El 17 de septiembre de 1988 fue testigo del nacimiento en televisión de uno de los mejores programas infantiles de toda la historia de Televisión Española. Hasta entonces, las mañanas de los sábados estaban acaparadas por la inconformista «La bola de cristal» de Lolo Rico y Alaska. Aunque este programa en un principio sí estaba encaminado a entretener a los más pequeños de la casa, según fueron pasando los años y especialmente en su último estadio, pareció destinarse a un público más adulto que pudiera interpretar los mensajes políticos y marxistas de Los electroduendes. Televisión Española decidió entonces restituir para los jóvenes y niños la idea de un programa más asequible y «blanco» con la emisión de «Cajón Desastre«.
Cajón Desastre.
Alaska y Los electroduendes.
Para el desarrollo de este espacio infantil, contaron entre sus filas con Rafael Herrero como director y Juan Blas Leal como realizador, a pesar de que fue Federico García Serrano quien concibió la idea y confirió sus particularidades a este espacio con la idea de crear un programa para niños distinto a sus predecesores. Se escogió como presentadora a Míriam Díaz Aroca, que había aterrizado hace poco en televisión con su participación en el programa «Por la mañana» de Jesús Hermida como azafata y copresentadora del espacio «El bote de Don Basilio«.
El bote de Don Basilio.
Míriam tardó poco en despuntar como una comunicadora capaz de moverse como pez en el agua delante de las cámaras con su naturalidad y desparpajo. Consiguió reinventar la apariencia de las presentadoras infantiles que se habían visto hasta el momento, como Rosa León o Teresa Rabal, que presentaban un aspecto más monjil y correcto. Míriam apareció como un huracán refrescante ante los niños, una belleza radiante con un espíritu irreverente y díscolo, que casi gustaba más a los padres que los niños. Pronto su carisma la convirtió en presentadora con todas las de la ley, ya que a las pocas semanas se decidió prescindir de Jesús Marchamalo como presentador adjunto, quedándose Míriam sola al frente del programa.
Míriam Díaz Aroca.
Sintonía del programa y repaso a los espacios que se emitirían en el sumario.
El programa «Cajón Desastre» aunó multitud de géneros y facetas con la intención de congregar diversas posibilidades para pasar el rato haciendo honor al título del programa, que a modo de cajón en el trastero de una casa, se podía meter de todo en él. Dicho cajón desastroso comenzaba a las 9 de la mañana y se volvía a cerrar sobre las 12:15. Siempre comenzaba con un espacio de dibujos animados para los más pequeños, que contenía infinidad de series de animación de lo más amenas y duraba poco más de una hora aproximadamente.
Entre ellas incluyeron varias series europeas de países como Francia, Italia, Reino Unido o del antiguo Bloque del Este europeo, con cortos de animación de Polonia, Hungría o la por aquel entonces Yugoslavia, las cuales atesoraban una gran calidad argumental. Podemos destacar las series «Bojan«, «Sports Cartoon«, «Los Bluffers» (serie holandesa de animales), «Leo y Fred«, «Saber más con Calculín» (recomendable serie de divulgación científica), «El gran pescador«, «Víctor y María«, «El Roenotas«, «Las fábulas más bellas del mundo«, «Emilie» (de la que hable hace poco tiempo) o «Mr Hiccup» (el hombre que sufría un continuo hipo).
Sumario de los primeros dibujos y espacios que emitían en «Cajón Desastre«:
Emilie y Mr. Hiccup.
Las fábulas más bellas del mundo y El Roe notas (Le croc-note show).
Marionetas.
Teen Wolf.
Calculín.
Bojan el oso.
Víctor y María.
Leo y Fred.
Los Bluffers.
Sports Cartoon.
El gran pescador (A Nagi Hoho).
También emitieron dibujos de mayor presupuesto procedentes de grandes productoras como «Merrie Melodies» (las conocidas Fantasías animadas de ayer y hoy), «Jonny Quest» (de Hanna-Barbera), «Un cachorro llamado Scooby Doo» (el novedoso spin-off del perro más famoso de Hanna-Barbera), «Mafalda«, «El maravilloso Mago de Oz» (serie de anime), «Correcaminos» o «Teen Wolf» (que adaptaba la película del mismo nombre interpretada por Michael J. Fox).
Merrie Melodies.
