Japón
Japón es un país famoso por sus estrafalarias costumbres, tan diferentes a las occidentales, tanto en las antiguas, como en las más modernas. Posee 127 millones de habitantes que profesan en su mayoría el budismo y el sintoismo (sobre un 90%), mientras que el otro 10% ha adoptado otras foráneas como el cristianismo, confucionismo o taoísmo.
Su capital es Tokio, que posee más de 12 millones de habitantes. Otras urbes de importancia son: Yokohama, Nagoya, Kyoto, Hiroshima, Sapporo, Nagasaki, Fukuoka, Kobe y Osaka.
Ahora que estamos en fechas navideñas (el mes de Diciembre se denomina shiwasu), hagamos un repaso de las tradiciones y costumbres que practican en estas fechas. De entre todas las fiestas, la que se realiza para celebrar el año nuevo es la más importante para los japoneses. Por todos los lugares podemos ver cómo la gente prepara con mimo y esmero la decoración y ornamentos con los que rendirán culto a sus dioses y creencias. Estos dioses, no poseen una presencia absoluta como solemos estar acostumbrados en occidente, sino que se hayan entrelazados a fenómenos de la naturaleza y entes del pasado.
Como los japoneses no son católicos, la Navidad reviste un carácter menos religioso, adoptando el espíritu de estas fiestas como una celebración de la figura de «Santa Claus», una época donde regalar y ser obsequiado o también unas fechas para el amor y el romanticismo con la pareja.
El día de Nochebuena, algunas personas acuden a la iglesia en un sentido de adopción de lo occidental como moda, en pos de un sentido religioso. Asiste gente joven, por lo que las actividades de la iglesia dan paso al canto en vez del rezo. Después de la iglesia, se suele ir a comer a un restaurante, etc.
En esta temporada, la ocupación hostelera y de restauración es completa, por lo que es recomendable reservar la asistencia para evitar sorpresas. La noche del 24 de Diciembre, las parejas de enamorados pasan una noche romántica para reafirmar su afecto.
El Oseibo
Cuando se acerca el fin de año, comienza el periodo del oseibo, que son regalos y obsequios que se entregan para finalizar el año como muestra de agradecimiento. En general, se suelen entregar a superiores, amigos y familiares (jefe, clientes, padrinos, maestros…). Lo que más se suele regalar son bebidas, postres, menaje (sábanas y toallas), y productos de tocador y neceser, como una alegoría a la limpieza y purificación.
Set de condimentos, cuesta 4.750 yenes
Es costumbre mandar estos regalos desde comienzos de diciembre, hasta el día 20 del mismo mes, aunque las tiendas más avezadas, empiezan a comercializar el oseibo desde principios de noviembre. Los precios de estos paquetes oscilan entre los 3.000 y 5.000 yenes. Entre los productos estrella destacan los set de jamón, algas marinas, salsa de soja, cervezas, galletitas, café y varios más.
Otra modalidad es enviar un catálogo (al que llaman «catalog gift») a la persona que quieren obsequiar, para que ella misma escoja un producto a su gusto.
Galletitas, cuesta 5.250 yenes
Set de jamón, cuesta 7.560 yenes
Set de alga marina (nori), cuesta 5.250 yenes
Set de alga, cuesta 2.000 yenes
El Nengajo
Tras el período del oseibo, se comienza a preparar el nengajo, que son tarjetas para felicitar el año nuevo. En Japón, éste debe ser enviado para que el destinatario lo reciba justo el día 1 de enero. En estas fechas, el servicio de correos postales se esmera al máximo y contrata refuerzos de empleados eventuales.
Correos ruega siempre que se envíen las misivas y felicitaciones antes del 15 de diciembre para poder organizar las entregas, y a modo de hazaña, proporciona datos numéricos que se hacen públicos en las noticias. El trabajo es intenso, ya que la media de felicitaciones es alta, pudiendo llegar fácilmente cada persona a enviar unas 1000 felicitaciones. Si tomamos en cuenta que la población japonesa posee más de 127 millones de personas, nos haremos una idea de lo trabajoso de esta costumbre.
