La vuelta al cole este septiembre nos traerá muchos cambios y situaciones a las que no estamos acostumbrados.
Con la amenaza del contagio por el coronavirus entre los menores y la complejidad para guardar las distancias de seguridad, se está buscando el mejor método para continuar con la enseñanza, aunque todavía existen dudas sobre cuál será el más adecuado.
Índice de contenidos
- Distintos escenarios
- Consejos para afrontar las clases online
- La vuelta al cole presencial
- Un equipo COVID-19
- Se darán clases de pandemia
- La distancia por grupos
- Clases al aire libre
- El comedor cambia de sitio
- Turnos para los recreos
- El uso de mascarillas
- Normas de indumentaria
- Se acabaron las reuniones
- Los padres mejor que no se personen en el centro
- Control en el movimiento de los alumnos
- Más limpieza
- Cambios en el transporte escolar
Distintos escenarios
Según vaya evolucionando el riesgo de volver a un nuevo confinamiento por el coronavirus, se irán adoptando diferentes medidas, por lo que no existen directrices inamovibles y tampoco hay certeza sobre las normas que se adoptarán para la vuelta al cole este septiembre.
Uno de los escenarios más plausibles es el de la enseñanza mixta, en el que alumnado alternará la educación presencial con las clases online desde su casa. De esta manera, los niños irán ciertos días al colegio y otros se quedarán en casa, garantizando que la ocupación de las aulas sea del 50%.
Otro de los panoramas que se está contemplando, es que los escolares vayan cada día a los centros docentes, pero que lo hagan en horas distintas. Digamos que se establecerían dos turnos para ir al colegio, y un grupo iría más temprano y otro más tarde. Al estar ambos grupos separados, también se respetaría la ocupación del 50% en las clases.
También tenemos las situaciones más radicales, tanto para lo bueno, como para lo malo. Si llegado septiembre, surgen rebrotes y se vuelve a un estado de alarma donde los niños estén confinados, habrá que delegar todo el peso de la enseñanza en las clases online.
Pero si en septiembre no existen rebrotes, se contempla también la vuelta presencial a las aulas por el 100% de los escolares.
Simplemente se tomarían medidas cautelares como entradas y salidas por turnos, distintos recreos, control de accesos y pasillos, y todo para eludir en la medida de lo posible cualquier contacto físico. A pesar de estas actuaciones, no se modificarían los días lectivos.
Finalmente, también puede darse el caso de que en un mismo trimestre o curso, se alternen los escenarios dependiendo de posibles rebrotes. Esto se realizaría también por provincias y/o comunidades.
Y es que si alguna vez surge algún rebrote en cierta ciudad, provincia o comunidad, se podrían adoptar las clases online durante un periodo de tiempo prudencial, para volver al sistema mixto o totalmente presencial cuando las condiciones sean propicias.
Consejos para afrontar las clases online
Como padres, nos interesa saber qué podemos hacer desde nuestra casa para favorecer el ritmo de las clases online de nuestros hijos. La educación a distancia durante el confinamiento nos pilló por sorpresa y demostró la falta de experiencia y preparación de muchos padres con este sistema.
Por eso ahora es tiempo de prever cualquier futura carencia o problema, basándonos en todo aquello que nos falló. Así que vamos a conocer algunos consejos o recomendaciones que nos servirán para apoyar la educación online de nuestros pequeños.
Material escolar
Ya conocemos la escasez de ciertos productos durante un estado de alarma. El material escolar y cualquier elemento que necesiten los niños para sus clases a distancia tampoco se libran de esta escasez, así que siempre es mejor prevenir antes de que llegue un posible periodo de confinamiento.
Quizás ahora sea el mejor momento de ir surtiéndonos de material escolar y no esperar a septiembre, ya que llegado el momento, podría darse alguna falta de stock.
Lo mejor es aprovechar este verano para comprar en una papeleria online y de esta forma, saber que comenzado el ciclo lectivo, tendremos nuestro material escolar asegurado.
También es recomendable hacerlo antes de un posible confinamiento, ya que los servicios de mensajería suelen retrasarse más de lo debido en un estado de alarma.
Lo bueno del material escolar es que, en líneas generales, no tiene fecha de caducidad. Por eso si somos precavidos y pedimos dicho material anticipadamente, estaremos adoptando una medida inteligente que evitará cualquier carencia durante el curso escolar.
Es evidente que el principal elemento para las clases online es un dispositivo electrónico con conexión a Internet, ya sea un ordenador, portátil o tablet. Por eso es bueno tener preparado este dispositivo para el correcto funcionamiento de las tareas online.
Aparte del sistema electrónico, el estudiante necesitará también material escolar para su escritorio. Tener libretas, lápices, bolígrafos y demás elementos típicos de estudio, serán necesarios incluso en un estado de confinamiento, ya que servirán para apoyar las clases online.