Jonny Quest.
Un cachorro llamado Scooby Doo.
El maravilloso Mago de Oz (Oz no mahotsukai), serie de anime que adaptaba la novela «El maravilloso mago de Oz».
También había una sección denominada «El planeta imaginario«, que no tenía nada que ver con el programa de nombre similar emitido años antes en televisión («Planeta Imaginario«), y que nos presentaba cada vez un cuento diferente, como por ejemplo el de «Ole Lukøje» de Hans Christian Andersen.
En el segundo apartado del programa (de 10:00 a 11:00 de la mañana), existía una sección que en un principio se llamó «Actividades» y se situaba en el Estadio Desastre. En la cancha donde tenía lugar, llamada Pista Desastre, los niños podían participar en diversos juegos y circuitos a modo de Grand Prix, mientras sus compañeros de colegio les animaban desde los bordes del escenario.
Imágenes de la Pista Desastre de Estadio Desastre en su primera temporada.
Los premios que se repartían me llaman la atención (unos radiocasetes de doble pletina y unas bicis) si los comparamos con lo que actualmente se considerarían unos premios deseados por los niños. Eso por no contar los niños de ahora no sabrán ni lo que es una casete.
En el apartado «Ilustración» se fomentaba la creatividad de los niños, que podían dibujar algo sobre un tema común. Otra sección similar era «Lápices de colores«, en la que un profesor enseñaba a los pequeños técnicas y formas de emplear los rotuladores, acuarelas o pinturas. También existían actividades físicas, como la de demostrar la pericia sobre patines o cualquier cosa que tuviera ruedas en «Sobre ruedas» y existía un espacio para la divulgación científica con la serie de documentales llamada «Contrastes«. En la sección «Espectáculo» se realizaban representaciones con marionetas o comedias musicales, y en otra llamada «Niños de Europa» se iba describiendo la vida de un niño de cada país europeo.
La tercera fase del programa (que iba de las 11:00 a las 12:15) estaba encaminada a los adolescentes y jóvenes más creciditos con secciones como «El oficio de vivir«, en la que se hacía una introducción al universo de los adultos con una visión de temas serios en clave de humor. También se emitían series americanas que por aquel entonces triunfaron sobremanera y se convirtieron en iconos de los 80, como ocurrió con la programación de la serie «Alf«. Las aventuras de la familia americana Tanner, la cual vivía con un simpático extraterrestre procedente del planeta Melmac, fueron todo un éxito, tanto, que la serie fue separada en 1989 de «Cajón Desastre» y se emitió por sí sola las tardes de domingo en TVE1. Las risas estaban aseguradas con esta serie en la que la familia debía ocultar a este descarado extraterrestre de los vecinos y extraños.
Imágenes de la serie Alf.
Pronto buscaron otros sustitutos para Alf y siguieron los aciertos con series como «Los robinsones suizos«, adaptación de 1976 del libro «El Robinsón Suizo«; «Colegio Degrassi«, originalmente llamada «Degrassi Junior High«, que era una serie canadiense donde se contaban las desventuras de los estudiantes del Instituto Degrassi, lo que incluía diferentes vicisitudes de los «hormone years», como el SIDA, anorexia, peleas familiares, drogas, embarazos no deseados o abusos sexuales; o la serie «De otro mundo«, con una niña que nos hacía soñar haciéndonos creer que algún día podríamos detener el tiempo juntando nuestros dedos índices como ella, amén de otros poderes de los que disfrutaba.
La familia Robinson o Los robinsones suizos.
Degrassi Junior High: actuaban Pat Mastroianni como Joey Jeremiah (que aquí dobló estupendamente Pepe Carabias, nuestro querido Pepe Soplillo), el rebelde chico del eterno sombrero; Stacie Mistysyn como Caitlin Ryan, la novia de Jeremiah; Stefan Brogren como Archie ‘Snake’ Simpson, el chico rubio alto; Neil Hope como Derek ‘Wheels’ Wheeler, el chico rubio de gafas; Maureen Deiseach y Angela Deiseach como las gemelas Heather Farrell y Erica Farrell; Amanda Stepto como Christine ‘Spike’ Nelson, la punky que se quedaba embarazada; Cathy Keenan como Liz O’Rourke, la amiga de Spike que era activista por los derechos de los animales; Duncan Waugh como Arthur Kobalewscuy, el gordito pelirrojo; Anais Granofsky como Lucy Fernandez, la chica latina; Siluck Saysanasy como el chinito Yick Yu; Sara Ballingall como Melanie Brodie, la chica con brackets; o Nicole Stoffman como Stephanie Kaye, la chica provocativa que era la hermana mayor de Duncan y que sólo estuvo en la primera temporada.