En el nengajo se pueden añadir sellos elaborados con batata (o patata) o una pasta especial denominada Fimo, que es moldeable y se cocina unos veinte minutos en el horno. Después se pueden utilizar para sellar.
El Otoshidama
El otoshidama es una costumbre donde los niños reciben dinero de los mayores (padres, abuelos, tios/as, parientes…) en un sobre, con motivo del año nuevo. Los niños por supuesto, muestran una gran ilusión ante este regalo monetario.
La tradición antigua de esta costumbre, tenía un carácter más espiritual, donde las personas que estaban por encima en edad o grado jerárquico, entregaban el espíritu de los dioses a sus condescendientes. Al principio se dejaba una piedra redonda en la entrada de la casa, que posteriormente se transformó en un mochi (pastel de arroz) y en tiempos actuales ha venido a ser dinero, que se entrega dentro de una bolsa especial para tal efecto.
Las cantidades que se suelen entregar varían en la edad del niño, la relación con el mismo o estatus, pero podemos apreciar una muestra en la siguiente lista:
- Para el propio hijo 10.000 yenes
- Para los sobrinos 5.000 yenes
- Para preescolar 2.000 yenes
- Para primaria 3.000 yenes
- Para secundaria 5.000 yenes
- Para bachillerato 5.000 yenes
- Para universitario 10.000 yenes
Si debemos regalar a otros niños con los que no compartamos parentesco alguno:
- En general 3.000 yenes
- Para preescolar 2.000 yenes
- Para primaria 3.000 yenes
- Para secundaria 3.000 a 5.000 yenes
- Para bachillerato 5.000 yenes
Kadomatsu
El «kadomatsu» es un ornamento elaborado con bambú y pino, que sirve como decoración para recibir el año nuevo, y normalmente se deposita en las entradas o puertas principales. Antiguamente se pensaba que los dioses se encontraban en las copas de los árboles, y esta era una manera de recibirles y acogerles. Aunque esta costumbre está cayendo en el deshuso, todavía se puede ver en tiendas y centros comerciales.
(Kadomatsu, cuesta unos 12.000 yenes)
No es de buen agüero decorar con un «kudomatsu» el 29 de diciembre, ya que ese día se escribe «nijuku» y su traducción significa doble sufrimiento. El 31 de ese mismo mes tampoco, debido a que un día antes del fin de año, simbolizaría poco tiempo e interés en cuidar de los dioses. Una de las fechas normales suele ser antes del 28 de Diciembre o incluso el 30. Se suele conservar este adorno hasta el día 6 de Enero.
Decoración frente a la casa
Kagamimochi
El «kagamimochi», es un adorno para recibir el Año Nuevo. Consta de una masa blanca que es un pastel de arroz insípido, elaborado con un arroz denominado mochigome.
La parte superior de la masa blanca simboliza al sol y la de abajo a la luna. El que estén juntos, es una alegoría de pasar el año con felicidad. El «kagami» (espejo), simboliza la deferencia a los dioses y una manera de tener sus referencias para poder hacer el bien.
El día 11 de Enero es el día del «kagami biraki», que es cuando se suele abrir (dependiendo de la zona) el «kagamimochi» para comerlo. De esta manera, uno queda bendecido por los dioses.
Esto es lo que significan las partes que lo componen:
- La mandarina: simboliza bienestar para la familia.
- Brocheta de kaki: para mejorar las relaciones con un estado de felicidad.
- Algas: para favorecer la longevidad y aumentar la fertilidad.
- Gamba, langostino: otro amuleto contra la vejez, una alegoría a doblar la cadera como una gamba.
