Imagino que os habréis enterado de un episodio reciente en el que lanzaron un botellazo al cantante Justin Bieber, el nuevo ídolo de las quinceañeras que están en los «hormone years», durante un concierto. Alguien colgó el vídeo en Internet, y la capacidad viral de sacarle punta a todo hizo el resto, ya que se han propagado diversas clases de vídeos mofándose, incluso con canciones remezcladas.
Esta es la versión original del botellazo, que en Youtube ha superado los dos millones de reproducciones, aunque existen muchos otros parecidos.
Si el vídeo no funciona, puedes verlo aquí.
Y esta es una versión remezclada, la más vista con más de 600.000 visitas. Otras más: auto-tune y the remix song.
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Pues hablando de botellas, ahora alguna fan tiene una botella que tocó los labios turgentes de Justin Bieber por 474 euros (608 dólares). Todo ocurrió durante una visita promocional de Justin a Nueva Zelanda, cuando estaba en la sala de maquillaje de TV3, y se dejó una botella de agua que no terminó porque llevaba gas.
Emma Hall-Phillips conoció a Justin en esa misma sala y cogió rápidamente la botella con la intención de subastarla en el portal neozelandés TradeMe. Al principio pensó que ganaría la pequeña suma de 30 dólares y se lo gastaría ese fin de semana, pero según fue viendo que la puja aumentaba, su madre le instó a donarlo con un fin benéfico.
Lo que se sabe sobre el comprador, es que la botella fue entregada a su hija obsesionada con Justin Bieber.
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Yo lo flipo, no sé cómo la gente compra cosas por Internet donde la única garantía de su autenticidad, es la palabra del vendedor. Si ya es sospechosamente obsesiva la compra de objetos raritos que determinan una incipiente mitomanía, lo segundo más escabroso del asunto, es que se fíen de que sea real lo que anuncian. No tienen dos dedos de frente. ¿Quién dice que el vendedor no se ha montado una trola y esa era una botella corriente y moliente?
Sin ir más lejos, hoy me he encontrado esto. ¡Venden una caja con un fantasma real atrapado dentro!
Si no ganas dinero, es porque no quieres. No sé si pensar que los que venden estas cosas son unos despreciables, o sentirme yo un pringado por no ser tan avispado como ellos. A día de hoy ¿con qué venta nos pueden sorprender? Desde que venden cosas no factibles como fantasmas, amor, abrazos y similares, creo que no hay ninguna.
No me parece mal que haya vendedores avispados mientras haya tontos que inviertan desproporcionadas cantidades en comprar cualquier cosa.
Lo que ya no me parece bien, ni por gracia ni por otro motivo, es lo de lanzar un botellazo a nadie. Podría haber tenido, aún sin querer, un desenlace negativo.
Un abrazo.
que malos JB<3 no se merecia eso