Cuando un elemento extraño (un granito de arena por ejemplo) penetra en un molusco e invade su concha, éste comienza a protegerse recubriendo el componente desconocido con una combinación de carbonato de calcio (CaCO3) y conquiolina, que es una proteína que secreta el molusco.
El carbonato cálcico, en presencia de la conquiolina, se convierte en una forma cristalizada del mismo, los cristales de aragonita o nácar. Con el tiempo, el elemento intruso va adquiriendo capas de estos cristales hasta que forma una perla de nácar.
Qué curioso cómo se forman. No sabía que era así.