Cuando una manzana cae al suelo, es fácil olvidar el hecho de que la Tierra está sufriendo también un tirón hacia la manzana. La ley de Newton de la gravitación nos permite calcular cuánto se mueve la Tierra mientras la manzana cae.
Resulta que la Tierra se moverá hacia arriba para recibir la manzana una distancia menor que el tamaño de un sólo núcleo atómico. Es innecesario decir que no hay forma en que nadie pueda llegar a medir nunca un movimiento así de nuestro planeta.
La famosa fórmula que demuestra esto es F=KMm/d^2. Es decir, la fuerza con que se atraen ambas masas es igual al producto de las mismas partido de la distancia al cuadrado multiplicado por la constante.
Pues si que es fácil de olvidar. Con la de objetos que se caen al suelo, se tiene que mover la tierra una barbaridad.
Jenny, no hay que olvidar que la Tierra, considerada como el conjunto de toda la materia que la forma y lo que «hormiguea» por su superficie, tiene un balance nulo en lo que a este tipo de «movimiento» se refiere. Sólo tendría una influencia un objeto que fuera externo a ella, tal como un asteroide o la interacción con otros astros como la Luna, el Sol y los demás planetas del Sistema Solar. También tendría una influencia toda materia que se desprenda de una forma más o menos definitiva del planeta, tal como satélites y sondas de exploración espacial.