Alaska en el 2002 dijo aquello de «No es de recibo cobrar 21 euros por un CD si cuesta 3», lo que le costó que le retiraran sus discos de las estanterías en algunas tiendas bajo el auspicio de ANEDI (Asociación Nacional de Empresas Distribuidoras de Discos).
Aunque luego las tiendas se retractaron y volvieron a poner los discos a la venta (suponemos que para no engendrar una impopularidad extra), Alaska se reafirmó con una carta de defensa sobre la libre expresión:
«Me dirijo a ustedes con el fin de informarles de un asunto sorprendente en el que me he visto involucrada y que considero debe ser puesto en conocimiento de los medios de comunicación. Ayer por la mañana la distribuidora de la compañía discográfica que edita mis discos me comunicó que la Asociación Nacional de Empresas Distribuidoras de Discos iba a retirar todos mis discos de sus tiendas si yo no me retractaba de ciertas declaraciones que había hecho en relación con la piratería.
Más tarde nos fueron llegando noticias de que la amenaza ya se había hecho efectiva cuando los fans comenzaron a ponerse en contacto con nosotros para contarnos que habían acudido a encargar el nuevo single de Fangoria («Hombres», que sale hoy a la venta) y les habían comunicado en alguna de estas tiendas que había retirado todo el material relacionado con mi carrera musical.
En concreto en la tienda MAX Center de Bilbao había recibido un fax con un comunicado que también aparece en la página www.artikcd.com, donde esta asociación explica el por qué de su actuación, texto que reproduzco a continuación :
«La Asociación Nacional de Empresas Distribuidoras de Discos (ANEDI), que agrupa a la mayoría de las tiendas de discos de España, con tiendas tan representativas como Gong Discos, Madrid Rock, Tiendas Tipo, Discos Castelló, MACIROCK, JOYMIi, entre otras, ante las declaraciones públicas de Olvido Gara, líder del grupo FANGORIA y conocida artísticamente como Alaska, con respecto a la venta ilegal de discos compactos en la vía pública, de las que se desprende que la venta ilegal de discos sólo afecta a los autores, omitiendo los grandes daños que la piratería discográfica producen a las tiendas de discos, ponen en conocimiento del público en general que :
- Las tiendas de discos han apoyado la carrera musical de Alaska desde sus inicios, promoviendo la venta de discos.
- Que uno de los sectores más perjudicados por la venta ilegal de discos lo constituyen las propias tiendas de discos, las cuales soportan los costes de venta de las compañías discográficas y cumplen fielmente con el pago de sus impuestos y de los costes laborales de sus trabajadores, viéndose obligados muchas veces por la piratería discográfica al cierre de sus establecimientos con las consiguientes pérdidas de empleo.
- Que la supervivencia de muchas familias depende directamente del mantenimiento de los puestos de trabajo que generan las tiendas de discos.
- Que las declaraciones como las de Alaska pueden inducir a confusión en la opinión pública en cuanto al verdadero alcance de los daños y perjuicios que la piratería está provocando en los pequeños comercios de venta de discos que siempre han apoyado a los artistas y grupos independientes del panorama nacional.
- Por ello las tiendas de discos que forman ANEDI procederán a retirar de sus establecimientos los discos y productos de la cantante Alaska, en tanto en cuanto no se retracte de tales declaraciones. Desde el momento que esto se produzca las tiendas de discos volverán a prestar a la cantante el apoyo que desde siempre le han prestado».
Bien, ignoro a qué declaraciones se refieren. Desde luego yo no puedo controlar todo lo que se publica sobre mí, ni con qué exactitud se redactan declaraciones tomadas en una entrevista o rueda de prensa o como se interpretan mis palabras.
Lo que sí puedo hacer es resumir cuál es mi respuesta habitual cuando se me pregunta por el tema de la piratería y contesto a todas las cuestiones que me plantean. Seré muy extensa, como lo soy cada vez que se me pregunta por el tema, precisamente porque creo que al público no hay que confundirlo sino informarlo.
