El cabello liso es uno de los mejores atractivos que se pueden tener. Sin embargo, mantenerlo en ese estado con las rutinas y la rapidez del día a día puede ser un problema.
Si bien existen muchos métodos para alisar el pelo, lo cierto es que poco son efectivos: algunas planchas lo maltratan, mientras que ciertos productos lo deterioran debido a sus ingredientes químicos. Además, estos son muy caros y no se adaptan a los requerimientos diarios.
Claro está, hay excepciones, como el cepillo alisador, el cual es muy fácil de utilizar, ya que genera buenos efectos en pocos minutos y no maltratan tanto el pelo.
Ahora bien, existen algunos tips que pueden servirte para tener tu pelo listo sin llegar a dañarlo:
Tratamientos naturales
Los tratamientos naturales son muy efectivos cuando se trata de tener un pelo liso sin maltratos. Su desventaja radica en que requiere de paciencia, sobre todo si se tiene el cabello muy crespo.
Más allá de ello, son múltiples las opciones para un tratamiento natural. Todas están hecho a base de sustancias que mejoran la calidad del pelo, haciendo más sedoso, liso y fácil de manejar.
Una muy conocida es la cerveza. Debes aplicarla por diez o quince minutos y luego lavar el cabello para eliminar el olor. La cerveza posee vitaminas B1, B2, B6, así como minerales que hacen que tu pelo luzca más fuerte y liso.
Otro tratamiento es aquel hecho a base de huevo y aceite de oliva. Se deben mezclar ambos, luego aplicar por un lapso de entre 30 y 45 minutos, mientras se utiliza un gorro. Finalmente se lava y se observan los resultados: un pelo más liso y manejable.
Por último, está el aceite de argán, el cual tiene propiedades que alisan el cabello y le dan vida. Solo hay que aplicarlo por media hora y después enjuagar.
Técnicas para después del baño
Otro factor que mejora el alisado del cabello son ciertos trucos utilizados después del baño, cuando el pelo aún está mojado.
El primero de ellos consiste en peinar el cabello en sentido contrario. Es decir, la parte izquierda hacia la derecha y viceversa. Con esto se busca que se estire. Después de peinarlo se envuelve en una toalla hasta que se seque. Al final se vuelve a peinar, obteniendo un resultado adecuado.
El segundo consiste en peinar el pelo hasta que esté seco. De esta forma se acostumbra a un estado que te gustará, que es precisamente mientras está liso. Para ayudarte puedes dividirlo en partes o secciones y peinar.
El último se basa en anudar el pelo como en un moño para luego cubrirlo con una toalla. Deja que seque y así se alisará.
Rollos y elásticos
Existen, además, otros dos trucos que se adaptan a varios tipos de pelo, y que permiten que este se alise sin llegar a que se maltrate. En ambos necesitarás productos que se consiguen fácilmente.
Los rollos son, quizá, el método más conocido. Se trata de coger tu cabello y colocarle una serie de cilindros especiales que hacen que este se mantenga estirado. Puedes usar la cantidad que deseas, siempre y cuando abarques la mayor parte del pelo. Muchas personas lo utilizan para secar el cabello, lo cual también genera un buen resultado, además del alisado.
Finalmente está el uso de gomas. Para ello tendrás que colocar un par de coletas en la parte baja del cabello. Luego debes fijar una serie de gomas cerca de la cola, con un espacio de un dedo de diferencia, o un centímetro. También puede servir para secar el pelo.