Una relación de pareja, de esas que dura años y años, puede parecer que sea difícil de conservar en principio. Mantener viva la llama de la pasión y la magia de los primeros meses cuesta bastante, ya que con el tiempo y la rutina, suele irse desgastando. Pero no todo está perdido, ya que una relación se puede revitalizar empleando la creatividad, venciendo la pereza y las cómodas monotonías. Aquí os presentamos diez consejos para recuperar la emoción y la ilusión en vuestra relación.
1. Cada día hay que enamorar de nuevo
¿Recuerdas la película «50 primeras citas» en la que el chico debía enamorar a la amnésica protagonista que no recordaba nada en cada nuevo día? Si damos por hecho que hemos ganado la partida y que no necesitamos llevar a cabo nada más para conquistar a la otra persona, estaremos dando el primer paso para que la relación se deteriore. Debemos rememorar las estrategias más efectivas al inicio de la relación y efectuarlas de nuevo, así como realizar nuevas maniobras basándonos en todo lo que sabemos de nuestra pareja. Así conseguiremos mantener encendida la chispa y la emoción, evitando que ambas partes caigan en las rutinas de sentarse en el sofá de la sala para ver la tele sin más.
2. Debemos vivir nuestra propia vida
Tener nuestro propio espacio es importante, ya que cuando todas las experiencias que vivimos las compartimos con nuestra pareja, llegamos a un punto en que no tenemos nada nuevo de qué hablar. Si disponemos de amigos propios, intereses individuales, y realizamos actividades independientes al margen de nuestra pareja, estaremos oxigenando la relación. Es bueno tanto para nosotros mismos, como para el tiempo que compartamos con nuestra pareja, ya que será de mejor calidad. El tener nuestro propio espacio es bueno para generar temas de conversación originales, favorecer nuevas actividades, atraer amigos, y en resumen, mejorar nuestro día a día.
3. Transformar nuestra rutina
Aunque la vida rutinaria es preponderante porque surge de la comodidad, tiene un doble filo, y es que puede volverse demasiado automática, careciendo de emoción. Aunque podamos pensar que es difícil romper esa rutina, en realidad es más fácil de lo que se cree. Tan sólo hay que dejar hueco a las iniciativas espontáneas, atreviéndonos a formular propuestas poco corrientes y cambiar nuestra cómoda vida por otra llena de más acción. Por ejemplo, podemos aprovechar un día que haya buen tiempo para quedar en algún lugar de la ciudad tras el trabajo, y simplemente conversar mientras vemos cómo anochece.
4. Mantener el deseo sexual
En la sexualidad intervienen diversos factores como la biología, pero también la psicología de cada integrante de la pareja. Si sufrimos estrés y cansancio diarios, seguramente eso se va a transmitir al vínculo de nuestra relación. Sin embargo, si potenciamos la risa y los momentos de humor, conseguiremos un acercamiento más tranquilo y distendido. Si buscamos o creamos los escenarios adecuados (también a nivel emocional) y evitamos los encuentros programados, conseguiremos conservar una relación dinámica y emocionante. Podemos incluir nuevas propuestas como por ejemplo, un lubricante anal para experimentar nuevas prácticas, o elaborar una comida juntos y sin prisas. Si planificamos de mutuo acuerdo diversas situaciones para que ambos estén en la misma tónica, tendremos todos los ingredientes para conservar viva la llama del deseo sexual.
5. Disponer de momentos propios para compartir entre dos
Cuando existen niños de por medio u otras responsabilidades, se dispone de poco tiempo para compartir en pareja. Podemos contar con los abuelos, tíos u otros familiares para que se encarguen de ellos de vez en cuando (ojo, de mutuo acuerdo, nada de endosarlos así como así), pudiendo de esta manera tener unos momentos a solas. También podemos encontrar esos ratos más íntimos en nuestra vida cotidiana, como cuando ya hemos acostado a los niños temprano, o antes de que se levanten. Simplemente debemos tener en mente siempre que aunque la otra persona sea el padre o la madre de nuestros hijos, también es nuestra pareja.
