En 1876, Alexander Graham Bell registró una licencia que en verdad no describía el teléfono, pero se refería a él como tal. Después de conseguir patentarlo, Bell inició una tanda de demostraciones y conferencias públicas con el fin de presentar su teléfono entre los círculos de científicos, así como el público en general. Tras la demostración realizada en 1876 durante la exposición del centenario en Filadelfia, consiguió que al día siguiente se hablase del teléfono en todos los periódicos del mundo.
A comienzos de 1878, instaló la primera centralita de teléfonos en New Haven, Connecticut (Estados Unidos). Allí mismo se publicó el primer listín telefónico el día 21 de febrero de 1878. Consistía en una sola hoja de 14 x 21 centímetros que tenía simplemente 50 suscritos de la misma ciudad de New Haven. Lo curioso de este guía era que no contenía los teléfonos de las personas, sino sólo sus nombres. La función de este listín era meramente la de informar de qué personas disponían de este exclusivo aparato. Luego había que llamar a una centralita, se daba el nombre del usuario y nos conectaban con el número de esa persona.
Primera guía telefónica de una sola hoja.
Nueve meses después de su fundación, en noviembre de 1978, la compañía The Connecticut District Telephone de New Haven hizo público el primer listín telefónico conformado por numerosas hojas. Este directorio telefónico contenía los nombres y direcciones de 391 suscriptores que pagaban unos 22 dólares anuales por este servicio. Seguían sin figurar sus números telefónicos, pero incluía anuncios publicitarios y listados de negocios en la parte trasera del libro. Entre los anunciantes figuraban médicos y compañías de carruajes.
Guía telefónica de New haven (1878).
Los clientes tenían un límite de tres minutos por llamada, y no más de dos llamadas por hora sin el permiso de la oficina central. Aparte de estas reglas, en esta guía telefónica también se describían consejos para realizar llamadas como «coja el receptor y comunique al operador a quién quiere hablar». Algo que nos parece tan normal para nosotros, en aquella época era toda una novedad y no se tenía muy claro cómo actuar, por lo que se enumeraban los pasos para utilizar el aparato.
Para tener una conversación, por ejemplo, requería estar moviendo el teléfono entre la boca y la oreja: «Cuando no esté hablando, tiene que escuchar», decía la guía en uno de los puntos. «Debe empezar diciendo ‘hulloa’ (hola), y cuando haya acabado de hablar, tiene que decir ‘Eso es todo’. La otra persona tendrá que responder ‘O.K.’. Ya que cualquier persona puede estar en linea en ese momento, los clientes no deben coger el teléfono a no ser que quieran realizar una llamada, y deben tener cuidado con lo que otra gente pueda oír. Cualquier persona que blasfeme o emplee un lenguaje indecoroso, tendrá que denunciarlo a la oficina central inmediatamente».
Este primer listín telefónico fue vendido en 2008 por la casa de subastas Christie’s por la nada despreciable suma de 170.500 dólares. Era la primera guía telefónica de la historia en tener más de una hoja de papel.
El primer directorio telefónico británico fue publicado por The Telephone Company el 15 de enero de 1880, y contenía 248 nombres entre los que figuraban direcciones de personas y negocios en Londres. Este listín seguía sin tener los números de teléfono de los interesados, ya que sólo se necesitaban los nombres para contactar con ellos a través de la centralita. Dicho directorio telefónico está preservado en la colección de guías telefónicas de los BT Archives. Cuando se publicó la siguiente edición en abril, la compañía disponía de más de 350 suscriptores de 7 centralitas londinenses y 16 centralitas de otras ciudades británicas. El honor de aparecer por primera vez en esta primeriza guía de teléfonos recayó en John Adam & Co, 11 Pudding Lane (Londres).
Primera guía telefónica de The Telephone Company (1880).
Guía telefónica de Telephone Despatch Company (1880).
La primera vez que se empleó el término de páginas amarillas fue en 1881. Se conoce que un trabajador de una imprenta estaba editando un listín telefónico y se quedó sin papel blanco, así que utilizó papel amarillo en su lugar. Parece que el color gustó a los editores y se asentó como un estándar para la publicación de directorios telefónicos.
En 1886, The Reuben H. Donnelly produjo la primera guía de páginas amarillas en Chicago (Illinois), en la que figuraban nombres y teléfonos de empresas, clasificados por las clases de productos y servicios que proveían. Aunque el término de publicidad clasificada no nos traiga a la mente las páginas amarillas, es uno de los ejemplos primarios de estos formularios de publicidad.
