«Os habéis de informar de todos los médicos, cirujanos, herbolarios e indios, y de otras personas curiosas en esta facultad que os pareciere podrán entender y saber algo. Y tomar relación de ellos de todas las yerbas, árboles y plantas medicinales que hubiere».
Con estas palabras Felipe II ordenaba en 1570 al médico toledano Francisco Hernández que se embarcara para las Indias, con la idea de llevar a cabo una expedición que duraría casi siete años. En ese tiempo, Hernández recorrió buena parte de México, donde reunió información sobre unas tres mil plantas y más de cien animales, haciendo pintar a sus ayudantes indios más de dos mil ilustraciones y probando sus usos medicinales con los enfermos del Hospital de Naturales de la capital mexicana.
Dieciséis enormes volúmenes fueron enviados al monarca con los materiales reunidos. Hernández regresó con otros manuscritos y borradores, pero como estaba muy enfermo no se le encargó la publicación de la obra. El rey ordenó a otro médico, el napolitano Nardo Antonio Recchi «ver lo que trajo escrito de la Nueva España el doctor Francisco Hernández, concertarlo y ponerlo en orden, para que se siga utilidad y provecho de ello». La selección de Recchi circuló manuscrita en diversos países europeos y americanos y finalmente fue publicada en castellano en México, en 1615, y en latín en Roma (1651).
Francisco Hernández
Los volúmenes depositados en El Escorial perecieron en un incendio, en 1671. Por fortuna, los manuscritos conservados por Hernández, así como otras copias de sus materiales sobrevivieron y permitieron, junto a lo seleccionado por Recchi, que la memoria de la primera expedición científica europea a América estuviera presente durante siglos en el quehacer de numerosos naturalistas, botánicos, médicos y farmacólogos de todo el mundo.
Atraído por la variedad de plantas exóticas de América y su posible uso curativo, Felipe II ordenó en 1579 al médico toledano Francisco Hernández que se embarcara en una expedición a México. Allí, Hernández reunió información sobre 3.000 especies que probó con enfermos indígenas y compiló en 16 volúmenes.