus, según revelaron algunos estudios realizados por científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Los investigadores descubrieron que la mayoría de contagios por coronavirus habían ocurrido en regiones con bajas temperaturas, entre 3º y 17º grados.
Si bien los países de clima ecuatorial y los del hemisferio sur, actualmente en pleno verano, han registrado casos de coronavirus, las regiones con temperaturas medias superiores a los 18º grados centígrados representan menos del 10 por ciento de los casos mundiales hasta ahora.
«Allá donde las temperaturas eran más frías, el número de casos comenzó a aumentar rápidamente», dijo Qasim Bukhari, un científico computacional del M.I.T. que es coautor del estudio. «Esto se puede comprobar con la cantidad de contagiados en Europa, a pesar de que su sanidad está entre las mejores del mundo».
Esta relación entre contagiados y temperatura se puede observar también en Estados Unidos, dijo el Dr. Bukhari. Los estados del sur, como Arizona, Florida y Texas, han visto un crecimiento más lento de los brotes en comparación con otros estados como Washington, Nueva York y Colorado. Los casos de coronavirus en California han crecido a un ritmo intermedio.
El patrón estacional es similar a lo que los epidemiólogos han observado con otros virus. La Dra. Deborah Birx, coordinadora mundial del SIDA en Estados Unidos y también miembro del grupo de trabajo sobre coronavirus de la administración Trump, dijo durante una reciente sesión informativa que la gripe, en el hemisferio norte, generalmente sigue una tendencia de noviembre a abril.
El Dr. Birx también observó que el patrón era similar al de la epidemia de SARS en 2003. Sin embargo, destacó que debido a que los brotes del virus en China y Corea del Sur comenzaron más tarde, era difícil determinar si el nuevo coronavirus seguiría la misma pauta.
Otros dos estudios públicos llegaron a conclusiones similares para esta relación entre las temperaturas y el coronavirus.
Un análisis realizado por investigadores de España y Finlandia, señaló que el coronavirus parecía haber encontrado un nicho en condiciones de sequedad y temperaturas entre -2º y 10º grados centígrados.
Otro grupo de investigadores indicó que antes de que el gobierno chino comenzara a imponer medidas de contención más agresivas, se notó una tasa de contagios más lenta (al principio del brote) en las ciudades con temperaturas más altas y entornos más húmedos.
Sin embargo, ninguno de los estudios ha sido revisado por otros científicos, y el Dr. Bukhari reconoció que factores como las restricciones de viaje, las medidas de distanciamiento social, las variaciones en la disponibilidad de pruebas y las cargas hospitalarias, podrían haber afectado al número de casos en los distintos países.
La posible correlación entre los casos de coronavirus y el clima no debería llevar a los responsables de estos países cálidos a relajarse.
«Todavía debemos tomar fuertes precauciones», dijo el Dr. Bukhari. «Las temperaturas más cálidas pueden hacer que este coronavirus sea menos efectivo, pero una transmisión menos efectiva no significa que no exista contagio».
«Las temperaturas más cálidas podrían dificultar la supervivencia del coronavirus en el aire o en las superficies durante largos períodos de tiempo, pero aun así podría ser contagioso durante horas o incluso días», dijo el Dr. Bukhari.
Incluso los virus estacionales como la gripe y los virus que causan el resfriado común no desaparecen completamente durante el verano. Siguen presentes en niveles bajos en el cuerpo de muchas personas y en otras partes del mundo, esperando el momento oportuno para que las condiciones sean adecuadas y las infecciones se propaguen de nuevo.
Algunos virus tienen el patrón opuesto. La polio, por ejemplo, tiende a propagarse más rápidamente en climas más cálidos. Y algunos virus pueden no tener ninguna variación estacional.
Pasarán otras cuatro o seis semanas antes de que las autoridades sanitarias tengan una idea más clara de cómo los patrones climáticos configuran la trayectoria del coronavirus, dijo Jarbas Barbosa, director adjunto de la Organización Panamericana de la Salud, la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud que se centra en las Américas.
El hecho de que la transmisión local se esté produciendo en el sur del mundo, indica que este virus puede ser más resistente a las temperaturas cálidas que la gripe y otros virus respiratorios que se propagaron en el pasado.
Por ello, los funcionarios de la Organización Mundial de la Salud, siguen instando a los países a que actúen con urgencia y agresividad para tratar de contener el virus, aprovechando que el número de casos es relativamente bajo y pueden ser fácilmente localizados para ponerse en cuarentena.
«Uno de los grandes peligros de asumir que el virus es menos peligroso en temperaturas más cálidas, entre edades particulares o para cualquier grupo específico, es la autocomplacencia», dijo Julio Frenk, un médico que fue ministro de salud en México y ahora es presidente de la Universidad de Miami. «Si la gente no presta atención a las advertencias y recomendaciones de los profesionales de la salud pública, los resultados serán desastrosos».
Pero debido a que la alta humedad y el calor sólo se producen a la vez generalmente en los meses de julio y agosto en algunas partes del hemisferio norte, el Dr. Bukhari advirtió que los efectos del clima más cálido en la reducción de las transmisiones podrían durar sólo un breve período en algunas regiones.
«Esto sugiere que, aunque la propagación del coronavirus disminuya a mayor humedad, su efecto se limitaría a latitudes por encima de los 40 grados Norte, que incluyen la mayor parte de Europa y América del Norte», dijo.
Y como de momento desconocemos mucho sobre el coronavirus SARS-CoV-2, nadie podrá predecir si el virus volverá en otoño.
Fuentes:
https://www.nytimes.com/2020/03/22/health/warm-weather-coronavirus.html
https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3556998
https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.03.12.20034728v1
https://arxiv.org/ftp/arxiv/papers/2003/2003.05003.pdf
https://www.nytimes.com/2020/03/17/health/coronavirus-surfaces-aerosols.html