6. Interesarnos por lo que hace el otro
Las aficiones, gustos, intereses y el conocimiento de nuestra pareja, pueden enriquecer mucho nuestro propio cosmos. Siempre existirá una vertiente de lo que hace nuestra pareja que nos pueda resultar interesante o curiosa. No es tan fácil como decir tan sólo «no me agrada el fútbol», sino que siempre podemos intentar comprender por qué le gusta a nuestra pareja. Gracias a esta actitud se destierran prejuicios y se amplifican los horizontes, creando nuevos espacios en los que compartir experiencias.
7. Considerarse siempre un reto
Según el eminente Eduardo Punset, un gran divulgador español, uno de los pilares imprescindibles para la felicidad del Homo sapiens es tener un reto en mente, o algo que deba obtener y conseguir con esfuerzo. Una vez que ha logrado dicha empresa, pierde todo el interés al respecto. La idea de amor incondicional en una relación de pareja es algo arriesgado y favorece conductas y actos imprudentes, así que debemos desterrar el pensamiento de «Estarás ahí a mi disposición, haga lo que haga”. Y es que, cuando una pareja entiende que debe ganarse o enamorar cada día a la otra persona, es cuando ofrece lo mejor de sí y realiza su mayor esfuerzo con el fin de consolidar la relación.
8. Convertir las caricias y los gestos de cariño en una novedad
Las caricias son un gesto de cariño que concentran lo instintivo y lo racional en uno sólo. El afecto, la solidaridad o la protección, son sentimientos que se pueden expresar y comunicar muchas veces de mejor forma con un abrazo o un apretón, que empleando palabras. Las caricias consiguen ejercer en nosotros un efecto terapéutico y curativo, disminuyendo nuestro estrés y relajándonos para formar un nexo irreemplazable en la pareja. Su efecto reconfortante y positivo es válido tanto para quien las da, como para quien las percibe. Una caricia se puede realizar de diferentes formas, como con las puntas de los dedos, o bien la mano entera, empleando el dorso o con un sencillo juego de dedos. Hay tantas maneras que se pueden probar y practicar, que conseguiremos siempre sorprender a nuestra pareja con esta expresión de cariño táctil.
9. Ser compañeros de momentos divertidos
Antes de convertirse en pareja, es vital que ambas personas sean amigos, y es que, la vida no debe transformarse en obligaciones y responsabilidades sólo porque estemos junto a otra persona. Hay que tener en mente que se está edificando una vida y un futuro en común, pero también son necesarios los momentos de distensión, recreo, diversión o travesuras. Si nos transformamos en compañeros o compinches de pequeñas locuras, estaremos formando un fuerte enlace de pareja lleno de puntos gratificantes.
10. Impedir que seamos alguien “típico” en cualquier cosa
Es muy importante conservar nuestra propia identidad, y para ello debemos liberarnos de los estándares, evitando caer en ellos. Cada parte de la pareja tiene que construir su día y su vida siguiendo sus propios preceptos e ideas. Es fácil caer en estereotipos de nuestra sociedad, pero es más interesante y satisfactorio realizarlo siguiendo nuestra propia fórmula.
Una relación de pareja se podría comparar con el proceso de cuidar a una planta, a la que hay mimar y regar adecuadamente cada día. Tener detalles o paciencia con la otra persona son los cimientos para que una relación amorosa siga una marcha correcta y perdure con el devenir de los años. Si seguimos los consejos descritos, seguro que podremos mejorar nuestra relación de pareja de tal forma que la armonía y la felicidad estén presentes en ambos corazones. Así que es tiempo de aprenderlos y llevarlos a la práctica.
hola, tebgo muchos problemas con mi pareja con la cual convivo desde hace mas de 8 años, siento que estamos distantes y por mas que intento de todo no consigo que las cosas mejoren, todo lo contrario siento que cada dia todo empeora, ahora he llegado a buscar sobre amarres de amor caseros, que dicen ayudan a que tu pareja regrese y eso, con velas y cosas de mi casa, creen que esto pueda ayudarme?