Plasmar los conocimientos en papel sirve para reforzar el estudio realizado, aparte de influir positivamente en otras áreas del lenguaje. Por ejemplo, no es bueno que toda la educación sea pulsando teclas o una pantalla, ya que el estudiante perdería la capacidad de escribir a mano.
De hecho, existen estudios que demuestran que los estudiantes que emplean un dispositivo electrónico para tomar apuntes, sacan peores notas que aquellos que lo hacen a mano escribiendo en un papel.
También hay que pensar en el tiempo libre que debe llenar un estudiante en un posible confinamiento, por eso es bueno que tenga algún bloc de dibujo y elementos para realizar manualidades, pintar y demás tareas plásticas.
Así que, sin importar si el curso 2020-2021 es presencial u online, mejor que tengamos preparado todo el material de estudio de nuestros hijos y no esperemos a septiembre para surtirnos del mismo.
Conocer la tecnología
Como hemos mencionado en el punto anterior, debemos tener preparado correctamente el dispositivo electrónico con el que nuestros hijos realizarán las clases online.
Tenemos como ventaja que si hemos sufrido algún problema tecnológico durante el pasado estado de alarma, ya lo conoceremos. Si lo hemos solucionado, perfecto, pero si lo hemos relegado para más tarde, habrá que dejarlo finiquitado sin excusas.
Es bueno que nos pongamos en contacto con el profesorado para solucionar cualquier duda o problema relacionado con las vías de comunicación de las clases online. Quizás sea la mejor forma de asesorarse, ya que los profesores habrán buscado soluciones fáciles para los padres más inexpertos.
También es bueno que nos informemos en Internet ante cualquier duda, ya que suelen existir tutoriales online que nos ofrecen soluciones a cualquier función telemática. Por ejemplo, cómo realizar videoconferencias, compartir archivos con el profesorado, realizar capturas de pantalla de ejercicios, etc.
Es imperativo que tengamos alguna suite de ofimática preparada. Si no tenemos el típico Office, hay alternativas gratuitas como Openoffice, por lo que no existen excusas para que el estudiante no tenga un editor de textos tipo Word, que es bastante elemental, o una hoja de cálculos.
Dependiendo del sistema de trabajo del equipo docente, también debemos tener preparadas las vías de comunicación con ellos.
Ya sea por correo electrónico, un grupo de Whatsapp de la clase o una plataforma para compartir archivos como Google Drive, habrá que tener todo dispuesto para enviar y recibir archivos o material multimedia sin problemas. Así podremos mandar y recibir los deberes, por ejemplo.
Lo mismo ocurre con el método para realizar videoconferencias. Habrá que informarse de qué sistema emplea el profesorado y así tenerlo preparado para funcionar en la tablet u ordenador.
Al margen de todo esto, también debemos investigar recursos que sirvan para potenciar las clases de nuestros hijos. Y es que existen portales y plataformas online que ofrecen cursos gratuitos que resultan muy interesantes como apoyo para el estudiante.
Por ejemplo, Youtube cuenta con clases sobre ciertos temas específicos que pueden ser de gran ayuda, ya que al tener referencias visuales, serán más comprensibles para el alumno.
También es muy importante enseñar a nuestros hijos a buscar correctamente un problema o tema en el buscador web. Si logramos que tengan la suficiente experiencia para refinar la búsqueda y entrar en el sitio web que les resuelva las dudas, estarán ganando un precioso tiempo, aparte de mejorar mucho más su experiencia educativa.
Entender el lenguaje del profesorado
Es bueno que los padres intenten buscar información en publicaciones, artículos y páginas web sobre las actividades del personal docente. Así podrán conocer la terminología del terreno pedagógico y didáctico.
Si estamos al tanto del lenguaje del profesorado, podremos orientar mejor a nuestros hijos, ya que comprenderemos mejor cualquier directriz que la escuela nos envíe. También será una valiosa ayuda para comprender los deberes y tareas de nuestros hijos, ya que pueden prestarse a la confusión.
Como recomendación adicional, es bueno que leamos varias veces cualquier comunicación o trabajo que nos envíen, para asegurarnos que lo entendemos correctamente.
Lo mismo pasa con nuestros hijos. Es mejor repasar con ellos cualquier ejercicio que reciban para saber si lo han entendido, aparte de enseñarles a comprender los deberes e incluso preguntar al profesorado ante cualquier duda. Siempre es mejor eso que entregar una tarea mal resuelta.
Espacio de estudio adecuado
Aunque el espacio donde el estudiante tomará las clases es importante siempre, y no sólo en estados de confinamiento (que es cuando más horas pasará en el mismo), es bueno que revisemos si el lugar de estudio es el adecuado.