¿Os acordáis de la apertura u opening de esta serie? Es música celestial para los oídos reencontrarse con esta canción, y lo más curioso es que te acuerdas perfectamente de ella, y eso que en teoría llevamos 25 años sin escucharla.
De otro mundo.
Otra gran aportación al programa fue «Pase sin llamar«, una telecomedia de producción patria que a modo de sitcom familiar americana, nos contaba las historias de una familia, sus tres hijos y amigos. Se filmaba en el estudio número 3 de Prado del Rey.
Pase sin llamar.
Madre mía, ¡un actor fumando! En estas cosas también te das cuenta de lo mucho que ha cambiado la sociedad, no sólo salir fumando en la tele, sino encima en una telecomedia dirigida a jóvenes y niños.
Y encima bebiéndose un brandy. Que digan que sí, que ahora los niños están muy protegidos y los están haciendo retromongers con tantas prohibiciones. Antes veíamos estos malos ejemplos y mira lo enteros que nos hemos criado…
En esta serie pudimos ver actuando a Ángel de Andrés López (el famoso Manolo de la posterior serie «Manos a la obra«), Marta Fernández Muro (chica Almodóvar en «Laberinto de pasiones» o «La ley del deseo«), Iñaki Miramón, Aitor Merino, Raquel López, Laura Cepeda y al pequeño Lucas Martín.
De una manera profética, esta serie de sketches abriría paso años después a todas las sitcoms españolas con historias familiares como protagonistas, algo que en 1988 no se estilaba en España.
Algunos vídeos variados sobre la serie.
Episodio «El detector de mentiras» del espacio «Pase sin llamar«.
El mismo decorado que empleaban para filmar dicha serie, servía de escenario para la apertura de programa, en la que bajo una inquietante melodía, se iba visitando toda la casa mientras sus habitantes dormitaban en ella.
Primera apertura del programa cuando empezó en 1988.
También en dicho escenario se invitaba a los grupos musicales que por aquel entonces lo petaban, como No me pises que llevo chanclas, La guardia, Siniestro total, Modestia aparte o The refrescos entre otros más desconocidos, como Los gatillos, Los flechazos, Silverados, Agentes secretos, Los ensayos, No lo sé, Di que sí, Los confidentes, Los despiadados, Jim y las hienas, La lefme que mamafte, Los Picapiedra, Los gatos fríos, Trisonia, DNI, Seis siglas, Los vagos de Minesota, Generación cristal, Cosa nostra, Esta noche tampoco o Cuatro bajo cero y demás grupos de garaje que aprovecharon la oportunidad de actuar en este programa con la intención de triunfar.
El grupo La Guardia actúa en el programa.
La Guardia actuó en el escenario que tenían preparado para ello en la primera temporada, el mismo lugar donde rodaban «Pase sin llamar».
Después de la serie, se sucedían diferentes sketches o espacios como las marionetas que dirigía el titiritero Jordi Bertrán, el teatro Rocamora, Daniel Loeza, las actuaciones de Rudy y Carlos, el teatro de Boni & Caroli o Markeliñe, la ventrílocua Marisol y sus muñecos (recientemente fallecida), el espectáculo de la agrupación Ale hop, los bailes y coreografías de Bob Niko, la atracción Nessum Dorma o el espacio «Magia Street» con el mago Juan Tamariz, que tanta fama alcanzó en los 80 ofreciéndonos sus números de cartomagia y su picaresca irreverente.
En «Cajón Desastre» siempre hubo espacio para las representaciones.
Marisol y sus muñecos.
O la magia del gran tahúr Juan Tamariz.
Aparte de llevar a cabo sus números con mucho humor y gracia, Juan Tamariz siempre contaba historias interesantes mientras realizaba sus trucos.
Me pregunto en qué consistía esto… ¿Era para vender paquetes de Magia Borrás?
