La Naturaleza pone en marcha unos mecanismos de regulación climática que provocan que los efectos de la radiación solar sean menos perjudiciales. Según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas se ha descubierto que el océano emite más partículas de azufre a la atmósfera a medida que la radiación solar aumenta, formando una capa protectora a escala mundial.
El plancton que se encuentras en mares y océanos es la principal fuente natural de azufre que existe en la atmósfera, siendo responsable directo de la formación de las nubes.