- Helecho: simboliza el florecimiento de una hoja nueva aunque una vieja muera. Simbolizan suerte, colocándose con el reverso hacia arriba (la parte medio blanca) como alegoría a mostrar cara y revés, anverso y reverso, delantero y trasero, cara y cruz…
- Papel rojo cuadrado: es un amuleto ante los desastres y calamidades. También se suelen ornamentar con galletitas para no sufrir intoxicaciones alimenticias.
- El depestal se denomina sampo.
Existen «kagamimochis» que se pueden comprar en tiendas, que ya vienen más o menos preparados.
Osechiryori
El «osechi» es una comida especial para el Año Nuevo, exclusiva de ese día sólo.
El que vemos arriba, ya viene preparado, pero es costumbre elaborarlo en casa, ya que cada familia le da su toque de sabor y sazón particulares. Cada uno de los alimentos tiene un significado, normalmente para atraer la fortuna y suerte. Se suele preparar el día 31 de Diciembre, para dejarlo listo y consumirlo al entrar al Año Nuevo, así se evitan contratiempos de última hora.
Esto es lo que significan algunos platos, aunque varía su preparación según el área.
«田作り(たづくり), Tazukuri»: está elaborado con sardinillas y se condimenta con salsa de soja y azúcar. Se come para desear buenas cosechas.
«数の子(かずのこ), Kazunoko»: es huevo de arenque y se prepara con salsa de soja, azúcar, licor japonés, alga marina y se deja reposar un día entero para afianzar su sabor. Se come para pedir una gran descendencia.
«黒豆(くろまめ), Kuromame»: es frijol negro, sazonado con dulce. En Japón los frijoles normalmente se consumen dulces. El color negro se cree que sirve para ahuyentar el mal.
«伊達巻(だてまき), Datemaki»: se elabora con una masa de pez color blanco y clara de huevo. Lo venden como preparado en los supermercados, para que la gente agregue huevo, azúcar y salsa. Después de cocinar se hace un rollo y sirve como dulce para postres.
«栗金団(くりきんとん), Kurikinton»: es dulce y se elabora con patata dulce y castaña.
Los distintos preparados se disponen en un cajón denominado «ojubako», donde existe un orden para colocar la comida:
En el primer cajón («ichi no ju») se pone la comida que servirá para acompañar el «otoso», que es un sake sazonado especial para el Año Nuevo.
El «kohaku kamaboko» es de pescado, el pescadito es «tazukuri», el amarillo a la derecha es «datemaki». También podemos ver el frijol negro y en el medio al frente está el «kurikinton» y el «kobumaki».
En la segundo cajón («ni no ju»), se disponen los platos elaborados con vinagre.
El que podemos ver en el medio, de color amarillo, es el «kazunoko» (huevo de arenque).
En la tercera caja («san no ju») se coloca la comida principal, entre ellos el «nimono», que es verdura guisada con pollo a la que se añade sake, azúcar y salsa de soja.
El Osoji o Susu-harai
En muchas casas se tiene la tradición de realizar una gran limpieza general en este mes de diciembre. Esta antigua costumbre, sirve para eliminar el polvo y la suciedad que se ha acumulado en lugares de poco acceso.
Esto tiene la finalidad de mantener el hogar limpio ante el Año Nuevo, en una alegoría de alejar la mala suerte. La limpieza suele comenzar sobre el día 13 de diciembre. En los templos, el día 14 los monjes limpian las grandes estatuas de Buda y realizan una limpieza general, como la de la foto, en el Templo Nikkosan Rinno-ji de Nikko, Prefectura de Tochigi.
Toshikoshisoba
Una tradición de este último mes de año, es comer soba (fideo de alforfón, tallarines) para pasar con buen pie al Año Nuevo. La costumbre exige comerlo antes de que den las cero horas del día 1 de Enero para evitar la mala suerte en el terreno económico. Los tallarines, finos y largos, hacen referencia a la longevidad.
Hay zonas donde la costumbre es comer udon.
