En verano, podemos adoptar una dieta sana que tenga por consigna, un desayuno con leche, fruta y cereales, ya que es la mejor forma de comenzar la mañana. Verduras, legumbres, frutas y frutos secos, cereales integrales, carne de pescado o aves y aceite de oliva, ya que nos proporciona no más de un 30% de grasas y un 50% o 60% de hidratos de carbono.
Es importante vigilar la ingesta de líquidos, optando por agua (2 litro por día), bebidas isotónicas o zumos de frutas.
Debemos respetar el horario comidas y no dejar que estén colmadas ni consumirlas con prisas. Uno de los platos más recomendables para el verano es la paella, debido a que sus ingredientes (arroz, pescado, verduras, etc.) contienen muchos nutrientes.
Que plato tan rico la paella, a mi me encanta.
Mi alimentación en verano lo que más abunda es la fruta. Sobre la ingesta de líquidos, una cosa tan importante, me tengo que obligar.