Suelo explicar que el problema de la piratería va más allá de una campaña que pasa por la acción policial y poco más. Con detener a los inmigrantes de las mantas no solucionamos mucho, algo más se hace desde luego cuando caen los cabecillas de alguna de esas redes mafiosas. Pero donde se desmantela una red surge otra.
Bien está concienciar al público de que cualquier tipo de piratería está afectando a toda una cadena de personas que viven de su trabajo, pero el problema tiene múltiples caras.
En relación con la industria discográfica, por un lado está el precio de los cds, que todos sabemos es excesivo. Los precios se podrían bajar y todo el mundo (artista – compañía – distribuidora – tienda) seguiría ganando dinero. También considero que las compañías que se quejan de que bajan sus ventas deberían revisar sus estrategias, apostar por lo nuevo y también por los artistas de siempre, no sólo por lo que en ese momento es moda pasajera.
Tampoco hay que olvidar que la mayoría de las multinacionales del disco de hoy en día no son sólo multinacionales del disco, sino de muchos productos que nada tienen que ver con la industra, lo que hace que se tomen decisiones como reducciones drásticas de plantilla cuando en la sede central consideran que en su división discográfica y en un país concreto las cuentas no les salen. Si usted tiene un supermercado y vende más verduras que cuadernos, acabará reduciendo la oferta de cuadernos y cediendo ese espacio a otros productos que le resulten más rentables. Por cierto, algunas de esas multinacionales son las que fabrican los aparatos que sirven para grabar cds vírgenes.
Siempre digo que se podría revisar el sistema de recuento que hace que un artista entre o no en las listas de venta, ya que no todas las tiendas entran en el recuento. Defiendo que hay que cuidar por igual al disco que se vende en un hipermercado como el que es adquirido en una pequeña tienda especializada, ya que además ambos mercados son diferentes y muestran realidades que casi nunca coinciden.
Si se apoyara más a la tienda de discos frente a las grandes cadenas, no sólo a las de su asociación, sino a otras todavía más pequeñas y especializadas, si se les diera la importancia que tienen, no serían elementos marginales dentro de la industria discográfica sino los pilares que deberían ser. A lo mejor motivos comerciales que nada tienen que ver con nosotros los artistas hacen que no interese prestarles más atención.
También soy crítica con los artistas que no cuidan sus trabajos, sus portadas, que no ofrecen nada en un libreto interior, en fin, que hacen que un disco mal copiado y fotocopiado no difiera mucho en cuanto a aspiraciones artísticas del original.
Igualmente considero que la falta de acervo cultural de un público mayoritario, que es el que principalmente consume en la manta, les lleve a no tener aprecio por un producto que es cultura, y como tal un original nunca se puede ver sustituido por una copia. Y digo que ese público general es el gran consumidor del pirateo porque el fan verdadero de un artista nunca compra un disco en una manta. Si no tiene dinero se lo pide a un amigo y se lo copia en casa, haciéndole una portada con todo el cariño del mundo, como hemos hecho todos los que tenemos una edad las cassettes de nuestra adolescencia.
Tampoco se puede culpar del todo a un público que si no es por canales alternativos y especializados, no puede enterarse de la pluralidad de propuestas que ofrece el panorama musical nacional, rico donde los haya aunque eso no se vea reflejado la mayoría de las veces. Cómo asociación de distribución de discos, ¿por qué no os quejáis, como yo lo hago, de la falta de atención que, por ejemplo, las televisiones, prestan a la música?
Siempre declaro que como artista y autora, soy la menos perjudicada, ya que las ganancias de un músico por disco vendido rondan el euro por ejemplar. Eche usted cuentas lo que queda hasta llegar al precio final de un cd.
