En esta broma, vemos como no hay que fiarse cuando en plena calle, alguien te pide que le chutes la pelota. No he encontrado la versión inglesa, que salía un niño, pero esta versión francesa está igual de bien. Lo mejor, es que la que te pide que chutes, se escaquea cuando ve el problema, y es que, el balón acaba rompiendo unos cristales, y para más inri, tenemos al dueño de los mismos limpiándolos.
A mi lo que me hace gracia es que después de chutar se quedan tan panchos y encima con cara de no haber roto un plato LOL
Salu2!