Al dar un susto en una broma, hay que tener cuidadito de que la presa no padezca del corazón, porque de lo contrario, una inofensiva broma de hacerse pasar por estatua y dar sustitos a los visitantes de un museo, puede acabar en tragedia o un mal rato.
jajaja pobre niña xD
Joer, imagino que no lo pasaría nada a la pobre niña porque menuda gracia… ¡Hombre! no sé si será para que te de un infarto, pero desde luego un buen susto te lo llevas, eso seguro.
Un abrazo!
Yo me muero del susto!!!