Estos son unos caramelos de judía roja que me ha regalado mi cuñado japonés. El sabor es bastante extraño, porque te deja un regustillo como a arenilla de judía blanca un poco extraño. Sí, es dulce, pero hay un poco de resto indefinidamente raro, que no termina de ser amargo, y le da ese toque especial.
Parece que los japoneses están locos con las judías rojas (azuki), que hacen hasta helados y cualquier clase de dulces con ellos, pero a nosotros nos viene a la mente un potaje castellano, por lo que nos choca bastante este ingrediente para hacer chucherías. Allí por lo visto, es un ingrediente tradicional, que a la gente mayor le recuerda a su infancia.
Respecto a la textura, es como comerse un toffee blando (o un Sugus duro), se te queda pegado a los dientes cantidubi.
Y este es el proceso de fabricación de los caramelos Morinaga.
¿tienes un cuñado japonés?
:)
ais k xulo U,U a mi me gustan las cosas exas con judias rojas como los dorayakis jajaj
saludos
Si, y un sobrinito medio japo también, jeje.
Has explicado tan bien el sabor y su textura, que me has hecho la boca agua.
Qué chulo lo bien que se ve el proceso de fabricación.
Tienes un blog genial. Se lo diré a mis contactos.
A ver si los demás hacen lo mismo, porque a la mayoría de la gente le va a gustar.
Por cierto, ésto tiene muchísimo trabajo, te deberían dar un premio.
Gracias Supermendo, a ver si te animas y creas uno tú también.
Como te lo curras Andrés, con proceso de fabricación incluído :) A mí no creo que me gustasen…
Un saludo a tod@s.