Mucha gente se equivoca a la hora de comer las uvas, unos se adelantan y otros se atrasan, y aunque siempre hay alguien de la familia que sabe cuándo debemos empezar a comerlas, no está de menos recordarlo.
En España es tradición comerlas al son del reloj de la antigua Casa de Correos que hay en la Puerta del Sol madrileña. Este reloj es mantenido por el personal de la relojería Losada, que siempre vela por su funcionamiento, y que para esta ocasión, altera el mecanismo para hacerlo actuar de manera manual.
Cuando faltan 35 segundos para terminar el año, una bola de acero dorado baja, haciendo sonar un carrillón. Tras esto, suenan los cuatro cuartos, que son 4 toques que producen dos campanas. Cuando terminan, el año nuevo ha comenzado y empiezan a sonar las 12 campanadas verdaderas, que es cuando podemos comer las uvas, no antes.
El tiempo entre estas 12 campanadas es de 3 segundos ¿lo suficiente como para no atragantarse? XD La tradición manda que si conseguimos este propósito, tendremos un año cargado de felicidad y suerte. Sin embargo, como nota curiosa, en el año 1997 a los relojeros se les olvidó alargar manualmente a esos 3 segundos por campanada el reloj, y hubo una diferencia de 18 segundos menos. La gente se debió quedar WTF!
Ahora venden uvas peladas y sin hueso que facilitan este reto. Y vosotros, ¿cómo lleváis lo de comer las uvas?
Pues yo a pesar de tantísimos años que llevo comiéndolas siempre me confundo por culpa de los cuartos. El tiempo me viene justito y cuando acaban las campanadas tengo la boca llena de uvas, pero bueno, lo importante es que ya están dentro de mi boca y tengo la satisfacción de que lo he conseguido.
Yo hace años que no sigo la tradición de las uvas porque no era capaz de terminármelas nunca,jeje.