Omisoka – Noche de fin de año
El día 31 de diciembre o Nochevieja, se denomina omisoka. La costumbre es pasar este día en familia, donde se pueden ver programas especiales de televisión, como «Kohaku Utagassen» (o «Kohaku Uta Gassen»), que emite la cadena NHK. En este programa aparecen los cantantes japoneses de mayor prestigio y otros invitados, que realizan actuaciones musicales.
Existe un equipo femenino, los «Aka-gumi» (rojos), que rivalizan contra el equipo masculino de los «Shiro-gumi» (blancos). Este programa lo suele ver una gran parte de la población (más de la mitad del país), aunque la tendencia a verlo ha disminuido estos últimos años. Empieza a las siete y media y finaliza a las once y media aproximadamente.
Cerca de la medianoche, en los templos budistas japoneses se hace sonar las campanas 108 veces. Esta cantidad de campanadas, simboliza los 108 pecados mundanos que los hombres deben combatir para llegar a la iluminación (deseo, posesión, ira, envidia, etc…) Con cada campanada, se alejan estas pasiones. El último toque coincide con la entrada al Año Nuevo, donde el hombre ya está purificado para enfrentarse a ese año.
Las campanas se denominan «kane», por eso esta tradición lleva el nombre de «Joya No Kane». Esta costumbre se retransmite en vivo por radio y televisión desde los templos más conocidos.
Templo Chion-in de Kioto, donde podemos ver a un monje dando un impulso para sacudir cada vez más fuerte la campana.
En Japón, a diferencia de otros países donde el ambiente de fin de año es lúdico festivo, todo se celebra de manera más calmada, pudiéndose oír las campanadas de «Joya No Kane» a lo lejos.
Existe una costumbre denominada «Hatsu-hinode», donde la gente se reúne por la madrugada para recibir la salida del sol en el primer día del año.
Hatsu-mode
Hatsu mode es la celebración en la que se hace una primera visita en el Año Nuevo a los templos, para rezar y pedir salud o deseos para todo el mundo, en especial para la familia.
Antiguamente la tradición era asistir a los templos el día 31 de Diciembre, cuando sonaban las campanas de los templos. Actualmente, se puede ir el 1 de Enero o el 2 y 3 también.
Existen muchos templos conocidos que visitan infinidad de personas: el Monasterio Meiji (Tokio), el Templo Naritasan Shinsho-ji (Prefectura de Chiba), el Templo Kawasaki Daishi (Prefectura de Kanagawa), el Monasterio Yasaka (Kioto) o el Monasterio Sumiyoshi (Osaka).
Los rezos se hacen de manera interior y silenciosa, a modo de meditación, y más en estos momentos de Año Nuevo.
En la entrada de los templos, se pueden comprar los Omikuji, que son papelitos con los que se puede adivinar el futuro. Sirven para predecir la suerte en varios niveles (muy buena, muy mala, normal, etc…), y sobre diferentes temas: amor, estudios, dinero, amistad, familia… Si te toca uno de mal augurio, puedes tender el omikuji en las cuerdas que hay en el templo para que los dioses anulen la mala suerte.
Hanetsuki
Una afición para practicar con la llegada del Año Nuevo, es el juego del «hanetsuki», que se asemeja al badminton y que juegan las chicas con palas de madera y un volante. En tiempos antiguos, el castigo por dejar caer el volante al suelo, era que le pintaran una señal de tinta en la cara. El juego terminaba con la derrota de la persona que tuviese toda la cara llena de garabatos.
La pala de madera que se utiliza, se denomina «hagoita» y aunque el juego del «hanetsuki» está cayendo en el olvido, la paleta de madera se aprecia como elemento para decorar y se cree que atrae la buena suerte.
Del 17 al 19 de diciembre se suele celebrar una feria de «hagoitas» en el templo de Senso en Asakusa, Tokio. A este mercado acuden unas trescientas mil personas.