Habrá que comprobar si el niño se siente a gusto en el sitio y tiene a mano todos los elementos de estudio y material escolar.
Aparte de la tranquilidad emocional, también habrá que cuidar que no sea un espacio donde haya distracciones que impidan una correcta concentración. Por eso es mejor que no existan estímulos externos que dificulten el estudio.
El mejor ejemplo lo tendríamos con cualquier ruido o golpe que perturbe al estudiante. En la medida de lo posible, la estancia donde estudie debe ser muy silenciosa y habrá que respetar sus horas de clase. Por ejemplo, evitar dar portazos o hacer ruidos fuertes durante esas horas más delicadas.
Horarios de estudio
Seguro que ya sabréis lo importante que es establecer unos horarios de estudio cuando nuestros hijos aprenden desde casa. Y ya no hablamos sólo de estudiar, sino incluso de establecer un planning u horarios acerca de las tareas y responsabilidades que deben realizar diariamente.
Es una estupenda forma de familiarizarlos con la disciplina, aparte de servirles para que sean más organizados y les cunda más el día. Si se lo planteamos como algo divertido, incluso lo asumirán de buen grado.
Aunque se establezcan unos horarios programados, habrá que dar opción a la flexibilidad, pudiendo dialogar y negociar cualquier cambio necesario. También es bueno que se establezcan tiempos de descanso y ocio, para que el horario no se vea como algo demasiado riguroso.
Igualmente debe haber un equilibrio entre el tiempo que pase el niño realizando tareas en solitario y en familia. Por eso es bueno programar alguna actividad familiar de ocio para compartir momentos distendidos todos juntos.
Si vemos que a los niños les cuesta seguir un horario, siempre se puede establecer un sistema de recompensas, del estilo «si realizas los deberes diarios, tienes un tiempo designado para jugar a la videoconsola», por poner un ejemplo.
En vez de establecer castigos, siempre es mejor ejercer un refuerzo positivo. Se puede plantear una cartulina en la que se vayan añadiendo puntos por actividades realizadas, y de esta manera, el niño comprobará que llegando a cierta cantidad de acciones positivas, logrará un premio o algo que le guste.
Es mejor esta clase de atención en lo que sí haga bien, que prestar atención a lo que haga mal o no quiera hacer.
La vuelta al cole presencial
Al margen de las clases online desde casa, tenemos también la vuelta al cole más típica en la que los alumnos tendrán que acudir al colegio. Pero, ¿cómo será esta vuelta a las clases presenciales?
El colegio que se avecina este septiembre seguro que nos trae algunas imágenes bastante atípicas, como por ejemplo, clases al aire libre en parques y alumnos comiendo dentro de clase.
Los centros docentes dispondrán de una división COVID-19 integrada por profesores, limpiadores y representantes de las familias, aparte que los niños contarán con clases en las que recibirán información y aprenderán medidas para protegerse frente al coronavirus.
Al menos son algunos de los protocolos que tienen planeados como procedimientos de seguridad para la vuelta al cole, los cuales permitirán que los niños que tengan menos de 10 años y su profesorado, puedan dar clases sin tener que llevar mascarilla. Eso sí, no se podrán realizar juntas ni asambleas dentro del centro.
Aunque todo dependerá del devenir de estos meses de verano, estas son algunas de las medidas que se piensa instaurar.
Un equipo COVID-19
En cada centro docente existirá una denominada unidad COVID-19 que estará compuesta por la dirección, la secretaría y algún profesor (o varios). También formarán parte de la misma alguien del equipo de limpieza y algún representante del entorno de las familias y los estudiantes.
Este departamento se encargará de que se apliquen las directrices elementales y que todo el colectivo docente esté al tanto de su puesta en práctica.
Aparte, es posible que cada colegio tenga que desarrollar esquemas de contingencia y de principio de curso.
Se darán clases de pandemia
Los procedimientos insisten en incorporar clases de sanidad e higiene, las cuales hasta el momento son inexistentes. En ellas se enseñará sobre temas de salud y se recordarán las normas elementales sanitarias de prevención.
La distancia por grupos
El número de alumnos por clase se reducirá. Aunque en principio se pidió que fuera de 15, es probable que finalmente se limite a unos 20 niños por aula.
Este límite permitirá que los niños menores de 10 años puedan estudiar sin tener que guardar ninguna distancia entre ellos, ya que se establecería entre ellos un grupo de confianza de pocos integrantes, el cual no se mezclaría con otros alumnos del centro.
Para los mayores de 10 años, sin embargo, se establecerá como medida de protección una distancia de 1,5 metros.
Clases al aire libre
También se contempla, si la meteorología lo permite, dar clases en parques cercanos, centros culturales, polideportivos o ludotecas de cada localidad. Incluso en los propios patios del colegio si se pueden techar con alguna lona provisional.