En el apartado de humor destacó el dúo de cómicos Faemino y Cansado con su sección de sketches «Cinema Desastre«. Ya habían aparecido anteriormente en «Un, Dos, Tres… Responda otra vez«, pero en «Cajón Desastre» se consagraron como la nueva promesa humorística, gracias a sus diálogos que rozaban el surrealismo y su original forma de hacernos reír en la tele.
Imágenes de Faemino y Cansado en «Cinema Desastre«.
El programa también contó con la presencia del actor Pepe Viyuela, que realizó sus primeras apariciones televisivas interpretando sus escenas de mimo y payaso patoso. También actuaba Karola Escarola, una actriz gordita y procaz que realizaba unos números impactantes con mucha fuerza.
A la izquierda Pepe Viyuela detrás de las cámaras durante sus primeras filmaciones en «Cajón Desastre» y a la derecha Karola Escarola.
En otra etapa posterior habilitaron otro escenario para las invitaciones de los grupos musicales en el espacio «Desastre’s Club«, donde los grupos musicales tenían como público a otros jóvenes que bailaban en el mismo decorado que simulaba una terraza de un edificio.
También Míriam Díaz Aroca se marcaba sus propias coreografías y cantaba, de hecho recuerdo haberla visto realizar el baile del videoclip «Material Girl» de Madonna.
Al final del programa, y mientras aparecían unos números gigantes del diez al cero, Míriam y todas las demás personas cantaban una cuenta atrás realizando en cada número un gesto coreográfico.
728
Entonces aparecían los créditos finales a ritmo de la inolvidable canción «Barbara Ann» de los Beach Boys y esa icónica imagen de un cajón de madera rotando, el cajón desastre.
Aunque en un principio «Cajón Desastre» se emitía de 9:00 a 12:15, al comenzar el año 1989 se cambió de horario para emitirse desde las 10:00 hasta las 13:15, siendo sólo interrumpido por un avance de telediario de cinco minutos a las 11:00.
Hubo una segunda etapa a partir del 16 abril de 1990, en la cual el programa fue movido a otro horario y pasó a emitirse de lunes a jueves por las tardes (de 18:30 a 19:20). Por aquella época ya empezábamos a merendar con Yupi, que no había podido suceder a Espinete con éxito y «Cajón Desastre» se renovó haciéndose más corto para durar sólo una hora.
El pobre Yupi siempre estuvo a la sombra de Espinete.
En esta temporada se incluyó otra apertura en la que Míriam Díaz Aroca se infiltraba como una agente espía con su gabardina y todo, mientras los actores que daban vida a la familia, también hacían una especie de juego silencioso de escondite en el que parecían custodiar un papel secreto.
Apertura del programa en su segunda temporada de 1990.
Aparecieron nuevos colaboradores y se dispusieron nuevas series como «El Conde Duckula«, «Basta ya y recógelo«, «Patoaventuras» con el Tío Gilito y sus tres incorregibles sobrinos o la serie americana «Los Problemas Crecen«, que nos contaba las aventuras rocambolescas y divertidas de la familia Seaver y que, debido al éxito que obtuvo, pronto también fue separada de «Cajón Desastre» para ser emitida por sí misma.
El Conde Duckula.
Patoaventuras.
Los problemas crecen.
Basta ya y recógelo (Stoppit and Tidyup).
También aparecieron nuevos espacios como «Consultorio Desastre» capitaneado por Míriam junto a Faemino y Cansado y en el que se daban consejos, los videoclips grabados en exteriores, «Radio Desastre» o la sección que nos hablaba de deportes y deportistas llamada «Acción en acción«, presentada por Arcadio Pascual y Nines Martínez.
«Estadio Desastre» siguió funcionando con su gran gymkana en la que dos grupos de niños debían superar las pruebas de la pista mientras sorteaban obstáculos y algún elemento limitaba sus movimientos, como aletas de buceo, patines o flotadores por ejemplo.
Míriam parecía una niña más entre los pequeños, yendo de un lado a otro divirtiéndose mientras arbitraba el concurso o daba su característico silbido para dar comienzo a la prueba. Los grupos se bautizaban con nombres tan rocambolescos como repulsivos, tales como «Las ingles navideñas», «Las albóndigas retorcidas», «Las varices otoñales», «Legañas al turrón», «Los elefantes escacharrados» o «Mermelada de pus». En la época estival, la pista se trasladaba a una gran piscina en la que seguían las pruebas en un medio más acuático y donde Míriam terminó también muchas veces empapadita.