La historia se remonta a 1864, cuando Richard Robert Donnelley estableció una pequeña imprenta en Chicago. En 1874, su compañía R.R. Donnelly e Hijos desarrolló e imprimió el Chicago City Directory (Directorio de la Ciudad de Chicago), que fue el primer listado de compañías y sus direcciones, que más tarde evolucionó en lo que se conoce actualmente como una guía telefónica. A comienzos de 1886, The Chicago Directory Company (Compañía del Directorio de Chicago) comenzó a publicar una guía telefónica tres veces al año para el Chicago City Directory (Directorio de la Ciudad de Chicago). Este evento se conoce como el nacimiento de la industria de la publicidad en los directorios de teléfonos clasificados, o lo que es lo mismo, de las páginas amarillas.
Guía telefónica de Washington (1924).
Guía telefónica de Melbourne (1880).
Guía telefónica del distrito de Yorkshire (1888).
Guía telefónica de Moscú (1930).
Guía telefónica de Polonia (1948).
Guía telefónica de Jacksonville, Florida (1908).
Guía telefónica de los condados de San Joaquin, Calaveras, Stanislaus y Tuolumne, California (1917).
Páginas amarillas de Connecticut (1906).
Páginas blancas de Connecticut (1905).
Insertando a mano publicidad en las guías telefónicas (1930).
En 1914, las guías telefónicas suponían el mayor contrato en la imprenta de Reino Unido, de las que se editaron millón y medio de copias.
Los listines telefónicos siguieron dando consejos en décadas posteriores, como los puntos que se podían leer en guías pertenecientes a las décadas de 1920 y 1930: «Responda al teléfono con rapidez» o «Enseñe al personal a emplear el teléfono» decían las recomendaciones. También había consejos por si estábamos tentados a hablar mientras nos conectaban la línea: «Los suscriptores no deben atrapar en conversaciones a las operarias telefónicas».
Antigua centralita de teléfonos.
En uno de los consejos de una guía telefónica de 1934 se daban recomendaciones para evitar confusiones: «¡No diga Hullo! (Hola), mejor identifíquese.» Incluso había consejos sobre cómo transmitir esas «extrañas cadenas numéricas». Un listín telefónico de 1926 describía cómo expresar el número 0012: «Double-oh-one-two» (Doble cero, uno, dos). En una guía telefónica de 1905, mientras tanto, una agencia publicitaria avisaba: «N’oubliez pas (No lo olvide). La publicidad es una ciencia y si quiere que los anuncios le paguen, debe observarlos con atención».
En 1938, la corporación AT&T (siglas de American Telephone and Telegraph (Teléfono y Telégrafo de América)) encargó la creación de un nuevo tipo de letra (o fuente) conocida como Bell Gothic, cuyo propósito era ser lo más legible posible, incluso en tamaños pequeños, ya que se utilizaría en periódicos donde las imperfecciones eran muy comunes.
En 1981, Francia fue el primer país en disponer de un directorio electrónico en un sistema parecido a Internet, llamado Minitel. El directorio se llamaba «11«, ya que ese era el número de teléfono para acceder al mismo.
En 1991 la Corte Suprema de los Estados Unidos de América decretó, en el Caso Feist contra Rural, que las compañías de teléfonos no tenían los derechos de autor de los listines telefónicos, porque los derechos de autor protegían la creatividad y no la mera labor de recopilar información ya existente.
1996 fue el año en que apareció la primera guía telefónica online en Estados Unidos. Tanto los dominios Yellowpages.com para las páginas amarillas como Whitepages.com para las páginas blancas, se pudieron visitar en Internet desde abril de ese año.
En 1999 aparecieron los primeros sitios de directorios telefónicos y de búsqueda de personas como LookupUK.com en Reino Unido. En 2003, se mejoraron las búsquedas de estos servicios en páginas inglesas como LocateFirst.com, las cuales incluían registros para facilitar el voto electoral como Electoral Roll.
Desde que ha comenzado el siglo XXI, la impresión de guías telefónicas ha sido criticada como un desperdicio. En el año 2012, varias ciudades norteamericanas aprobaron leyes para prohibir la distribución de listines telefónicos, aunque algunos grupos industriales recurrieron y obtuvieron permisos especiales para continuar su reparto. La manufacturación y distribución de estas guías telefónicas produce anualmente en Estados Unidos alrededor de millón y medio de toneladas métricas de gases de invernadero y consume unas 600.000 toneladas de papel.
Como puedo conseguir la guía telefónica