Esta idea de impartir clases en espacios abiertos o recintos grandes, busca precisamente esa división entre grupos y aprovechar el aire libre como medida natural para evitar el contagio ante cualquier virus. Aun así, todo dependerá también en gran medida de los ayuntamientos de cada municipio.
Aparte, se podrán instalar mamparas en ciertos sitios como comedores, gimnasios o salones de actos para evitar el contacto cercano entre los individuos.
El comedor cambia de sitio
Como medida de precaución y separación, puede que se deje de utilizar el comedor escolar, haciendo uso de las aulas para comer. Para transportar la comida se utilizarían carros con bandejas o carros calientes a ser posible.
Los centros que sigan empleando el comedor, tendrán que planificar que cada grupo de menores de 10 años, no comparta espacio simultáneamente o al menos mantenga una distancia considerable. Para ello, se podrán organizar diferentes horarios de comida.
Los mayores de 10 años igualmente tendrán que respetar la distancia interpersonal de 1,5 metros cuando vayan al comedor.
Turnos para los recreos
Debido a que se deben implantar medidas para favorecer el distanciamiento entre los alumnos, el recreo también tendrá cambios. Primeramente, se establecerán turnos para que los estudiantes coincidan lo mínimo posible en el mismo patio.
Y segundo, las actividades y juegos pueden verse afectados o limitados. Por ejemplo, no se podrá jugar a la pelota. Esto puede aplicarse a cualquier otro juego que pueda suponer un potencial foco de transmisión de virus.
El uso de mascarillas
Según la normativa, se supone que la mascarilla será de tipo higiénico y si puede ser, reutilizable. A tal efecto, las comunidades tendrán que abastecer de mascarillas a los centros docentes para que los profesores hagan uso de ellas. También servirán para los alumnos que necesiten reponerlas.
Eso sí, el uso de las mismas es bastante enrevesado de explicar. Se dispuso que se utilizarían mascarillas siempre que no se pudiera respetar la distancia de seguridad interpersonal, que es de dos metros.
Los niños menores de 10 años no están obligados a llevarlas, e igualmente si pertenecen a cualquier grupo estable de convivencia, aunque si salen de dicha unidad, sí tendrán que llevarla si no pueden guardar una distancia de 1,5 metros.
Para los profesores de estos niños, el uso de la mascarilla será optativo, aunque sí obligatorio si están fuera del grupo y no pueden mantener la distancia de seguridad, también de 1,5 metros.
Para los niños mayores de 10 años y sus profesores, el uso de mascarilla no será obligatorio cuando estén sentados dando clase. En cualquier ámbito fuera de esta situación, sí será obligatoria.
Normas de indumentaria
Aunque el personal que trabaje con los niños de educación infantil y especial no tendrá que llevar mascarilla, sí es recomendable que tengan el pelo recogido y eviten el uso de accesorios como anillos, pulseras o colgantes.
También se les pide que extremen las medidas de higiene, lavando su ropa diariamente a altas temperaturas y que empleen juguetes que puedan desinfectarse fácilmente.
Se acabaron las reuniones
Con el fin de limitar la cantidad de individuos que compartan el mismo espacio a la vez, se dejaran de celebrar reuniones o congregaciones presenciales.
Los actos deportivos o festejos dentro del colegio a los que asista público, podrán celebrarse siempre y cuando se respeten las distancias de seguridad y un cierto aforo.
Los padres mejor que no se personen en el centro
La comunicación entre los padres y profesorado se realizará mejor por vías no presenciales, como el teléfono, correo electrónico, mensajería instantánea o incluso correo ordinario.
Solamente se permitirá que acudan al colegio cuando no quede más remedio, por imperiosa necesidad o llamamiento del equipo docente.
Control en el movimiento de los alumnos
Cualquier entrada o salida de los estudiantes se hará escalonada y se reducirá, en la medida de lo posible, para que los alumnos no se desplacen mucho en grupos por el colegio. Para facilitar esto, serán los profesores quienes irán a las aulas requeridas.
Más limpieza
Se incrementará la limpieza general en el centro. Por ejemplo, los aseos tendrán que limpiarse tres veces al día y habrá que desinfectar las superficies que empleen los alumnos con cada cambio.
También habrá que ventilar las aulas, al menos 5 o 10 minutos al comenzar, terminar y entre cada clase.
Cambios en el transporte escolar
Para respetar las distancias interpersonales entre los alumnos, se pedirá que empleen transportes activos, ya sea andando o en bicicleta. También se establecerán rutas seguras para acudir a la escuela.
Los estudiantes que utilicen el transporte escolar, sí tendrán que llevar mascarilla, al menos los mayores de 6 años.