Algunos vídeos de «Estadio Desastre» para que os refresquen la memoria.
En esta segunda etapa, la Pista Desastre cambió un poco…
De regalos… ¡Casios PT-88 y minicadenas de música! Siguen sorprendiendo los regalos, seguro que los niños de hoy en día no ansían estas cosas.
A la derecha podemos ver a la chica que daba vida al personaje del espacio infantil «El duende del globo«.
Miriam Díaz Aroca demostró lo buena comunicadora que era y la gran capacidad que tenía para empatizar con los niños por su cercanía, dinamismo, simpatía y juventud, aunque también se atrevió con unas vertientes más artísticas como cuando interpretó a la Mary en el espacio «Mary Comunicando«, una operadora telefónica algo chismosa que recibía unas llamadas de lo más curiosas y divertidas.
A continuación dos vídeos para que os hagáis una idea de cómo era el programa.
«Cajón Desastre» como programa demostró que se podría entretener y divertir a los jóvenes mientras se les educaba, y no en vano fue elegido por los lectores de la revista Teleprograma como «Mejor programa infantil» al ganar dos premios TP de Oro tanto en 1988 como en 1989. Incluso la propia Míriam también recibió una nominación como mejor presentadora de todas las cadenas cuando ya estaban presentes todos los canales privados en España.
Paradójicamente, Televisión Española decidió cancelar el programa en marzo de 1991, cuando se encontraba en un momento de salud inmejorable y una excelente época de creatividad y producción. Según he podido leer, quizás se debiera a que Televisión Española quería blanquear sus programas infantiles con presentadoras más tapaditas y menos explosivas, pues el cierre de «Cajón Desastre» también coincidió con el cese del programa para niños «No te lo pierdas» que presentaba Leticia Sabater. La hipótesis de eliminar las «chicas bombón» de los programas para niños estaría ocasionada por la moralina de que se hacían programas infantiles para que también lo vieran los adultos, como expresó el catedrático de sociología Andreu López. Sobre la manipulación erótica del niño, la propia Míriam ya expresó su rechazo en su día: «los niños no perciben el erotismo. Eso lo piensan los padres…, para mí es mucho más peligrosa la provocación que la insinuación.»
Leticia Sabater y Míriam Díaz Aroca, dos chicas demasiado picantes para los niños a comienzos de los 90.
Hablando del fin de «Cajón Desastre«, lo que no entiendo es que al terminar este fragmento de vídeo del programa, aparezca el copyright de 1992. Quizás fue un error de etiquetación de los archivos de Televisión Española al recuperar los vídeos.
De esta forma, las altas esferas nos cerraron «Cajón Desastre«, nuestro querido cajón desastre, pues debieron creer que había que dejar atrás los 80 y lo sustituyeron por un nuevo espacio de concursos titulado «Juega con nosotros«.
En este programa se emitía una serie y un concurso distinto para cada día de la semana: «Pictionary» con Jordi Hurtado, un programa en el que participaban dos equipos formados por tres miembros de diferentes edades de una misma familia y en el que tenían que adivinar diferentes conceptos, películas, palabras, personas famosas, etc. sólo con la ayuda de pistas o dibujos; «El Supertren» con Elisa Matilla, un concurso en el que los niños respondían a preguntas de cultura general en un vagón de tren, amén de actuaciones musicales, sketches de humor, videoclips musicales y entrevistas; o «El rescate del talismán«, el concurso patrocinado por Sega y presentado por Eduardo MacGregor, ambientado en el mundo de las mazmorras medievales y la fantasía épica, en el que los niños se movían a ciegas por escenarios virtuales (realizados con croma) mientras superaban pruebas respondiendo preguntas. Al final la propuesta no fue bien aceptada y este programa fue sustituido por diversas series del extranjero que se fueron relevando.
Pictionary.
El Supertrén.
El rescate del talismán.
El programa «Cajón Desastre» significó un momento de inteligencia en televisión, de ganas de pasarlo bien con profesionales que valían para entretener. Las personas que lo hicieron posible pensaron en las tres reglas del medio televisivo: formar, informar y entretener.
