Después de aquel vídeo en que doblábamos camisetas a toda leche, y el de atarse los zapatos en un santiamén, nos queda el de desvestirse en un segundo, cosa que viene bien con el ritmo vertiginoso que vivimos en nuestros días. El tiempo es oro, y más para estos orientales que no piensan más que en trucos para facilitarnos las tareas, y es que, es un coñazo desvestirse.
jajaja estos japos si que saben!!!
Que barbaridad! Menuda habilidad que tiene.
Hola Andrés!
He enlazado este post en la entrada que acabo de publicar:
http://elmundoderafalillo.blogspot.com/2010/01/no-es-mio-pero-es-interesante-ix.html
Desde que encontré tu blog, no has faltado a ninguna entrega, eh? ;)