Los nuevos elementos, todos ellos inestables (radiactivos) y con una vida muy pequeña (a veces, milisegundos) se obtienen en aceleradores de partículas, bombardeando núcleos de bismuto o plomo con otros núcleos más ligeros.
El laboratorio que lo descubre indica el método desarrollado, se reproduce y confirma, y entonces la IUPAC (Unión Internacional de Química Pura y Aplicada) lo reconoce y lo incorpora a la tabla periódica.
Hoy se conocen 113 elementos, que se ordenan por familia (vertical) y período (horizontal).