Míriam Díaz Aroca se hizo tan famosa que la revista Teleprograma (TP) aprovechó para abrir una línea telefónica en la que todos podían preguntarle sobre situaciones de la vida diaria para recibir consejos de su presentadora preferida. La versatilidad de Míriam la llevó a adentrarse en el mundo de la canción y a publicar su primer disco llamado «Chicos«, el cual defendió con enormes dosis de vitalidad.
El disco «Chicos» de Míriam Díaz Aroca.
Míriam tuvo el verano de 1991 muy ocupado lleno de actuaciones promocionando su disco.
También captó la atención de Chicho Ibáñez Serrador para ocupar el papel de Mayra Gómez Kemp, presentando junto a Jordi Estadella el regreso del mítico programa «Un, Dos, Tres… Responda otra vez» entre los años 1991 y 1993.
Míriam Díaz Aroca y Jordi Estadella en la octava temporada del programa «Un, Dos, Tres… Responda otra vez».
En el mundo del cine, Pedro Almodóvar contó con ella para hacer un pequeño papel en la película «Tacones Lejanos» y Fernando Trueba también la llamó para interpretar a Clara en «Belle Epoque«, film premiadísimo que ganó un Óscar a la mejor película de habla no inglesa y nueve Premios Goya.
Míriam Díaz Aroca en «Tacones Lejanos» y «Belle Epoque».
A mediados de los 90, su escandaloso caché ponía de manifiesto el buen saber hacer de Míriam, cuyo sueldo en la televisión pública confirmaba que era uno de sus fichajes estrella. Actualmente es una de las figuras mas queridas de la pequeña y gran pantalla, y pudimos verla presentar la gala «¿Cómo están ustedes?» que se celebró en 2006 para conmemorar los programas infantiles de los 50 años de vida de Televisión Española.
Con Verónica Mengod a la izquierda y Los Lunnis a la derecha.
Con Los payasos de la tele a la izquierda; con Alaska y Javier Gurruchaga a la derecha.
Con Espinete y Don Pimpón, las estrellas de Barrio Sésamo a la izquierda, y con su querido cajón desastre a la derecha.
En dicha gala pudimos ver a Míriam meterse en su querido cajón desastre, como un guiño al último programa de «Cajón Desastre» emitido en 1991, cuando la presentadora y los actores que habían participado en ese maravilloso viaje recitaron una última canción de despedida que decía: «nada es verdad ni mentira, te lo puedo asegurar, es del color que lo mira, cada quién o cada cuál».
Una vez terminada la canción, todos, incluidos los trabajadores que hicieron posible el programa detrás de las cámaras, se metieron en un enorme cajón mientras articulaban por última vez aquella cuenta regresiva del diez al cero que tantos buenos recuerdos nos grabó en la mente.
Luego cerraron la cubierta del cajón completamente y entonces el silencio y la oscuridad se adueñaron de todo mientras sonaba por última vez la sintonía original del programa, el famoso «subidubi subidubá, subidubidubi subidubá» que cerró los programas de la segunda etapa por las tardes. Entonces de fondo, y ahora desolado, permanecía como un recuerdo arrinconado en el desván ese destartalado cajón desastre. Sólo resta añadir que en pocas ocasiones surge un resultado tan bueno de un «desastre» tan grande.
Último programa de «Cajón Desastre«, que hacía el número 133.
¿Quién no recuerda la cortinilla en la que una pluma hacía caer el cajón desastre y lo rompía?
Y otras cortinillas de esas realizadas con ordenador en 3D que en aquella época eran lo más y ahora tienen un aspecto algo precario.
Y aquí más imágenes del programa.
Llevo veinte años buscando cómo se llamaba la serie de Basta ya y Recógelo. Gracias. Me alivia saber que este post ha sido reciente y lo he vuelto a buscar en el momento adecuado.
Recuerdo un capítulo de ‘Lapices de Colores’ que había dos luchadores de lucha libre en un ring y no paraban de pelearse hasta que subió Míriam Díaz Aroca, y tras separarlos fue ella quien con llaves y puñetazos los dejó a los dos KO, ¡que tía!, ¿no tendrás el video de ese programa? Muchas gracias.
No Paco, videos hay pocos por la red, será difícil encontrarlos imagino, a ver si algún día a los televisión española les da por digitalizar programas antiguos como estos y los pone al alcance de todo el mundo.
Impresionante post. Felicidades y gracias por los datos aportados.