El mercadillo se celebró por primera vez hace unos 350 años, en plena época Edo (1603-1868). Las ilustraciones con motivos clásicos, se plasman en papeles denominados «washi» o con telas que quedan impresas en la pala, formando un relieve. En la mayoría de diseños de palas de hagoita, podemos ver imágenes de estrellas del kabuki o barcos que portan ricos tesoros. Recientemente, se hacen concesiones más modernas, donde famosos del mundo del cine, televisión o deporte, aparecen en las palas.
Dondo-yaki
Cuando las fiestas terminan sobre el 15 de Enero, mucha gente reune los ornamentos de Navidad y los lleva a templos cercanos u otros lugares para quemarlos. Se cree que el calor de este fuego augura salud y bienestar para lo que resta de año. Aunque se festeja en todo el país, se conoce especialmente el «dondo-yaki» que celebran en el templo Torigoe, en Tokio.
Shin-nen Ippan Sanga
Así se denomina al saludo que ofrece la Familia Imperial a la gente, con motivo del Año Nuevo. El Palacio Imperial de Tokio, que normalmente está cerrado al público, se abre para recibir a la gente, que acude el 2 de Enero para felicitar el Año Nuevo a la Familia Imperial. Estos, saludan al gentío desde el balcón que se encuentra en la parte del Jardín del Este del palacio. Dicha costumbre se viene realizando desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Kaki-zome (primera escritura del año)
Con este nombre se denomina a la ceremonia del primer escrito del año con pincel de caligrafía. En los textos, se escriben frases y expresiones para pedir protección e incluso deseos de mejora en la caligrafía.
Shobo Dezome-shiki
Este acto consiste en un desfile de los equipos de bomberos con motivo del Año Nuevo, que suele celebrarse el día 6 de Enero. Realizan acrobacias en escaleras, una marcha y espectáculos con las mangueras de agua.
Kagami-biraki
Cuando se acerca el día 11 de Enero (también el 4 ó 20 en algunas zonas), se celebra esta ceremonia donde se corta el pastel de arroz del Año Nuevo. Estas tartas de arroz kagamimochi, se ofrecen de manera tradicional a los dioses en las fiestas de Año Nuevo.
Para este acto, se corta la masa blanca en trozos pequeños y se comen junto a una sopa de verduras denominada «o-zoni» o también una sopa de judías azuki llamada «o-shiruko». Cuando se corta el kagamimochi, podemos considerar que hemos terminado la ceremonia para recibir el Año Nuevo.
O-shiruko
Kagami Mochi
O-zoni
Esta costumbre procede de los antiguos samurais del siglo XV, aunque Jigoroa Kano la volvió a resucitar en 1884, y se propagó como un acto para cumplirse en todos los centros de artes marciales (dojos) a partir de entonces. En estos centros y durante los días antes del «kagami-biraki», se realizan limpiezas y reconstrucciones del propio dojo. Se esparce sal y se barre con una escoba para purificar el centro.
Se practican reuniones de entrenamiento, conferencias de los maestros y visitas con otros centros y escuelas para intercambiar experiencias. En los centros donde no se paga a los maestros por las clases, se entregan regalos anónimos a los mismos como muestra de agradecimiento. Es una época también propicia para promocionar y adjudicar títulos honoríficos a los alumnos.
Aparte de las actividades que se realizan en los dojos de artes marciales, la gente acostumbra a vestir kimonos tradicionales y realizar comidas de celebración durante ese día.
Que artículo más largo :D Pues sí que se gastan dinero los japoneses. Aunque teniendo en cuenta que 1000 Y equivalen a 7,5 € quizás no sea tanto.
Vaya articulazo!!! Realmente es un país que me gustaría visitar … (o vivir en él una temporada, qué bonito es soñar,jeje)
Qué bonito lo de la noche romántica que celebran las parejas el día 24. Son muy curiosas sus costumbres en estas fechas, y mu originales los Kagamimochis.
Pues si que es un articulo estupendo el que has hecho, y lo que te has esmerado.