En su interés por estimular el apetito sexual o incrementar su potencia, el ser humano ha probado todo tipo de pócimas, componentes, plantas o comidas que actúan sobre el sistema nervioso, dando pie en numerosas ocasiones, a mitos que no tienen más fundamento que la imaginación del hombre.
La ciencia ha demostrado que cuando experimentamos atracción por otra persona, el organismo segrega una sustancia denominada “feniletilamina”, que es la generadora del amor y que también crea serotonina (5-HT), la cual estimula los neurotransmisores.
Los procesos que desencadenan la feniletilamina y la serotonina empiezan a hacer efecto en el hipotálamo, y de allí se trasladan a la corteza cerebral, lugar donde se conservan las experiencias pasadas.
Ciertos alimentos pueden ayudar a aumentar dichas sustancias, como los moluscos (ostras, almejas o mejillones), que poseen elementos que contribuyen a la liberación de testosterona y estrógenos, que son las hormonas sexuales. También existe el mito de que el efecto afrodisíaco de estos moluscos es mayor si se comen en crudo.
Existen otros alimentos considerados típicamente como afrodisíacos: Aguacates, Ajo, Alcachofas, Aleta de tiburón, Almendras, Anís, Apio, Avellanas, Avena, Azúcar moreno, Café, Canela, Cebollas, Cerezas, Chocolate, Clavo, Dátiles, Diente de león, Espárragos, Frambuesas, Fresas, Gambas, Ginseng, Ginkgo Biloba, Higos, Jalea real, Lechuga, Malva, Manzanas, Menta, Miel, Mostaza, Muérdago, Nueces, Perejil, Pimienta, Piña, Pipas de calabaza, Pistachos, Plátanos, Polen, Poleo, Regaliz, Romero, Rúcula, Salvia, Soja, Trufas, Vainilla, Vino y Zanahorias.
Que barbaridad la de alimentos afrodisíacos, sólo conocía dos o tres de los que enumeras.
Resulta muy curioso como actúan en el cerebro.
Juas, igual que Jenny, me quedo perplejo, sólo conocía el chocolate (que por cierto no puedo ver ni en pintura por que me hago adicto enseguida). ^^