Como creo que hay que predicar con el ejemplo, el último cd de Fangoria, «Naturaleza Muerta» salió con un precio máximo de 1800 pesetas de las de antes, y sacamos con periodicidad singles, a veces a 3 euros, que incluyen la canción original, remezclas y hasta el vídeo. Para las portadas y el diseño gráfico y la producción contamos con artistas reconocidos a los que admiramos.
Si de algo de lo anterior es de lo que me piden que me retracte, no sólo no lo hago, sino que me reafirmo. Y ahí están mis múltiples declaraciones de radio, televisión y prensa para que se puedan confirmar mis afirmaciones.
Y no puedo dejar de manifestar mi sorpresa a que sea precisamente una asociación de tiendas especializadas de discos, a las que hemos defendido siempre, la que tome esta decisión. Ignoro si alguna de las tiendas, con las que suponía teníamos una buena relación, tendrá criterio propio como para no aceptar esta imposición de la asociación.
De otras tiendas no había oído hablar. Siento, además, que si lo que quieren es luchar contra la piratería, en este momento lo único que están haciendo es fomentarla. Verás cuando se enteren los de la manta que hay por ahí gente intentando conseguir mis discos y no los encuentra.
Y me pregunto, ¿es esta una medida que lo que se proponía era asustar a la compañía discográfica? ¿Tiene algo que ver que esa compañía sea un sello pequeño? Porque las multinacionales, precisamente por su capacidad económica, no necesitan tanto de estas redes de tiendas especializadas, ya que colocan sin problema sus discos en las grandes superfices.
¿Es esto un ataque personal o se va a extender a los otros artistas que han manifestado posturas no dogmáticas con la piratería? Porque estos artistas, cuyas opiniones respeto pero no comparto por ser más radicales que las mías, tienen sus discos en estas tiendas sin ningún problema, artistas que no tienen una visión equilibrada del tema, como creo que es la mía, sino que han apoyado abiertamente la piratería. ¿También se van a retirar los discos de artistas extranjeros de posturas disidentes? Habrá que hacer un seguimiento para ver qué pasa en los próximos días, ya que si se mide a todos por el mismo rasero creo que veremos desaparecer más discos de las tiendas, algunos de ellos de reconocidos artistas que acaban de sacar material discográfico.
¿Qué es lo próximo? Yo creía que estas cosas en nuestro país no pasaban, que eran anécdotas del extranjero, como cuando algunas tiendas se negaron a vender el disco de los Sex Pistols o cuando otras retiran determinados cds de rap por el «lenguaje ofensivo». Pero en este caso ni siquiera se trata de algo que esté en mis discos, sino en mis opiniones. Si por algo me caracterizo, y todo el mundo lo sabe, es por tener una opinión propia. En toda mi carrera he sido consecuente con mis convicciones porque lo considero una cuestión ética, aunque eso implique tener que enfrentar una amenaza como esta. Nunca se me ha doblegado con demagogia. Asumo que esta es mi visión de las cosas y que puede haber alguien en desacuerdo con ella, pero no asumo que se me pueda censurar, boicotear y amenazar.
Por cierto que también me extraña que en vez de que esta asociación se pusiera en contacto conmigo para por lo menos confirmar esas declaraciones en las que se basan, me haya tenido que enterar de su amenaza por una página de Internet y gracias a la información de los fans, a los que una vez más doy las gracias por su apoyo y por estar siempre ahí.
Considero que esto es un grave atentado contra mi libertad de expresión, contra la libertad de expresión de todos, y no quería dejar pasar el hecho sin comunicarles lo ocurrido.
Les agradezco profundamente la atención, no sólo en este hecho puntual, sino la que me han prestado durante los últimos veinticinco años.
Atentamente, Alaska»
Y aquí un vídeo del programa Mallorquín «Ítaca», donde Alaska dice unas cuentas verdades sobre las discográficas y los cantantes en pocos segundos. Se puede decir más alto, pero no más claro:
«No es mi problema, el que tenga problemas, que busque soluciones» XD
Fuente: El mundo
